João Félix y el Atlético se recrean
El equipo de Simeone golea al Cádiz con un doblete del luso e iguala con la Real en el primer puesto
Este Atlético que ataca más que nunca, que se ha encaramado a la primera posición de la tabla a la espera de lo que hagan la Real Sociedad y el Madrid, también tiene momentos para el asueto. Para ganar con el mero castigo de los errores del rival. Incluso para dormir el partido con circulaciones pendulares que le permitieron echar el freno de mano cuando vio que tenía el partido en la mano. Un partido de contundencia, para ganarlo, y de recreo para disfrutarlo. Con Marcos Llorente y João Félix otra vez estelares, distinguidos una vez más como los jugadores más en forma de los rojiblancos. Y con Herrera asentándose como el jugador que le da criterio en la salida del balón.
Por primera vez en lo que va de curso, Simeone renunció a dos jugadores de banda para acompañar a los dos pivotes. En liza puso a Koke junto al mexicano, a Saúl en la izquierda, y a Llorente en la derecha. Un cuatrivote camuflado con la diferencia de que ahora este Atlético no se pierde en pelotazos y en segundas jugadas. Ahí, Herrera condiciona, bien secundado por Koke, que se siente cómodo con el mexicano.
La mera ejecución de dos regalos del Cádiz le valió al Atlético para derrotar a un equipo que se presentó en el Metropolitano contando sus visitas por sus victorias. A la quinta cayó el equipo de Álvaro Cervera, al que esos errores desmontaron todo su plan de contención y de hacer un partido largo saltándose la presión de los rojiblancos con el saque de Ledesma. Ocho minutos le duró ese plan. Una jugada de estrategia lo reventó. En una falta central sacada en corto, Koke puso a prueba las piernas de Llorente. El globo fue de Ledesma hasta que impactó con Fali. La pelota quedó suelta en el costado izquierdo. Llorente levantó la cabeza y puso la pelota en el segundo palo. Allí João Félix dio un par de pasitos hacia atrás para darle fuerza a su cabezazo por una portería defendida a la desesperada por Negredo. En la explosión del luso hay un detalle que le encumbra. En los partidos en los que no está sobresaliente, siempre deja acciones que hacen daño. Este sábado, dos goles y una asistencia a Luis Suárez. Ya suma cinco tantos e iguala en el Pichichi con el charrúa y con Oyarzabal. Ahora mismo es el jugador diferencial de esta Liga. Un futbolista para ver por cómo llena el ojo desde la plástica y la eficacia. Sintiéndose libre por todo el frente de ataque. Lo mismo apoya en corto en zonas de nadie y nada, como se afila con una pared o un desmarque.
No cambió el Cádiz de ropaje pese al gol encajado. Siguió a la espera, resguardado, de un descuido que el Atlético no le concedió. No hubo una señal de Negredo ni del Choco Lozano, sometidos por Giménez y Savic. Entre las pinceladas de este nuevo Atlético hay ocasiones en las que se puede ver a sus centrales sumándose a las circulaciones en campo contrario o conduciendo para dividir.
Sin un arañazo, el Atlético siguió jugando a mover al Cádiz. Una de ellas llegó hasta las botas de Trippier, que corrigió su mal control de inicio, con un pase al espacio libre en el área para Llorente. Probablemente, otro no hubiera llegado al pase. O tampoco hubiera salido ganador de su disputa con Aléx Fernández tras ese esfuerzo explosivo por alcanzar el balón. Pero nada parece detener al internacional de nuevo cuño. El centrocampista amarillo metió el pie blando y se encontró un torbellino cargado de fe para disparar. Ledesma se comió incompresiblemente su disparo raso y centrado. Cuatro goles suma ya el todocampista. Con dos tantos, asomó ese Atlético de trazo sudamericano manejado por Herrera. Haciendo correr al Cádiz detrás de la pelota en secuencias interminables. Jugando al pie, economizando esfuerzos tocando.
Con dos goles de desventaja, Cervera castigó a sus dos laterales con el banquillo. Buscó una solidez que pudo mantener hasta la entrada de Correa. El argentino continúa en su papel de agitador, ya sea como titular o como hombre de refresco. Está con la cintura caliente y el pie fino. Y va camino de consolidar una sociedad interesante con João Félix, que también busca con asiduidad montar otra con Luis Suárez. El luso le regaló el tercer gol al uruguayo, que ajustó con maestría su mano a mano con Ledesma.
El partido lo cerró esa sociedad entre Correa y João Félix. Torreira dibujó un buen pase para el desmarque a la carrera del argentino, pillo para romper la defensa adelantada del Cádiz. A su izquierda le acompañaba el luso. Control con el pecho y zurriagazo.
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