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España amasa el pase a semifinales

La selección doma con paciencia a la efervescente y anfitriona Austria, y si gana el lunes a Bielorrusia entrará en la lucha por las medallas

Lorenzo Calonge
Viran Morros (i), Entrerríos (d) y Zeiner, en una acción del partido.
Viran Morros (i), Entrerríos (d) y Zeiner, en una acción del partido.Ronald Zak (AP)

Con pulso firme y esperando que la lógica hiciera poco a poco su trabajo en un Wiener Stadhalle de Viena lleno hasta la bombilla. España amasó con la paciencia de un panadero artesano su quinta victoria en el Europeo ante la anfitriona y agitadora Austria (30-26). Un triunfo que la coloca a medio paso de las semifinales. El calendario la agració con el trayecto menos escarpado y la selección lo está aprovechando para escalar segura en el torneo. A falta de dos partidos para que acabe la segunda fase, solo la prudencia oficial evita pronunciar lo que está en la cabeza de todos: que la lucha por las medallas es una cuestión de tiempo. Si ese lunes derrota a Bielorrusia (18.15, Teledeporte), aseguraría el billete. El agónico 25-24 de Croacia sobre Alemania también le allanó el camino. 

España, 30 - Austria, 26

España: Corrales; Solé (1), Raúl Entrerríos (4), Morros (-), Alex Dujshebaev (2), Cañellas (1) y Ariño (4) —equipo inicial—; Pérez de Vargas (ps), Maqueda (6), Angel Fernández (3), Sarmiento (2), Aginagalde (-), Figueras (4), Aleix Gómez (3, 1p), Gedeón Guardiola (-) y Dani Dujshebaev (-).

Austria: Eichberger; Weber (3, 2p), Bozovic (5), Zeiner (2), Bilyk (3), Frimmel (4) y Posch (2) —equipo inicial—; Bauer (ps), Wöss (1), Dicker (2), Herburger (-), Zivkovic (-), Wagner (2), Jochmann (1), Hutecek (1) y Santos (-).

Marcador cada cinco minutos: 3-3, 8-6, 9-9, 11-10, 13-14 y 17-16 (descanso); 19-18, 23-19, 24-20, 26-22, 29-23 y 30-26.

Árbitros: Gjeding y Hansen (Din). Roja directa a Herburger. Exclusiones de Raúl Entrerríos, Maqueda, Aleix Gómez, Weber y Bozovic.

Stadthalle de Viena: 9.400 espectadores.

Al grupo de Jordi Ribera le esperaban tres francotiradores de primer orden: Bilyk, Bozovic y Weber. Entre los tres acumulaban en sus brazos 76 goles en este inicio de campeonato. Preocupaba, sobre todo, el primero, un joven capitán de 23 años, procedente del Kiel, que sumaba 31 en los cuatro primeros partidos, con un 70% de acierto. Ninguno de ellos intimidó a España. Se quedaron en 11 tantos, lejos de sus números hasta este sábado. La defensa prestó especial énfasis en Bilyk y logró reducir su impacto directo (tres aciertos en seis lanzamientos), aunque durante la primera parte la vigilancia sobre el lateral abrió huecos para otros compañeros.

Lo que no pudo frenar la selección hasta el intermedio fue el alto ritmo de juego. A cada pérdida o error en ataque, los austriacos se lanzaban como balas hacia la portería de Rodrigo Corrales. Ese fue el mayor desajuste durante los primeros 30 minutos, corregido a la vuelta de los vestuarios.

De los cinco duelos del torneo, este fue el encuentro que se movió en las diferencias más estrechas, aunque, como en los días precedentes, siempre estuvo en manos españolas. Demarró la selección al inicio con un 8-5. Los cuatro goles sin fallo de Ariño sirvieron de impulso, sin embargo, Austria ató rápido en corto el partido y pronto se pasó a un 9-10 que obligó a Ribera a pedir tiempo muerto. La selección apenas había anotado un tanto en diez minutos. Este fue el único momento de ligeras dudas de España, que se enmendó rápido con un Maqueda otra vez inspirado, MVP del partido (seis goles en siete lanzamientos) y un Figueras muy hábil en la línea de los seis metros.

La efervescencia de los anfitriones se fue diluyendo en la segunda parte, agotados por la corta rotación y la altura del rival. En la segunda parte se quedaron en diez goles, varios de ellos cuando ya tenían poco que decir. La última esperanza de agarrarse al duelo la tuvieron a falta de siete minutos gracias a una doble exclusión de Maqueda y Aleix Gómez, pero la oportunidad fue, en realidad, su condena, porque la selección castigó a Austria con un parcial de 2-0 con tantos de Ángel Fernández, siempre certero a la hora de dar la puntilla. Pese a lo que generó en la primera parte para sus compañeros, la amenaza directa de Bilyk se redujo a un golito al principio de cada parte y otro cuando España tenía todo atado.

Resultados de la jornada

GRUPO I

Bielorrusia, 28 - República Checa, 25

España, 30 - Austria, 26

Croacia, 25  - Alemania, 24

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