La UEFA pide a la FIFA revisar la regla de las manos

La polémica creciente que rodea a muchos de los penaltis pitados por manos desde el último cambio de la norma ha llevado a la UEFA a pedir a la FIFA que vuelva a revisarla, según una información adelantada por la agencia AP y confirmada por fuentes de la UEFA. El pasado 27 de octubre el presidente del organismo europeo, Aleksander Ceferin, envió una carta a su homólogo de la FIFA, Gianni Infantino, en la que lamentaba que “el intento de definir de manera estricta los casos en los que tocar la pelota con la mano es falta había derivado en muchas decisiones injustas recibidas con creciente frustración e incomodidad por la comunidad del fútbol”, según el texto al que ha tenido acceso AP.

El pasado mes de marzo, la IFAB, el organismo que vela por las normas del fútbol, modificó la redacción del apartado referido a las manos, para evitar que pudieran tener papel alguno tanto en la anotación de goles como en que contribuyeran de alguna manera a evitarlos. De modo que cualquier contacto del balón con una mano fuera de lugar previa a que se marque o un gol o a que se evite está siendo ahora sancionado como falta, penalti si quien interviene es un defensa dentro del área.

Oportunidad en 2021

En su misiva, Ceferin sugiere que contemple un paso atrás: “Creo que volver a la redacción previa, quizá revisada y complementada con una adición que no permita que se marquen goles con la mano o el brazo es una opción a tener en cuenta”.

El presidente de la UEFA sostiene en su carta que se están dando muchos casos en los que un futbolista toca el balón con la mano de manera accidental y sin poder evitarlo, y piensa que, en estas circunstancias, “no deberían ser castigados”, ya que “los brazos son una parte del cuerpo implicada de manera dinámica en esfuerzos atléticos y su movimiento es necesario para preservar el equilibrio del cuerpo”.

Ceferin confía en que la IFAB pueda volver a revisar la regulación de las manos, para mayor claridad y justicia, en su próxima reunión anual a principios de 2021. “No hay ningún problema en admitir que algunas veces decisiones que se toman para mejorar no alcanzan sus objetivos y deben ser revisadas. Hacerlo no minaría de ninguna manera los grandes méritos y la credibilidad de la IFAB”, escribe en su carta a Infantino.