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El enredo europeo de la final de la Copa del Rey

La UEFA pide jugar antes del 3 de agosto para asignar la plaza continental, pero Athletic y Real quieren hacerlo con público

Aficionados de la Real decoraron su balcón el pasado 18 de abril, fecha en la que debía haberse disputado la final de Copa.Vídeo: JAVIER ETXEZARRETA (EFE) / ATLAS
Jon Rivas

La UEFA ha metido en un callejón sin salida a los finalistas de Copa, el Athletic y la Real, que tendrán que pensárselo bien a la hora de sopesar las posibilidades de jugar sin público en la fecha más próxima posible, o hacerlo con sus respectivas aficiones en las gradas (como pretenden), fuera ya del plazo exigido por la máxima autoridad del fútbol continental. Aunque el regreso de la competición sigue cogido con pinzas, la UEFA ha determinado, y así se lo ha hecho saber a la Federación Española, que si la competición finalmente se reanuda, la final de Copa tendrá que jugarse —con público o sin él— antes del 3 de agosto para que la plaza europea en juego se adjudique a uno de los finalistas.

Según las normas de competición, la Liga Europa adjudica plazas al quinto y al sexto clasificados, y además, otra al campeón de Copa, salvo que termine el campeonato liguero entre los seis primeros. En ese caso, la tercera plaza que le corresponde a España sería para el séptimo de LaLiga. En este momento, el séptimo es el Valencia, pero esa plaza no sería para ellos si la competición liguera no se reanuda. Ese supondría el escenario ideal para los equipos vascos que disputan el título de campeón de España. Si por las circunstancias excepcionales que concurren, se suspenden las competiciones como ha sucedido en otros países, entonces prevalecería la decisión de la Federación de adjudicar la tercera plaza de la Liga Europa al Athletic, ya que la Real Sociedad jugaría la Champions al estar clasificada en cuarto lugar (el Athletic es décimo).

El Valencia protestó ante la UEFA por este criterio, pero el organismo europeo dejó en manos de las federaciones nacionales la adjudicación de los puestos europeos, salvo en caso de que, tal como apuntan las decisiones tomadas por su grupo de trabajo, “los equipos fueran seleccionados de conformidad a un procedimiento que no fuera objetivo, transparente y no discriminatorio, de modo que los clubes seleccionados no pudieran considerarse clasificados por sus méritos deportivos, o existiera una percepción pública de injusticia en la clasificación del equipo”.

El séptimo

La UEFA autoriza que la final de Copa se pueda jugar en otras fechas, incluso la temporada próxima, pero la plaza europea será para el séptimo si la competición se reanuda. Claro que el séptimo clasificado de LaLiga aún no está definido.

Ahora, la responsabilidad queda para los clubes, que no se han pronunciado después de conocer la directiva de la UEFA. Antes lo habían hecho, y pactaron, junto con el presidente de la Federación, Luis Rubiales, que se jugaría en Sevilla y con aficionados en las gradas. El premio de una Liga Europa que además puede comenzar a puerta cerrada tampoco parece muy goloso.

Mientras, en Vitoria, el alcalde, Gorka Urtaran, impulsa la idea de que el estadio de Mendizorroza pueda acoger la final si esta se disputa finalmente sin público.

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