La policía busca conexiones en los robos en casas de futbolistas
En un año se han asaltado viviendas de más de 10 jugadores mientras estos estaban en los estadios
Están especializados en viviendas de lujo. Actúan con rapidez, van armados y siempre lo hacen cuando saben que los jugadores están disputando algún encuentro. Esta es la constante que se repite en la mayoría de asaltos a viviendas de futbolistas el último año. Más de una decena. Ya se habla de “oleada”. El último, el del jugador del Atlético de Madrid, Álvaro Morata, el pasado sábado, mientras jugaba con la selección española en las islas Feroe. Los atracadores entraron en la vivienda, ubicada en el lujoso barrio madrileño de La Moraleja, encapuchados y armados. Se llevaron una importante cantidad de dinero y objetos de valor en presencia de la mujer del jugador, Alice Campello, que se encontraba con sus dos niños y su cuidadora en la casa. “Me va a costar reponerme del susto”, diría después.
Fuentes policiales cuentan con escepticismo que “se está analizando” si pudiese existir algún tipo de relación entre los diferentes asaltos sufridos por futbolistas en los últimos tiempos, “aunque no se ha encontrado nada, hasta el momento”. Según las mismas fuentes, los robos con fuerza o con violencia vienen aumentando en los últimos años “porque son mucho más sencillos y entrañan menos riesgos que atracar un banco o una joyería, y los tiempos de crisis han llevado a que haya mucho dinero en B y que la gente guarde mucho en casa; los malos han cambiado el objetivo y saben que, muchas veces, las medidas de seguridad son escasas o defectuosas”, señalan.
Sin embargo, “en el caso de los robos en Valencia, sí podría tratarse la misma banda”, señala otra fuente policial. Solo en el mes de abril pasado asaltaron las casas de Ezequiel Garay, de sus compañeros del Valencia, Gabriel Paulista y Geoffrey Kondogbia; y de Funes Mori y Toko Ekambi, del Villarreal. En todos los casos los ladrones aprovecharon los días de concentración y las horas de partido. Al igual que en el caso de Morata, la mujer de Garay, Tamara Gorro, se encontraba en casa durante el intento de robo. Ella alertó a la policía. Y también explicó que se trataba de encapuchados armados con mazas que intentaron romper las ventanas. Lo mismo ocurrió en el caso de la mujer de Ekambi, mientras este jugaba contra el Leganés. También se trataba de chalets de lujo en la exclusiva urbanización de Torre en Conill, en la localidad de Bétera (Valencia), donde se reforzaron las medidas de seguridad.
“Estos palos vienen siempre de una información de dentro, alguien cercano al objetivo facilita información a cambio de dinero, pero los futbolistas son solo un ejemplo más”, advierten. “Casi todos los días hay asaltos a viviendas de lujo, y también a empresarios y gente del espectáculo, por ejemplo; en el caso de los futbolistas, al ser personajes públicos se sabe cuándo están en sus casas y cuándo no”, explican las mimas fuentes.
La policía asegura que “ahora hay de todo en este negocio: bandas del Este, españoles, latinoamericanos..., pero no se puede decir que hayan venido organizaciones de fuera para cometer este tipo de asaltos”, explican. Responsables de seguridad de LaLiga descartan que se trate de una sola organización dedicada a asaltar viviendas de jugadores. “Puede que en algunos casos vayan expresamente a esa casa, y en otros, puede ser una coincidencia”, dicen.
En abril fueron asaltadas las casas del capitán de Betis, Joaquín Sánchez, y la de su compañero William Cavalho, mientras jugaban un derbi contra el Sevilla. En 2008, asaltaron siete casas de miembros del Sevilla. En febrero de 2019 le tocó el turno en Madrid al jugador blanco Raphael Varane (70.000 euros); y en Barcelona, al centrocampista azulgrana Coutinho y al delantero blaugrana Kevin Prince Boateng (400.000 euros). El último día del mes, entraron en la casa del jugador del Real Madrid Karim Benzema, mientras disputaba el clásico contra el Barça.
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