Manu García, emblema del Alavés
El capitán, que llegó a Primera a los 29 años, fue el héroe de la temporada pasada con su gol al Real Madrid en Mendizorroza
El gol que le marcó Manu García al Real Madrid en Mendizorroza, en octubre del año pasado (1-0), se plasmó en una camiseta conmemorativa con el esquema de la jugada. Por poco más de 20 euros, los forofos del Deportivo Alavés pudieron conservar el recuerdo elaborado por una firma de ropa deportiva que se dedica a reproducir sobre la prenda de algodón, un puñado de jugadas simbólicas: el gol de Sergio Ramos al Atlético en la final de la Champions, el de Iniesta al Chelsea, el de Nayim al Arsenal o, el último, el de Aduriz al Barça esta misma temporada.
Y el de Manu García, claro. Fue en el minuto 92, a la salida de un córner, y en Vitoria lo recuerdan en vísperas del regreso de un Real Madrid muy diferente a Mendizorroza este sábado (13.00, Movistar LaLiga). “El gol de la temporada pasada es uno de esos momentos bonitos que te regala el fútbol”, asegura el centrocampista y capitán del Alavés, de 33 años, que siempre quiso jugar en el equipo de su ciudad, pero al que las circunstancias le llevaron durante mucho tiempo por otros caminos. “Tenemos que valorar ese gol, y disfrutar cuando llegan estas situaciones inolvidables”, dice, pero recuerda también que, “es pasado y ya no suma nada para lo que queda de temporada”.
No era la primera alegría de Manu frente al Real Madrid. En noviembre de 2008, todavía un chaval, participó como titular en la alineación del Real Unión que eliminó en el Santiago Bernabéu al equipo que entonces dirigía Bernd Schuster. Manu ya se había convertido en un trotamundos. Comenzó en la Real Sociedad B, durante tres temporadas; después se incorporó al Girona, en Segunda, pero no pasó el corte de la pretemporada y recaló en el Eibar, que le cedió al Real Unión.
Participó en la hazaña del Bernabéu y en el ascenso a Segunda después de 40 años. Fue titular indiscutible y marcó ocho goles, pero no pudo disfrutar de la nueva categoría, porque el Eibar, que descendió a Segunda B, le repescó. De nuevo fue importante para el equipo armero, aunque se les cruzó el playoff y no subieron. En 2010, después de no ser inscrito por el Eibar en Liga, aceptó la oferta del UD Logroñés. Seguía en Segunda B, aunque tras una gran campaña, por fin pudo fichar por el Alavés y jugar como titular en Mendizorroza, sin ascender de categoría, aunque su fortuna empezó a cambiar ese año.
El Alavés subió en la promoción frente al Jaén. Después de un año en Segunda, se jugó el descenso en un partido agónico otra vez ante el equipo jiennense. Perdían 1-0 en el minuto 84, ganaron 2-3 en el 93. Definitivamente, el destino de Manu García había cambiado. En 2015, ya como capitán, el equipo vitoriano ascendió a Primera. “Estoy muy contento, soy un Manu García muy diferente de cuando llegué. He evolucionado mucho desde que vine a Vitoria. Soy un jugador que me adapto a muchas situaciones, eso me lo ha dado la experiencia y el querer aprender siempre”, apuntaba esta misma semana.
Manu García, que debutó en Primera con 29 años, está siendo una de las piezas importantes para Asier Garitano, su entrenador. Sabe que su equipo sufrirá frente al Madrid. La opción del Alavés pasa por “ser como una roca y estar muy juntos”. Sabe el capitán del Alavés que tendrá que vigilar a mucha gente: “Benzema lleva una temporada fantástica; Hazard está cogiendo un nivel que da gusto verle jugar… Va a ser muy complicado. ¿Que si podemos repetir? Sí, pero debemos hacer las cosas muy bien, acertar mucho y que el Real Madrid no tenga su día”.
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