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Los estirones de Neto

El meta, que casi deja el fútbol por su crecimiento tardío, llega al Barça para ser suplente de Ter Stegen como lo fue de Buffon en la Juve

Jordi Quixano
Neto, durante un encuentro con el Valencia.
Neto, durante un encuentro con el Valencia.Visionhaus

La decisión de Marcelino de poner bajo los palos a Jaume Doménech en los duelos importantes del final de la temporada pasada fue determinante para que Norberto Murara, Neto (Araxá, Brasil; 29 años), decidiera marcharse del Valencia. Titular hasta entonces pero a la gresca con el entrenador, no hubo problemas en el Valencia para aceptar su renuncia. Y como la prioridad de Marcelino era Cillessen, el Barça entendió que le alcanzaba con un trueque —el Valencia paga 35 millones y el Barça abona 29 fijos más otros seis en variables— para mantener la calma en la portería, también la garantía de que Neto responderá si Ter Stegen falta en algún encuentro.

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De niño, Neto perseguía a su padre a todas partes porque siempre le fascinó la portería y él estaba bajo los palos del Joinville, club brasileño con el que conquistó siete títulos. Vestía sus camisetas, se ponía unos guantes que eran más grandes que su cara y fantaseaba con estiradas que con el tiempo se fueron haciendo realidad. “Siempre tuvo un don”, le reconoce su padre, Norberto Antonio, apodado El Hormigón. Un talento que exhibía por el barrio —“hasta en las pachangas con los amigos me ponía los guantes. Yo vine al mundo para ser portero”, explica— y que no pasó desapercibido para el Cruzeiro, que le reclamó para una prueba. Después de que cogiera el avión solo y le guiara un amigo de su padre por Belo Horizonte, el Cruzeiro le fichó de inmediato. Pero preocupaba mucho su corta estatura y con el paso del tiempo decidieron prescindir de él al ver que no pegaba el estirón.

La misma preocupación existía en el Atlético Paranense, donde fue tras el Cruzeiro. “Medía 1,65 metros y el resto de compañeros le pasaban un palmo”, recordaba su padre al rotativo Gauchazh Geral brasileño. Por lo que, cansados de la preocupación, pidieron que le hicieran una prueba médica de altura, que confirmó que alcanzaría el 1,93 metros que calza en la actualidad. Coincidió, además, que después del test comenzó a crecer en estatura y en el tapete, por lo que llegó a debutar en el primer equipo. Suficiente para que la Fiorentina lo fichara.

“Es muy completo”

No fueron sencillos sus inicios en Italia, suplente de Emiliano Viviano durante un año y medio. Pero con su marcha recogió los guantes y se asentó bajo los palos hasta ganarse un contrato, en 2015, con la Juventus. “Cuando fiché, iba con intención de ser titular aunque estuviera Buffon”, señalaba hace poco Neto. Pero perdió la partida y dos años más tarde aceptó la oferta del Valencia, donde ha mostrado su capacidad para los balones aéreos, sus reflejos en las bolas bajas y también su manía de despejar antes que atrapar el balón. “Es muy completo”, sentencian desde el Barcelona.

Otro asunto es que no se sabe si Neto aguantará la suplencia, toda vez que es público que Ter Stegen está por delante. Le doblan el sueldo y le dan la posibilidad de ganar títulos. Y con eso, por ahora, basta para que Neto acepte dar su último estirón.

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