Campazzo desbarata la pizarra de Messina
El Real Madrid desmonta al Armani Milán (76-67) y logra su noveno triunfo consecutivo en la Euroliga con otra exhibición del base argentino
La racha del Real Madrid en la Euroliga ya alcanza las nueve victorias consecutivas para un total de 11 en 14 jornadas. El plan de Messina y Sergio Rodríguez acorraló al conjunto de Laso durante más de media hora, pero Campazzo rompió los grilletes del Armani y destartaló la obra rival. Del 30-39 de la primera mitad al 46-28 del segundo hubo una diferencia: la iluminación incontenible del Facu (siete puntos, tres robos y 12 de las 21 asistencias de su equipo). Creció el conjunto italiano dominando el rebote (32-42) y no se rindió hasta los últimos metros, pero fue incapaz de atajar la determinación del base argentino, que desató en su huida a Randolph y Deck para completar la misión. Otra defensa territorial del Madrid, que en este 2019 solo ha pérdido un partido como local en la Euroliga (la intrascendente derrota ante el Zalgiris en la última jornada de la temporada pasada).
Se cruzaban en el Palacio dos equipos con inercias opuestas. El Armani de Messina, que comenzó la competición con seis triunfos en las primeras siete jornadas, llegaba al choque con una racha de cinco derrotas en los seis partidos precedentes. El Madrid de Laso, por su parte, se presentaba con ocho victorias consecutivas, igualando la cifra del arranque del curso pasado. Con el triunfo ante el Milán llegó la novena, su mejor secuencia con este formato de competición, las mismas que sumó en el curso 2016-2017 entre la jornada 15 y la 23. Desequilibrios en cuanto a agobios clasificatorios en una noche de reencuentros, con otro regreso del Chacho al escenario donde su juego se convirtió en el póster de los primeros años del Lasismo, y con Scola abrazando a sus discípulos albicelestes, Campazzo, Deck y Laprovittola, tras la plata mundialista. Reunidos en torno al pívot del Olimpia, que el próximo abril cumplirá 40 primaveras, los tres madridistas pasaron los prolegómenos del duelo como quién escucha boquiabierto los consejos y batallas de sus mayores al calor de la chimenea. Una estampa prenavideña que dio paso a un mano a mano reñido y trepidante.
Messina se guardó de salida a Sergio Rodríguez, que se presentaba en Madrid con sus mejores números en sus 10 campañas en la Euroliga: 14,8 puntos, 5,8 asistencias y 16,4 de valoración, y el centro de las operaciones se trasladó a la pintura con Micov y Scola tirando de experiencia en su duelo con Randolph y Tavares. El pívot argentino cometió dos faltas en menos de cuatro minutos, pero el Armani mantuvo la iniciativa en la puesta en escena gracias a una solidaria y aplicada defensa de ayudas que logró espesar el ataque blanco y a su holgado dominio del rebote (10-17, m. 8). Solo dos capturaron los de Laso en el primer cuarto por 10 de su rival. Sin embargo, el Madrid se agarró al marcador con tres bingos desde el triple, dos de Randolph y uno de Rudy, para frenar la carrerilla de un equipo que, para entonces, ya se movía al son del Chacho (18-21, m. 10).
REAL MADRID, 76 - ARMANI MILÁN, 67
Real Madrid : Campazzo (7), Causeur, Deck (13), Randolph (16), Tavares (7) —equipo inicial—, Mickey (15), Rudy Fernández (4), Taylor (3), Laprovittola (7), Thompkins, Carroll y Mejri (4).
Armani Milán: Cinciarini, Micov (22), Burns, Brooks (2), Scola (11) —equipo inicial—, Tarczewski (8), Sergio Rodríguez (6), Roll (4), Gudaitis (9), Mack (5) y Moraschini.
Parciales: 18-21; 12-18; 24-13; 22-15.
Árbitros: Sreten Radovic (CRO), Sasa Pukl (SLO) y Joseph Bissang (FRA).
WiZink Center, 8.933 espectadores.
Laso recurrió a los grilletes de Taylor para atajar a Sergio Rodríguez que, al poco tiempo se fue al banquillo tras recibir una técnica. Pero el conjunto italiano consolidó su inercia optimista con los puntos de Micov, el dominio de Tarczewski en la pintura y la brega productiva de Gudaitis y Brooks. Se perdió el Madrid con la brújula de Laprovittola y se disparó el Milán en el marcador (24-37, m. 16). Ni el debut de Mejri, ni las apariciones en pista de Carroll y Thompkins lograron desatascar a los blancos, desajustados en defensa y precipitados en ataque. La ansiedad del propio Mejri, espoleado por la grada en su vuelta, resultó la metáfora de un equipo que se movía a fogonazos, mezclando la velocidad con las prisas en su persecución. Apenas un 6-2 de parcial antes del viaje a vestuarios alivió a un Madrid a contrapié, inferior en el rebote (11-21), en los porcentajes de tiro (11 de 32), en las sensaciones y en el marcador (30-39, m. 20). Echaban de menos los de Laso el vigor productivo de un Deck destemplado y alguna veta anotadora en un repertorio achatado como pocas veces este curso (12 puntos en el segundo cuarto).
El Madrid necesitaba remangarse en defensa y encontrarse en ataque y Laso reunió a Taylor, Deck, Randolph y Tavares junto a Campazzo, para empezar el rearme desde atrás. Con otra dosis de Scola (cinco puntos en los tres primeros minutos de la reanudación), el Armani retrasó la embestida blanca. Sin embargo, Campazzo encontró el punto de ebullición, Randolph siguió afinando y Deck y Tavares comenzaron a percutir. La carga madridista, sustentada en una defensa voraz, alcanzó un 16-4 de parcial entre el minuto 22 y el 27, con cinco puntos y cinco asistencias del Facu y otro par de triples de Randolph en ese tramo. Del 33-44 al 49-48 en un santiamén para hacer sentir al Milán la presión y coger carrerilla ante la recta de meta (58-52, m. 31). Scola y el Chacho dieron un paso al frente mientras sus compañeros padecían de miedo escénico. La renta local creció hasta el +9 tras un triple de Laprovittola (63-54, m. 33), pero no se rindió el Armani, que tuvo la bola para ponerse a dos a falta de cuatro minutos. Un espejismo que se evaporó con el regreso a pista de Campazzo. El base más determinante de Europa se desmonteró con otro puñado de asistencias y remató su faena para sellar el noveno triunfo consecutivo continental del Madrid.
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