El Espanyol también despide a Machín
Con el equipo hundido y un guirigay en los despachos, el club firmará al tercer técnico del curso para que se estrene en el derbi
Pablo Machín llegó como una bombona de oxígeno tanto para la afición como para el vestuario del Espanyol. El equipo no jugaba a nada, perdidos los futbolistas ante la absoluta libertad que les daba para la toma de decisiones el técnico David Gallego. Comprensiva con las quejas del camerino y anclado el equipo en el descenso, el área deportiva decidió dar el relevo en el banquillo a inicios de octubre, con todo por decidir. Y, aunque al principio fue un flechazo, no pasó de un romance fugaz, escenificada ayer la ruptura con el despido de Machín, que ha firmado los peores registros históricos en el banquillo blanquiazul, con cinco puntos de 30 posibles [Gallego, 5 de 24]. Marca solo igualada por Jaume Sabaté en la temporada 1990-1991. Por lo que alcanzadas las navidades, el Espanyol ya ha despedido a dos técnicos y comenzará el año a cinco puntos de la salvación y con una nueva hoja de ruta por definir, por más que se antepongan dos nombres: Abelardo y Francisco Rodríguez. Además, Luis García y Juan Antonio Pizzi quedan en la recámara.
La debacle del equipo frente al Leganés (2-0) desagradó de formar superlativa a la mesa ejecutiva del Espanyol, reunida y desesperada en Butarque. Figuras que asumen el peso del área deportiva en medio del guirigay porque se despidió al director general corporativo, Roger Guasch, además de degradar a Óscar Perarnau de director general deportivo a secretario técnico. Así, tras la última derrota, los consejeros Carlos García Pont y Mao Ye Wu, además del director de fútbol profesional, Rufete, decidieron junto al presidente, Chen Yansheng, dar un último viraje al banquillo para tratar de reactivar a un equipo que no se ajusta a las pretensiones técnicas. Entre otras cosas, porque lamentaban la falta de consignas de Gallego del mismo modo que también han discutido el sistema de Machín, inflexible en su idea de utilizar a tres centrales, un dibujo que no ha funcionado. Además, la relación con los jugadores estaba viciada. Tras la derrota ante Osasuna, Machín acusó a sus futbolistas de “pipiolos”, además de señalar su falta de “actitud y capacidad”.
Declaraciones que el vestuario digirió con dificultad, pero que remarcaron la falta de entendimiento. “En todo momento he hecho lo que he considerado mejor para el equipo y el club. Aunque en el fútbol a veces no es ‘buen trabajo=resultados’, pero tenemos que seguir adelante. Tenéis que seguir adelante. Hay tiempo para conseguir el objetivo y los refuerzos ayudarán”, escribió Machín en su mensaje de despedida a través de las redes sociales.
La última vez que el Espanyol recurrió a tres técnicos en una misma temporada —no se cuenta la 2012-13, cuando Longhi actuó en un partido de interino, a caballo de Aguirre y Pochettino— fue en el curso 2008-09, cuando lo empezó Tintín Márquez, no lo corrigió Mané y lo salvó Pochettino. Ahora, desde el Espanyol destacan la absoluta profesionalidad de Machín, pero también indican que solo se ha dedicado al primer equipo sin involucrarse en el día a día de la entidad, poco atento a los actos sociales porque aún se le espera en la reunión que hubo hace poco con las peñas. “Despedirse de un club nunca es fácil, menos aun cuando confías en un proyecto y centras todo tu esfuerzo y trabajo en él”, señaló Machín 75 días después de su llegada, con las únicas alegrías de superar las eliminatorias en la Liga Europa y la tercera fase de la Copa.
Ahora, el Espanyol trabaja en cuatro nombres para arreglar un desaguisado de difícil solución: Francisco Rodríguez, que el curso pasado revolucionó al Huesca y casi lo salva de un descenso asegurado; Abelardo, que dirigió en el Sporting y el Alavés; el exjugador Luis García, que dirige al Juvenil División de Honor de la Damm y que atrae porque sería una fórmula similar a la de Pochettino —poca experiencia pero identificación total con el club—; y Juan Antonio Pizzi, que fue compañero de Rufete en el Valencia (2104) y que ya ha dirigido al propio Valencia y a la selección de Chile, además de a Colón, San Lorenzo y Rosario Central en Argentina. Una decisión que marcará el futuro inmediato el Espanyol, que hace 25 años que no juega en Segunda y que en el próximo envite —4 de enero— recibirá al Barça.
El femenino, colista de la Liga Iberdrola
El Espanyol es último en LaLiga a cinco puntos del Mallorca, que marca la línea del descenso. Una penalidad que también sufre el conjunto femenino en la Liga Iberdrola, pues va último, todavía sin haber obtenido triunfo alguno y con solo tres empates —el último alcanzado el domingo en campo del Levante—. Registros que también propiciaron el despido del entrenador Salvador Jaspe, relevado hace dos jornadas por el exjugador Jordi Ferrón.
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