Guerra interna en el Alavés

El Betis perdonó al Alavés y puede que de paso a Asier Garitano, al que le pesan ya cinco partidos sin ganar y la eliminación copera a manos del Jaén. El cuestionamiento al técnico ya brota entre sus propios jugadores. Aleix Vidal le acusó de falta de ambición por no haber realizado cambios más ofensivos cuando Mateu Lahoz, a falta de diez minutos y revisión de VAR mediante, expulsó a Feddal. “Con uno menos ellos, teníamos que haber haber metido más jugadores de ataque”, dijo el extremo. “Más jugadores de ataque es difícil. Hay que tener un poco de cuidado con lo que se dice, es importante saber dónde estas, qué equipo tienes u cuál es el objetivo. Si te olvidas te puede pasar factura”, respondió el técnico.

No hubo señales de ese conservadurismo denunciado por Vidal en el arranque de su equipo. Al cuarto de hora el propio Vidal ya había superado a Joel con un disparo cruzado tras una buena combinación entre Joselu y Lucas Pérez. No se encontraba cómodo el Betis, que tardó en encontrar a Canales para empezar a carburar. Cuando lo hizo, el juego dio un vuelco.

El Alavés ya no pudo contener la crecida del Betis. Mutó a ese equipo extrañamente agrietado para lo que suelen ser los equipos de Garitano. Un conjunto frágil, que empezó a padecer la mejor versión de Canales y los aguijonazos de Fekir. El mediapunta francés tuvo el empate en una jugada que retrató la endeblez defensiva local. Un simple saque de banda y un toque de prolongación de Borja Iglesias fue suficiente para que Fekir se plantara cara a cara con Pacheco. El toque suave y cruzado silbó el palo. La acción ya generó en el Alavés un vértigo defensivo del que no se recuperó. Al poco, Duarte trabó a Fekir y el VAR avisó a Mateu. Joaquín desperdició el lanzamiento con un golpeo manso a la izquierda de Pacheco. Persistió el Betis en su dominio tras el descanso. Fekir tuvo el empate y Emerson, de cabeza, lo certificó.