El Baskonia de las dos caras cae ante el Panathinaikos
Los de Perasovic caen en el OAKA después de remontar 21 puntos en contra tras una nefasta primera parte (72-70)
El Baskonia se atascó en el inicio y se gripó en el final. Llegó al descanso perdiendo por 21 puntos, pero le dio la vuelta al partido y a falta de seis minutos se puso por delante en el marcador. Era la primera vez, y casi la única, porque el Panathinaikos sacó sus últimas fuerzas para ganar el partido empujado por la incansable afición del OAKA.
Rick Pitino se parece cada vez más a Ortega Cano, pero es de Nueva York y lo de torear no parece que le va mucho. El baloncesto también es de dar pases, pero su equipo, el Panathinaikos, es más de correr que de especular. Lo demostraron sus jugadores en diez minutos en los que pasaron como una apisanadora por encima del Baskonia. Los vitorianos bien harían en solicitar una indemnización por lo que sucedió en el primer cuarto. Fueron arrollados, laminados sin piedad. Después de siete minutos, perdían 21-2. Se fueron a recibir la filípica de Perasovic con un 22-6 que no pintaba nada bien, pese al maquillaje de un triple de Hilliard y un tiro libre posterior.
A Pitino no le pasó por alto que el Baskonia juega con ocho hombres, sota, caballo y rey, así que imprimió un ritmo frenético al juego para evitar que el equipo vasco pudiera coger aire, además, las pérdidas de balón fueron constantes, lo que no ayudaba demasiado. Cuando la ventaja era prácticamente inabordable, los jugadores vitorianos lo intentaron a base de triples, pero eso tampoco dio demasiado resultado. La cara de Perasovic en el banquillo lo decía todo. El Panathinaikos se dedicaba a correr y a encestar, sin demasiados alardes. Daba la sensación de que cualquier otro equipo más entonado que el Baskonia podría hacerles un roto.
Y el Baskonia también, claro. El que salió a la cancha tras el descanso. Además, de tanto correr, Calathes ya no andaba tal sutil en su distribución. Se acabaron los robos en cancha contraria y los rebotes en defensa. El equipo vitoriano cambió de registro. Hilliard y Poirier se implicaron más; Marcelinho dio un paso adelante, y con más calma en ataque y más sentido en defensa, el marcador comenzó a estrecharse, pese a las decisiones arbitrales que, en tres acciones consecutivas –la última fue la quinta falta de Diop–, perjudicaron al Baskonia.
Pero los jugadores del equipo vasco no estaban ni para protestar. Seguían a lo suyo, buscando un milagro, que pareció llegar a falta de 6,15, cuando un tiro de Hilliard puso por delante al conjunto de Perasovic. El OAKA enmudeció por un instante. Dos tiros libres de Poirier ampliaron la ventaja, pero todo se quedó ahí, porque varias decisiones equivocadas impidieron que la diferencia aumentara, y Rick Pitino movió las fichas para poner por delante a su equipo, que durante 98 segundos zozobró frente al Baskonia.
La mala noticia es que el Panathinaikos se une al club de los equipos que pelean por una plaza en la siguiente fase cuando sólo restan tres jornadas para acabar la liguilla. El equipo vitoriano tiene tres huesos duros de roer. El Real Madrid, el Efes y el CSKA, tres de los cuatro primeros.
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