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Examen a Militão

El defensa blanco más caro, a la sombra todo el curso, jugará en San Mamés en una zaga pelada un mes antes de hacerlo ante el City

Lorenzo Calonge
Militao atropella a Cucurella durante el Madrid-Getafe.
Militao atropella a Cucurella durante el Madrid-Getafe.JuanJo Martín (EFE)

La defensa ha sido hasta ahora la gran certeza del Madrid, aunque nunca se distinguió por la superpoblación ni por las rotaciones, norma en el resto de latitudes del campo. Se ha tratado más de calidad que de cantidad y profundidad. Dos ausencias han bastado para quedarse casi con lo puesto en la visita clave a San Mamés (14.00, Movistar LaLiga), en una jornada que marcará la lucha por el título (el Barcelona, a cuatro puntos, viaja a Villarreal, 22.00).

A la baja de Nacho, inédito tras el parón, se une la de Varane, que no se desplazará a Bilbao tras retirarse a la media hora contra el Getafe por un fuerte golpe en las cervicales. Las dos caídas dejan a Zidane con apenas dos centrales (Militão y Ramos) y un único lateral derecho puro (Carvajal). El canterano Javi Hernández fue llamado a filas.

No era una línea multitudinaria al inicio del curso y luego todavía se menguó más con la salida como cedido en el mercado de invierno al Bayern de Odriozola, el otro lateral derecho nato. Tampoco se ha visto mucho a la gran novedad de la retarguardia, Eder Militão, de 22 años, el defensa más caro de la historia del club (50 millones): apenas 1.108 minutos disputados en todas las competiciones, tres veces menos que Ramos y Varane. Si algo ha resultado sencillo a la hora de tratar de adivinar las imprevisibles alineaciones del Madrid ha sido la línea de atrás. Salvo el turnismo en la izquierda con Marcelo y Mendy, y percances o descansos puntuales, nadie ha movido del once a Carvajal, Varane y Ramos. Los tres, de hecho, han repetido en los seis encuentros postconfinamiento. Sin embargo, la baja del central francés obliga a Zidane a rescatar de la trastienda al brasileño, ex del Oporto y Sao Paulo.

Hasta ahora, su primera campaña en Chamartín ha sido, en el mejor de los casos, silenciosa. Este domingo, la cornamenta de San Mamés le medirá un mes antes de la vuelta de los octavos de Champions frente al City. La ausencia de Ramos, expulsado en la ida, le coloca como el máximo aspirante a ocupar el centro de la defensa en el Etihad junto a Varane. En el Madrid no hay temporadas de adaptación ni espacio para el anonimato; antes o después, las circunstancias del calendario colocan a todos frente a un examen gordo. El suyo ha llegado.

En las peores fotos

Sus apariciones han resultado contadas, discontinuas (16 partidos jugados, 11 como titular) y con la puntería de aparecer en la foto de las peores actuaciones de los blancos. Salió de inicio la noche de septiembre que desencadenó las primeras turbulencias de la temporada, la contundente derrota en París (3-0), en lugar del capitán, sancionado. A los tres días, el técnico repitió elegidos en la espinosa visita al Sánchez Pizjuán, salvo a él, que se cayó por la vuelta de Ramos. También estuvo en Mallorca (1-0) en una suerte de Madrid B que nunca más volvió a intentar el entrenador en Liga. Sí lo hizo en la Copa del Rey, y con resultado funesto para sus intereses, 3-4 ante la Real Sociedad y con Militão de central.

Su última titularidad, ejerciendo de lateral derecho, fue en el gran gatillazo prepandemia en el Villamarín (2-1), donde el equipo perdió el liderato una semana después de haber ganado al Barcelona. Solo a principios de enero enlazó cuatro encuentros seguidos en el once (Athletic, Getafe, Sevilla y Unionistas), sobre todo por la baja de Sergio Ramos. En el regreso a la competición, apenas se le ha visto tres ratos ante el Eibar, Real y Getafe. “Estoy contento con Mili, es un jugador de presente y de futuro. Está trabajando para alcanzar el nivel de Varane y Ramos”, afirmó Zidane este sábado en rueda de prensa.

Si Militão ha vivido hasta ahora a la sombra ha sido también por la confianza innegociable del preparador galo en sus dos centrales titulares, sostén de una defensa que se ha mostrado decisiva en el área propia y también en la rival. Junto a Courtois y Casemiro, ha ayudado a cerrar su portería (es el conjunto menos goleado, 21); y hacia adelante tiene en nómina al segundo máximo anotador (Ramos, 11) y al tercer mayor asistente de la plantilla (Carvajal, siete). Hasta Nacho, cuarto central en número de minutos (solo 640), reclamó su momento con un cabezazo que inclinó la visita a Zorrilla. Acostumbrado a distanciarse de sus rivales por el ataque, el Madrid mancomunado del Zidane 2.0 marca distancias con la defensa, clave a un extremo y otro del campo. A San Mamés llega pelada y con el brasileño a examen, ocupando uno de los puestos sagrados del equipo. Lo necesitará especialmente porque arriba tampoco estará Hazard.

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