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Ardie Savea, unas gafas para evitar la ceguera

Los All Blacks, con los tres hermanos Barrett en el XV inicial, arrollan (63-0) a Canadá el día en que su ‘flanker’ estrenaba el accesorio

Ardie Savea antes del partido contra Canadá.
Ardie Savea antes del partido contra Canadá.Aaron Favila (AP)

La tecnología, un apartado en el que el rugby presume de deporte pionero, ha logrado otro hito de inclusión. El ‘flanker’ neozelandés Ardie Savea tiene una pérdida de visión en el ojo izquierdo que se ha agudizado severamente con los años. Consciente del riesgo en su deporte –máxime en su posición, en primera línea de fuego– ha optado por unas gafas protectoras. “Si perdiera el ojo derecho, podría quedarme potencialmente ciego. Tengo una niña pequeña, espero tener más hijos y una gran familia, así que quiero conservar la vista”, explicó en la víspera del encuentro de su selección ante Canadá, que fue arrasada este miércoles en el choque más desigual del Mundial.

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Las gafas protectoras fueron una misión personal del irlandés Ian McKinley. Tras una grave lesión y un posterior desprendimiento de retina, el apertura se retiró por miedo a cualquier lance que le dejase ciego. Se marchó a Italia y estrenó un prototipo que le permitió volver a competir, hasta el punto de ser convocado con Italia. Participó activamente con un fabricante y convenció a las instituciones del rugby.

El ejemplo de McKinley, que no ha sido convocado con Italia para el torneo, se expandió a otros jugadores como el francés Florian Cazenave y en el rugby amateur. Que un jugador de los All Blacks las porte en la cita más mediática legítima un accesorio aprobado este año por World Rugby, la federación internacional.

No hay noches anodinas para los All Blacks, ni ante rivales dóciles como Canadá. Así lo entonaban los tambores que anunciaban su salida al estadio de Oita. Entre las 15 camisetas negras estaban los hermanos Jordi, Scott y Beauden Barrett, todo un hito. Ocurrió antes con los Vunipola tonganos (1995) o los Pisi samoanos en 2015, aunque no llegaron a coincidir. La heráldica no es casual en los All Blacks porque no solo jugaron, sino que cada uno se fue a la ducha con su ensayo. Y eso que a Beauden y Scott se les escapó el balón en otras dos acciones pintiparadas.

El duelo sirvió de prueba al seleccionador Steve Hansen de cara a los cruces. Fue una oportunidad para Rieko Ioane, dueño del puesto de ala en los dos últimos años hasta que George Bridge le quitó el sitio. La competencia es feroz en la inagotable fábrica neozelandesa. En su gran dilema, el técnico juntó al apertura Richie Mo’unga y a su par Beauden Barrett, desplazado al puesto de zaguero. Aunque este último se ha erigido en figura mundial como número 10, Mo’unga se ha ganado el puesto en los Crusaders, la mejor franquicia neozelandesa. La pregunta es si la prestación global mejora pese a que Barrett baje su aportación fuera de posición.

Estados Unidos tutea durante una hora a Francia (33-9)

El XV del Gallo jugó con fuego, pero salió sin heridas de su duelo ante Estados Unidos en Fukuoka. La férrea defensa americana y el bajo ritmo ofensivo de los galos estrechó el marcador sobremanera. Francia solo ganaba por tres (12-9) a cuarto de hora del final y bordeó una derrota histórica. La salida del medio-melé Baptiste Serin revitalizó entonces a su delantera. Con un ensayo de Fickou y otro firmado por él mismo, solventó el duelo en apenas tres minutos y aseguró el punto bonus de los cuatro ensayos, detalle nada menor en un grupo que comparte con Argentina e Inglaterra en pos de dos plazas en cuartos. Tras vencer a los Pumas, los galos aguardan el duelo del sábado entre sus dos rivales.

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