Kevin Durant sale del túnel y augura otra NBA

No hubo público y se trataba de un simple partido de pretemporada, pero Kevin Durant lo afrontó como un novato, y no precisamente porque se estrenara con la camiseta de los Brooklyn Nets. La cita fue el domingo en el Barclays Center, a puerta cerrada, y el rival, los Washington Wizards. “Estaba ansioso, nervioso”, admitió KD. El desasosiego del ala-pívot de 32 años, con 12 temporadas y 988 partidos a sus espaldas, se debía al largo túnel del que salía. Se cumplían 552 días desde que jugó su último partido.

Aquel fatídico 10 de junio de 2019 defendía la camiseta de Golden State Warriors, el equipo con el que ganó el título en 2017 y 2018 y fue designado el MVP en ambas finales. Lesionado el 8 de mayo de 2019 en las semifinales de Conferencia contra Houston, el 10 de junio trató de forzar la máquina. Se trataba de la final ante los Toronto Raptors, la ocasión para sumar su tercer anillo seguido y el cuarto de los Warriors en las cinco últimas temporadas. Nada de eso sucedió. Se lesionó gravemente y los Raptors de Kawhi Leonard, Kyle Lowry, Marc Gasol y Serge Ibaka hicieron historia al dar el título por primera vez en la historia de la NBA a un equipo no estadounidense.

Durant fue operado del tendón de Aquiles, abandonó los Warriors y, el 7 de julio de 2019, firmó un contrato con los Nets por cuatro temporadas y un total de 164 millones de dólares (135 millones de euros). No pudo jugar durante toda la pasada a temporada, a pesar de que, debido a la interrupción por la pandemia, la competición se prolongó mucho más de lo habitual. Además, él fue uno de los primeros jugadores de la NBA que, en marzo, dieron positivo por la covid-19.

A pesar de su ausencia y la de la otra figura del equipo, el base Kyrie Irving, llegado en julio de 2019 procedente de los Celtics, los Nets se clasificaron para los playoffs. Pero fueron eliminados por los Raptors (4-0) en la primera ronda de los playoffs que se disputaron en la burbuja de Disney World en Orlando.

Tras su reaparición en el amistoso del domingo, con victoria ante los Wizards (119-114), Durant se sinceró: “¡Visualicé este momento durante tanto tiempo! Nueve o diez meses pensando cómo sería la próxima fase de mi carrera. Me sentí ansioso, especialmente cuando la covid golpeó fuerte. Quiero jugar al más alto nivel, con la mayor intensidad, y eso no se produce durante la pretemporada”, matizó. “Quiero jugar a un nivel de élite al final de la temporada, en los playoffs. Ahí es cuando quiero jugar mi mejor baloncesto. Trabajo con ese objetivo”.

En el partido frente a los Wizards, sumó 15 puntos, tres rebotes y tres asistencias. Formó junto a Kyrie Irving, que también regresaba a la actividad después de la lesión que sufrió en febrero, y aportó 18 puntos y cuatro asistencias en 17 minutos. Steve Nash, que firmó como entrenador de los Nets en septiembre y que contará como ayudantes de lujo con su predecesor Jacque Vaughn y con Mike D’Antoni, dispuso el quinteto inicial con Irving, Joe Harris, Dinwiddie, Durant y DeAndre Jordan.

El entrenador canadiense, que ya ha proclamado que el objetivo de su equipo no es otro que el de luchar por el título, se mostró entusiasmado por el rendimiento de Kevin Durant en su vuelta a la cancha. “Una cosa es volver. Otra cosa es volver y verse tan explosivo, móvil y hábil como lo ha hecho después de una lesión así y un largo descanso”, afirmó Nash. “Así que estoy increíblemente orgulloso de él. Es asombroso. Esta es una lesión que muy pocas personas han vencido, por así decirlo. Es hermoso verlo de regreso en una cancha de baloncesto. Creo que el mundo lo extrañó, yo ciertamente lo hice. Pero es tan temprano que todavía no estamos preparando el champán”. Los Nets, con Kevin Durant y Kyrie Irving, se constituyen como una alternativa al poder establecido por los Lakers de LeBron James, Anthony Davis y Marc Gasol, en una competición con muchos equipos con potencial para codearse con los mejores en los playoffs, como son, entre otros, los Clippers, Denver, Milwaukee, Miami, Boston y Sixers.