Yamaha es sancionada por manipular sus motores sin permiso
Los comisarios de la FIM castigan con un recorte de puntos a la fábrica japonesa, así como a los dos equipos de la casa, pero no a sus pilotos, que se están jugando el Mundial
Que si se rompían sin demasiada explicación, que si no eran seguros, que si llevaban unas válvulas peligrosas, que si los pilotos se verían obligados a salir desde el pit lane más pronto que tarde al quedarse sin motores. Las alusiones a los propulsores de Yamaha han sido una constante durante este campeonato del mundo, marcado por la pandemia primero y por la baja del campeón Márquez después. Ahora, además, se seguirá hablando de motores y de una sanción a Yamaha ejemplar, aunque algo laxa, en tanto que no afectará en absoluto a la lucha por el título al que todavía aspiran tres de los pilotos de la casa de los diapasones: Quartararo, Viñales y Morbidelli.
Tanto la fábrica Yamaha, como los dos equipos que se disputan el mundial, el oficial Monster Energy Yamaha y el satélite Petronas Yamaha, han sido sancionados por el panel de comisarios de la FIM para MotoGP por manipular sus motores antes del inicio de la primera carrera del año, en Jerez, sin seguir el protocolo de la MSMA, la asociación de constructores, que debería haberles dado el visto bueno. Por reglamento, los propulsores quedan sellados al inicio de la temporada y no se puede realizar ninguna modificación sobre ellos. Pero Yamaha lo hizo. Y sustituyó unas válvulas que dijo posteriormente que eran defectuosas sin el permiso del resto de constructores. “El problema ha sido una mala interpretación del reglamento”, dijo este viernes Massimo Meregalli, director deportivo del equipo oficial de Yamaha.
Por esa infracción, a la fábrica japonesa se le restarán 50 puntos del Mundial de Constructores, al que aspiraban en tanto que una de las casas con más victorias, seis. Al equipo oficial se le restan 20 puntos del Mundial de equipos, los 20 que ganó Maverick Viñales, que terminó segundo en la primera carrera en Jerez. Lo mismo que al Petronas, al que se le restan 37, por los puntos que sumaron Quartararo, ganador, y Morbidelli, quinto.
Fue durante la segunda semana de competición en Jerez, el escenario que inauguró finalmente la competición para MotoGP, cuando se conoció que, más allá de las roturas de motor de Rossi en la primera carrera y de Morbidelli en la segunda, la fábrica japonesa temía por la fiabilidad y la durabilidad de sus propulsores. Además de esos dos motores perdidos en carrera, la casa de los diapasones envió a Japón una de las piezas de Viñales, que se rompió en unos entrenamientos libres. Así pues, se quedaba igualmente cojo, con un motor menos. Desde entonces, todos los pilotos de Yamaha salvo Quartararo, ganador de las dos primeras citas, han competido sabiendo que andaban justos de motores, pues su uso está limitado a las cinco unidades. Si se necesita una sexta, ese corredor deberá salir desde el pit lane en carrera. En esa fina línea se mueve, por ejemplo, Viñales, que ya ha desprecintado todos sus propulsores y juega con el kilometraje para tratar de terminar el curso sin tener que ser sancionado.
Lo que no se imaginaba ni él ni nadie hasta esta semana es que Yamaha ya había incurrido realmente en una seria infracción.
Ahora resulta que los pilotos no nos beneficiamos de las ventajas mecánicas😅 Tela marinera🤦🏻♂️
— Marc Márquez (@marcmarquez93) November 5, 2020
Cuando en el mes de julio la casa japonesa reconoció estar en un aprieto explicó que la causa de todos sus problemas eran unas válvulas que entendía estaban defectuosas. Pidieron al resto de fábricas del Mundial que se les permitiera abrir sus motores para comprobar el problema y sustituirlas, en caso de necesidad, por otras nuevas y seguras. Pero antes de que las casas rivales dieran una respuesta, Yamaha retiró su petición, de hecho nunca llegó a presentar la documentación requerida. Los responsables de la marca explicaron que habían solventado el problema sin necesidad de modificar ningún elemento de los motores. Extremo que se ha descubierto falso cinco meses después.
Uno de los primeros en reaccionar a la noticia fue, por cierto, Marc Márquez. Que no se mordió la lengua: “Ahora resulta que los pilotos no nos beneficiamos de las ventajas mecánicas. Tela marinera”.
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