El Salzburgo, una amenaza conocida para el Atlético
El conjunto austriaco, dirigido por el estadounidense Jesse Marsch, juega el mismo fútbol atrevido que el Leipzig, último verdugo de los rojiblancos en Champions
“No hay diferencia de estilo entre el Lokomotiv de Móscu y el Atlético, solo cambia el nivel de los jugadores”, se atreve a aventurar Jesse Marsch (Wisconsin, 47 años), el entrenador del Red Bull Salzburgo que en la pasada edición se convirtió en el primer técnico estadounidense en dirigir en la Liga de Campeones. Su equipo cayó en la fase de grupos, pero tuvo en jaque al Liverpool en Anfield, donde cayó (4-3) tras igualar el 3-0 con el que se fue al descanso. En aquel duelo, el despliegue sin complejos de su conjunto en el segundo tiempo fue tan impactante como su charla en el intermedio: “¿Cuántas faltas habéis hecho? ¿Dos? ¡Esto no es un puto amistoso, es un partido de Champions. Tenemos que jugar más físicos. Sed más despiadados con Van Dijk, jugáis con demasiado respeto”, gritó Marsch en las entrañas de Anfield.
Ya sin tres de los puntales que le permitieron mirarle a la cara al equipo de Jürgen Klopp, Haaland (Dortmund), Minamino (Liverpool) y Hwang (Leipzig) Marsch dirige a un entusiasta plantel con un promedio de edad de 25 años, fruto de la política de detección de talentos jóvenes con la que la multinacional de bebidas energéticas se ha abierto un hueco en el fútbol. Sadio Mané, Nabib Keita, o Dayot Upamecano son otros de las perlas que han pasado por el Salzburgo.
Tras ser a mediados de los años 90 el primer club en el que invirtió la compañía del toro y las alas, el Salzburgo es ahora el equipo probeta del RB Leipzig, verdugo del Atlético en los últimos cuartos de final celebrados Lisboa. De alguna manera, el equipo de Diego Pablo Simeone se enfrenta este martes (21.00) Movistar Liga de Campeones) al modelo que le hizo sucumbir contra pronóstico en la capital lusa. La pelota jugada desde atrás sacada por un mediocentro que se incrusta entre los centrales, dos laterales ofensivos, y centrocampistas de toque vertical para el juego entre líneas y con llegada rememoran el estilo del Leipzig. “Tenemos que imponer nuestro fútbol, ir a la contra y presionar mucho”, anunció el técnico estadounidense en la sala de prensa del Metropolitano.
Antes de ser reclutado para el Salzburgo, Marsch fue ayudante de Ralph Rangnick en el Leipzig. Está impregnado de la misma filosofía de juego que el hombre que presume de ser uno de los adalides del nuevo paradigma futbolístico. Marsch suele contar que su inspiración para la gegenpressing (presión alta) le vino tras apreciar la coordinación en el paleo del equipo de remo de la universidad de Princeton. El esfuerzo conjuntado, corto, explosivo y repetitivo, de los remeros universitarios lo trasladó al fútbol. Define sus exigentes entrenamientos como “una olla a presión” en la que “esa intensidad diaria te lleva al siguiente nivel: reaccionas más rápido, tomas mejores decisiones, esperas más de cada uno. Es la manera de mejorar y alcanzar más rendimiento”. Marsch es consciente que su exigencia desgasta al jugador psicológicamente. Lleva siempre consigo una carpeta donde archiva discursos, gestas deportivas y frases motivacionales que van desde Muhammad Alí a Kobe Bryant.
En este curso, sus jugadores dominan la Bundesliga austríaca con solvencia. Han ganado los cinco partidos que han disputado. Entre los encuentros de liga, los tres de Champions (dos de la ronda preliminar), y dos de Copa, han sumado 37 goles. El delantero Patson Daka (Zambia, 22 años), 12 tantos en lo que va de temporada es la mayor amenaza ofensiva a la que se enfrenta el Atlético. En el medio del campo destaca la figura espigada (1,90) del húngaro Dominik Szoboszlai (20 años). Diestro, juega a pierna cambiada para explotar su mejor virtud. Un preciso y potente disparo que ya cotiza entre los grandes clubes europeos. Entre ellos, según la prensa austriaca, el propio Atlético de Madrid.
Sin Carrasco y con la duda de Luis Suárez
Para no complicarse la clasificación para octavos de final este encuentro se antoja vital para el Atlético. Simeone se encontró este lunes con otro contratiempo. A las bajas de Saúl y de Carrasco, que sufrió una lesión muscular en el partido contra el Betis, se suma la incógnita de Luis Suárez. En la última sesión preparatoria previa al duelo con el Salzburgo, el delantero uruguayo no se entrenó junto al resto de sus compañeros por precaución. “Veremos cuando se acerque el partido como está y en consecuencia decidiré si le alineo desde el principio o no”, dijo Simeone.
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