El Sevilla deja al Athletic sin Europa
Íñigo Martínez tuvo la séptima plaza en sus botas con un disparo al larguero en el alargue y los andaluces son sextos
No hubo empate como se vaticinaba. El Sevilla, sin grandes alargues, con un equipo lleno de bajas, derrotó a un Athletic muy espeso, que jugó un partido flojo y dilapidó sus opciones europeas. Lo cierto es que el choque del cuadro vasco fue pésimo, sin arriesgar lo más mínimo, con futbolistas importantes que no aportaron casi nada en la soleada tarde sevillana. Después de un primer tiempo muy amistoso, un gol de Ben Yedder desató las hostilidades. El Athletic lo intentó, sobre todo a medida de que llegaban malas noticias para sus intereses desde Barcelona, con los goles del Espanyol que le dejaban fuera de Europa. Hubo dos opciones claves que dilapidaron sus sueños continentales. El primero, cuando Sánchez Martínez decretó penalti por mano de Mercado tras remate de Ibai. La revisión posterior del colegiado demostró que la mano era involuntaria. La segunda oportunidad tuvo tintes dramáticos. En el alargue, después de un saque de esquina, Íñigo Martínez se encontró con un balón franco al borde del área pequeña. Su lanzamiento, con todo a favor, fue al larguero. Un duro final para un equipo que ha realizado una impresionante segunda vuelta, pero que se queda con un mal sabor de boca al haber tirado por la borda la séptima plaza. Justo después del remate de Íñigo, con todo el Athletic roto, Munir marcó a placer. Las malas lenguas, que apuntaron a un arreglo entre los dos equipos, quedaron enterradas. Ganó el Sevilla, que quedó sexto, y el Espanyol será séptimo mientras los vascos no tienen más remedio que lamerse sus heridas.
Hubo algunos factores que alteraron el posible pacto de no agresión entre el Sevilla y el Athletic en la primera mitad. El empate satisfacía los objetivos de ambos conjuntos y tanto el ritmo como la intensidad empleada por ambas escuadras parecían dar por buena la igualada. El primer tiempo, simplemente, tuvo 40 minutos de absoluto tostón, con dos equipos entregados a la contemplación y más que satisfechos con el punto, que colmaba las apetencias de un Sevilla hundido por los goles del Valencia y premiaba la gran remontada del Athletic en una espectacular segunda vuelta. Solo Raúl García, con una entrada muy dura a Jesús Navas, decidió hacer la guerra por su cuenta. Es increíble la competitividad de este futbolista, que saca de quicio a los rivales y es todo un ejemplo de correcta utilización de sus recursos futbolísticos. No es rápido ni técnico. Pero compite como pocos. El Sevilla, plagado de bajas, con un Nervión con una pobre entrada, se rebeló algo ante las acometidas de Raúl García.
A los 32 minutos, Escudero remató muy bien un saque de esquina sacado por Aleix Vidal. Fue un aviso de los andaluces ante un Athletic muy indolente, algo aplatanado y satisfecho con el empate que se daba entre el Espanyol y la Real Sociedad. El otro factor que alteró el orden establecido fue Jesús Navas. Incansable, el internacional, convocado de nuevo por Luis Enrique y su equipo, fue un peligro por su banda a pesar del doble lateral (Balenziaga y Yuri) impuesto por Garitano. Primero se sacó un disparo que salió fuera por poco. Luego, su pase al área fue rematado sobre su propia puerta por Yeray. Ben Yedder, gol 18 en LaLiga, anotó en el rechace de Herrerín. Primer tiro a puerta y gol del Sevilla.
El Athletic jamás se sintió cómodo en el partido. Con un ritmo muy bajo, con Williams desaparecido y Muniain hecho un lío, solo la intensidad de Raúl García lo mantenía con cierta vida. Bastante hizo el Sevilla con sostenerse sin centro del campo, lesionado Rog y con un doble pivote inédito con Amadou y Gnagnon. Resistió el Sevilla con dignidad, impulsado por un Navas impresionante, hasta que primero lo salvó el VAR y luego el larguero. Apenas cinco centímetros evitaron que el Athletic empatara y quedaran todos contentos en Nervión. Íñigo Martínez se derrumbó. No hubo ya fuerzas para defender una jugada en la que el Sevilla salió en tromba e hizo el segundo. Partido 61 del conjunto andaluz y sexta posición. Lejos del ansiado cuarto puesto, lo justo para cumplir. El Athletic dejó pasar una gran ocasión. Nunca fue de verdad a por el triunfo, que le aseguraba la séptima plaza. Jugó demasiado con los resultados y se quemó. Un triste colofón para un ejercicio que, no obstante, era sinónimo de catástrofe al filo de la primera vuelta, justo cuando el Sevilla llegó a sacarle 16 puntos de ventaja.
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