Una mala tarde del Baskonia
Siempre a remolque del Estrella Roja, perdió todas sus opciones tras un tercer cuarto desastroso
Un tercer cuarto desastroso (29-18), le privó al Baskonia de pelear por la posibilidad de ganar su segundo partido en la Euroliga. Siempre a remolque, el equipo de Ivanovic nunca dio la sensación de poder llevarse la victoria en la cancha del Estrella Roja en Belgrado, en un partido que se paró durante casi diez minutos, al comienzo del último parcial, por un error informático. Para entonces, el equipo vitoriano ya tenía desconfigurado su disco duro.
La carta de presentación del Estrella Roja fue un triple de Loyd, que marcó el paso en el partido. Desde ese momento y hasta el final de los cuarenta minutos, el Baskonia no fue capaz de ponerse por delante en el marcador ni una sola vez. Únicamente el empate a nueve equilibró el choque después de tres lanzamientos triples fallados por los vascos. Desde entonces y hasta el descanso, hicieron la goma, acercándose a más o menos distancia de los serbios, pero sin llegar a estar nunca a su altura. Después de dos triples consecutivos del rival, Dusko Ivanovic pidió su primer tiempo muerto porque veía que nada le funcionaba a su equipo. Todo tenía muy mala pinta. En una cancha tórrida con público en las gradas, los asientos vacíos no condicionaron el juego de los locales.
El espejismo de los puntos que anotó Polonara en los primeros minutos no se sustanciaron en nada. La anotación baskonista se maquilló al final por los triples del cañonero Giedraitis, casi todos en el último cuarto, cuando no quedaba nada por solventar, porque los serbios se habían despegado definitivamente después de saltar a la cancha tras el descanso. Activados por Jordan Loyd, el ex del Valencia, superiores en el rebote y beneficiados por los continuos errores del Baskonia en ataque y en defensa con porcentajes muy pobres en el tiro, constantes pérdidas en ataque y desperdiciando más de un contragolpe para acercarse en el marcador, los rojiblancos disfrutaron de un plácido tercer cuarto, en el que siempre encontraron espacios para armar el brazo, con acierto, en los lanzamientos triples, y sabían también buscar el lugar adecuado para recoger los rebotes.
El marcador, después de un parcial de 29-18, se disparó hasta el 65-49, una diferencia no demasiado significativa en puntos, pero que reflejaba el juego de unos y de otros. Con Simonovic suelto y lanzando a placer, el Baskonia no encontró antídoto, y al comienzo del último cuarto, después del parón informático, enseguida se percató de que remontar era un ejercicio imposible. Ni en los tiros libres acertaba el equipo de Ivanovic, que se dio cuenta de que aquello iba a ser, como lo fue, una mala tarde.
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