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Champions League - cuartos - jornada 1Así fue
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El City se apaga sin Bernardo Silva

Lastrado por la baja del portugués, lesionado a última hora, el equipo de Guardiola no encuentra el sitio ante el Tottenham, que pierde a Kane y se impone con Son

Diego Torres
Son remata el 1-0.
Son remata el 1-0.Marc Atkins (Getty Images)

El cartel anunció el duelo de dos de los jugadores más en forma del mundo. Harry Kane y Bernardo Silva se aproximaban a su cita en los cuartos de la Champions como al umbral que separa la excelencia de la gloria. El escenario cambió por completo según pasaban los minutos. El portugués sufrió un problema físico en el último entrenamiento antes de viajar a Londres y en su lugar Guardiola alineó a Riyad Mahrez en el extremo derecho. El efecto sobre el City fue depresivo. Tanto como la pérdida de Kane para el Tottenham. El delantero tuvo que abandonar el campo a la pata coja, apoyado sobre dos médicos en el minuto 55 del partido, después de dañarse gravemente el tobillo izquierdo en un choque con Delph.

El City replicó el plan que ha puesto en práctica con tanto éxito a lo largo de la temporada. Salió a presionar arriba. Fue a ahogar a los centrales del Tottenham para intentar conseguir una ventaja preliminar que le abriera la eliminatoria. Mientras los jugadores tuvieron energía, consiguieron juntarse y mover la pelota con algún sentido. Pero, sin la lucidez de Bernardo Silva en el cuadrante derecho, la circulación del balón se frenó. Perplejo y sin movilidad, Mahrez pedía las entregas al pie, y cuando recibía se empantanaba en conducciones estériles mientras sus compañeros le miraban esperando la devolución. El Tottenham no tardó en aprovechar estas distracciones para hurgar en la espalda de Walker, que se encontró poco respaldado ante Rose.

La primera gran oportunidad del City de dar un golpe a la eliminatoria se produjo a través de una conducción de Sterling. Una aventura individual que el extremo inglés condujo atrayendo defensas antes de buscar un remate que parecía destinado a perderse. Lo paró Rose con la mano y el árbitro señaló penalti tras ser advertido por el juez de VAR. A los 11 minutos, el equipo excursionista se encontró con una solución inesperada a lo que parecía un partido enrevesado. Pero Agüero no ajustó el tiro y Lloris le adivinó la intención.

Pochettino respondió a la presión inicial del City con la vieja fórmula. Mandó a Verthongen y Alderweireld a salir bombeando balones para reducir riesgos. Por momentos la disputa se concentró en el círculo central, ahí donde caían las pelotas y se peleaba por la segunda jugada. Si la ganaba Kane, cosa que ocurría a pesar del esfuerzo vano de una romería de oponentes, movía la pelota con veneno. Si la ganaban los visitantes, tenían un problema porque no acertaban a romper con el primer pase. Dele Alli se encargó de tapar a Fernandinho, Son cerró a Otamendi y Kane bloqueó a Laporte.

Obligado a salir jugando por arriba, el City se deformó. Actuó contra su naturaleza y sus costumbres. Los pases largos de Otamendi y Laporte no podían encontrar receptores hábiles. ¿Silva? Es un peso pluma. ¿Agüero? Un distraído. ¿Mahrez? Un talento grande al cobijo del Leicester y un futbolista irrelevante cuando debió acoplarse a un proyecto mayor. Desprovisto de expertos en el cuerpo a cuerpo, el City perdió la pelota y el sitio.

Los intentos de Otamendi y Fernandinho por despeinar a Kane para provocar su ira fueron sintomáticos del nerviosismo de un equipo que solo sabe crecer si logra darle buen ritmo de balón a cada jugada. El Tottenham se estaba adueñando de la situación cuando, en la reanudación, se lesionó Kane. La gravedad de la baja se reflejó en el rictus de ansiedad de Pochettino. El cambio del capitán por Lucas Moura no invitaba al optimismo. Pero el City aprovechó mal el incidente. Por más que Guardiola invitó a sus jugadores a moverse al campo contrario, no hubo una reacción.

La lucha por la supervivencia favoreció al Tottenham bajo la dirección de Winks, la astucia de Eriksen y la persistencia de Son. En el minuto 78 Eriksen vio desmarcado al coreano en el pico del área y le lanzó un pase que por poco pierde por la línea de fondo. No fue así. Enganchó la pelota, se revolvió hacia el área chica, y ante la parálisis de Delph y la mirada doliente de Ederson —había sufrido un terrible golpe en la cadera— remató a la red.

Faltaban diez minutos para el final y el City no se recobró. El 1-0 le pesó como una tonelada. Casi tanto como la baja de Bernardo Silva, su mejor jugador.

Pochettino: "Kane puede perderse lo que queda de temporada"

“Estoy muy triste, Harry Kane puede perderse lo que queda de temporada”, dijo Mauricio Pochettino, el entrenador del Tottenham, tras el partido en Londres. “Tiene dañado el mismo tobillo que se lesionó en enero y que le mantuvo de baja hasta hace un mes. Esto será muy duro sin él”.

El futbolista más decisivo del Tottenham salió del campo en el minuto 55, después de un choque fortuito con Delph. No podrá disputar el partido de vuelta en Manchester, al contrario de Bernardo Silva, el jugador más influyente del City en lo que va de temporada, que se lesionó en el entrenamiento del lunes.

“Bernardo Silva no podía jugar”, explicó Guardiola. “Esperemos que la semana que viene Bernardo esté en forma”.

“El fútbol son momentos claves”, concluyó el técnico del City al evaluar el penalti fallado por Agüero. “Afortunadamente elegí tirarme hacia el lado correcto”, celebró el portero del Tottenham, Hugo Lloris. “Esa parada nos dio una inyección de optimismo que nos vino bien para afrontar el partido”.

Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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