Muere Roberto Alés, el presidente que reconstruyó al Sevilla

Mañana de luto para el sevillismo. Ha fallecido a los 83 años Roberto Alés, uno de los máximos accionistas de la entidad y expresidente desde febrero de 2000 hasta mayo de 2003. La noticia ha supuesto una conmoción para el club en la previa del encuentro de LaLiga ante el Barcelona, puesto que Alés era un personaje muy querido por la afición y todas las familias que gobiernan el Sevilla actual. La clave de este cariño por Roberto Alés se sitúa en febrero de 2000, cuando el empresario accede a la presidencia de un club que se iba de forma irremediable a Segunda División y que vivía en medio de una gran penuria económica. Alés no pudo evitar el descenso, pero comenzó desde cero la reconstrucción del Sevilla. “No había ni para balones”, recuerda un antiguo consejero del club andaluz que trabajó junto a Alés en aquellos momentos.

Alés, con una política de gasto contenido, le dio el primer equipo a Joaquín Caparrós y se sacó de la manga la decisión más importante en la historia reciente del Sevilla: le dio la dirección deportiva a Monchi, por entonces delegado del primer equipo. Lo primero que hizo nada más llegar a la presidencia fue avalar un préstamo de 25 millones de pesetas porque no había dinero en la caja para los gastos corrientes. El Sevilla de Caparrós logra el ascenso como campeón y Monchi empieza a dibujar su proyecto con jugadores que llegaron a coste cero, caso de Pablo Alfaro o Javi Navarro, que le fueron dando consistencia al equipo. Alés aplicó siempre una política de sentido común y ejerció una transición fantástica hasta sentar las bases de un Sevilla mucho más grande.

Alés supo convivir con un entonces poderoso Manuel Ruiz de Lopera, presidente del Betis, y fue bajando la deuda de un equipo que en 2001 logró el ascenso a Primera como campeón por delante de Tenerife, Betis y Atlético de Madrid. Además, el Sevilla fue creciendo con Alés en la presidencia, Monchi en la dirección deportiva y Caparrós en el banquillo. En 2002 el Sevilla es octavo y en 2003, décimo. Alés estabiliza el club y no tiene ningún problema en dar un paso al lado cuando llega José María del Nido, quien dispara las prestaciones del Sevilla desde la base impuesta por la mesura de Alés. El dirigente, entonces, se convierte en uno de los árbitros del poder del Sevilla ya retirado de los focos de la actualidad. Como uno de los mayores accionistas de la entidad, siempre buscó el consenso entre las familias del sevillismo para lograr una paz institucional que ha sido clave en el despegue del Sevilla en los últimos 12 años, un periodo de grandeza para una entidad que ha logrado cinco trofeos de la Liga Europa, dos Copas del Rey, una Supercopa de Europa y otra de España.

A pesar de su delicada salud, Alés ha estado trabajando en la sombra para el Sevilla, dando consejos a todo el que quisiera escucharle y participando en muchos actos organizados por el propio Sevilla. El actual presidente, José Castro, trabajó con Alés desde que el empresario llegara a la presidencia en 2000. El contacto de Castro con Alés ha sido continuo en todo este tiempo donde el actual presidente del Sevilla ha estado organizando la entidad.