Mismo contacto, menos regates en la Bundesliga
La media de faltas y duelos se mantiene en Alemania en las cuatro primeras jornadas tras el parón, pero los desbordes registran sus números más bajos
Después de cuatro jornadas completas, la Bundesliga va dejando pistas del nuevo fútbol. Más allá de constatar una pérdida del factor campo (ocho victorias locales en 36 encuentros), sobre el césped no se percibe que el miedo al contacto físico afecte al desarrollo habitual de los partidos en cuanto al promedio de faltas o duelos directos, por ejemplo, aunque sí ha descendido el número de regates.
Si bien las estrictas normas que rodean a los partidos siguen promoviendo el distanciamiento social, con el balón los futbolistas siguen sin entender de metros de separación. Tras la reanudación, la Bundesliga mantiene unos promedios muy cercanos o incluso superiores en algunos aspectos a los de las 25 jornadas previas en lances del juego que implican el choque y el cuerpo a cuerpo. El número de faltas (26 por partido en estas cuatro fechas por las 24 de media previamente), los duelos (219 por 222), las recuperaciones (124 por 126) y las entradas (32 por 33) cotizan al alza con el paso de los encuentros, alcanzando ya los valores observados antes del parón.
“Todos jugamos sin miedo. Tan pronto como retomamos el contacto en los entrenamientos no me contuve”, reconocía Kevin Mbabu, carrilero del Wolfsburgo. Una normalidad futbolística que, en cambio, sí que arroja una tendencia novedosa que afecta especialmente a una clase de jugadores, los regateadores, que han notado un bajón en una producción ya de por sí mermada en los últimos años. En ninguna de las cuatro jornadas enteras que se han disputado se han superado los 160 regates, una barrera que se había rebasado con holgura en las 25 fechas previas, llegando incluso a pasar hasta en ocho ocasiones de los 200 dribblings en una sola jornada. La media resultante (16,86 regates por encuentro) se sitúa, por tanto, muy lejos de la alcanzada en el resto de la temporada (20,87).
“Tras un periodo tan prolongado sin trabajar con normalidad, sin una pretemporada en condiciones y sin ni siquiera jugar partidos amistosos es difícil volver y tener esa chispa que se necesita para superar a tu par en el uno contra uno”, explica Vicente Rodríguez, exjugador del Valencia que fue nombrado mejor extremo izquierdo del mundo por la FIFA en 2004. “Un balón perdido significa volver atrás, tener que recuperar a costa de un mayor desgaste para el equipo… En el fútbol actual se tiende a dar cada vez menos protagonismo al encarador puro. Y en un contexto como el de este final de campeonato tan novedoso parece que tendrá aún menos”, apunta.
La tendencia a la baja se manifiesta también en los regates intentados, que acusan en mayor medida el bajón. Hasta la 25ª jornada, los futbolistas de la liga alemana intentaban superar rivales en el uno contra uno casi 40 veces de media por partido, mientras que en las cuatro últimas fechas esa estadística se ha reducido hasta 32. Consecuencia de ello ha sido ha sido la limitación de las pérdidas de balón, que han pasado de rondar las 300 de media por encuentro a 275, y el incremento de los pases completados, de 720 por choque a 771.
“Viendo la Bundesliga, da la sensación de que se está tratando de llevar a cabo lo que conocemos como fútbol-control. Hay mucho en juego y muchos partidos en poco tiempo. Una mala semana te aleja de los objetivos y te deja sin tiempo para recuperar, por lo que los equipos parece que tratan de minimizar al máximo los errores para aprovechar los del contrario”, reflexiona Juan Vizcaíno, exjugador del Atlético y miembro del cuerpo técnico de Diego Pablo Simeone hasta 2018. “No se intenta conseguir tantas superioridades en el uno contra uno a costa de arriesgar un poco más y poder dejar descolocado al equipo. Se nota, sobre todo, en las primeras partes, y es algo que beneficia a los grandes, que con el paso de los minutos van decantando los partidos a su favor”, recalca Vizcaíno.
Vicente apunta también a la “falta de confianza” como un factor clave para creer que la tendencia en la Bundesliga será extrapolable a los demás campeonatos. “Defender siempre será más fácil que atacar y crear. Cuando no estás del todo bien físicamente e intentas hacer cosas más complicadas, lo más normal es que pierdas el balón en una zona que puede ser comprometida para tu equipo”, concluye.
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