El Atlético rasca un empate de oro en la Academia del City

Un Atlético pastoso y con poca luz encontró oro en el minuto 80 en la Academia del Manchester City. La mexicana Charlyn Corral, que hasta entonces había pasado por el partido sin decir ni pío, embocó en el área pequeña un pase de Ludmila da Silva, la mejor con diferencia de las rojiblancas. La acción, surgida casi de la nada cuando ya se escribía el acta de un encuentro aburrido y tostón, coloca a las españolas en una buena posición para lograr algo que nunca han conseguido: superar la ronda de octavos de la Champions.

Todo lo bueno del equipo de Pablo López, que apenas suma una semana en el banquillo, pasó por los pies de la brasileña. Suyo fue medio empate gracias a su jugada por la línea de fondo y en el 85 casi anotó el segundo en otra acción personal. A la defensa citizen, liderada por la capataz Steph Houghton, solo se le alteró el pulso con las cabalgadas de esta delantera de planta intimidadora.       

Hasta este miércoles, el City contaba todos sus duelos por victoria y apenas había encajado un gol (en el 1-7 de Liga de Campeones contra el Lugano). Pronto se enteró el Atlético de por qué. Durante 80  minutos no encontró prácticamente ningún camino a la portería rival en jugada hilada. La tuvieron las rojiblancas por partida triple nada más empezar en una falta al borde del área: la portera Roebuck le sacó el golpeo a Ángela Sosa, Linari estrelló el rechace en el larguero y a la tercera, de Tounkara, tampoco fue la vencida. Ahí, en esa acción a balón parado, se acabó prácticamente el ataque de las españolas hasta los últimos diez minutos.

Durante buena parte del choque, el Atlético se perdió primero en un intento de juego de toque plano e inocuo, y después, hasta esa tormenta final, se diluyó ante un City cuyo único plan era que nada ocurriera. Solo las apariciones episódicas de Ludmila a campo abierto agitaron a las visitantes. 

En las locales tampoco hubo florituras, ni las pretendieron. Se sintieron a sus anchas con su plan de secar al Atlético y aprovechar lo que se fabricaron en ataque. Una pelota filtrada de Scott en el minuto 13, ligeramente mordida por la defensa, llegó a Beckie, que la colocó por toda la escuadra. Medio minuto antes, la canadiense pudo anotar el primero en un tiro cruzado que sacó con el pie Van Veenendaal. El bingo reforzó la hoja de ruta inglesa, que metió otra vuelta a su candado en defensa y reforzó sus intenciones de que sucediera lo menos posible. E incluso, en un escorzo de Scott en el 30, aún pudo hacer el segundo.

La segunda parte acentuó las dificultades de las españolas. Solo un tiro de Ludmila, otra vez ella, en el 52 inquietó a Roebuck. Hasta la descarga de última hora. La brasileña progresó por la línea de fondo de la parte derecha superando a una tierna Stokes, la puso atrás y Charlyn ejerció de cazagoles. Al City le entró el pánico porque, en un pestañeo, había dejado de tenerlo todo atado y bien atado. Y todavía pudo perder. La eliminatoria se encuentra como la del año pasado entre estos mismos equipos en dieciseisavos de final, aunque con los papeles cambiados. Esta vez les toca a las británicas arreglar en la vuelta el 1-1 de la ida en casa.