Villarreal y Athletic empatan en un partido tenso y polémico
El conjunto de Garitano, con las ideas más claras y reclamando un gol final anulado a Williams, se queda a medias ante un rival que se hunde lentamente
Comienza la segunda vuelta y los partidos toman un cariz excesivamente dramáticos con todavía un mundo por delante. Villarreal y Athletic disputaron un choque tenso y escasamente jugado, con mil interrupciones, sin apenas ocasiones, con polémica. El VAR dejó dudas en un gol final de Williams anulado. La sala de videoarbitraje no emitió una imagen que refrendara si la acción era válida o no, lo que dejó escocido al grupo de Garitano. Finalmento el equipo vasco no tuvo la recompensa de la victoria, pese a que porfío con más argumentos que el Villarreal, que se conformó con la pedrea del gol de Ekambi que le dio un punto, en todo caso insuficiente para salir del pozo.
Villarreal, 1 - Athletic, 1
Villarreal: Asenjo; Mario, Álvaro, Funes Mori, Jaume Costa (Pedraza, m. 58); Iborra, Trigueros; Ekambi, Fornals (Chukwueze, m. 58), Cazorla; y Gerard Moreno (Bacca, m. 66). No utilizados: Andrés Fernández; Miguelón, Víctor Ruiz y Cáseres.
Athletic: Herrerín; Capa, Yeray, Íñigo Martínez, Yuri; Dani García, Beñat (San José, m. 72); Ibai (De Marcos, m. 75), Muniain, Córdoba; y Williams (Guruzeta, m. 90). No utilizados: Unai Simón; Balenziaga, Núñez y Susaeta.
Goles: 0-1. M. 18. Jaume Costa (p.p). 1-1. M. 70. Ekambi.
Árbitro: Undiano Mallenco. Amonestó a Funes Mori, Beñat, Iborra, Mario y Álvaro. VAR: Del Cerro Grande.
La Cerámica. 17.054 espectadores.
El Athletic no hizo un partido sublime. Ni siquiera tuvo que rematar para decantar un choque de color rojiblanco desde muy pronto. El conjunto de Garitano se ordenó y dejó que el Villarreal se pegara un tiro en el pie. Un centro de Yuri lo envió a gol Jaume Costa en un irracional intento de despeje. Los rojiblancos desactivaron al Submarino, que no ha mejorado en nada con Luis García en el banquillo, sin ideas e indefinible, tiritando en defensa y ofensivamente inocuo. Punto a punto el Villarreal se marchita. Una victoria en la Cerámica en once partidos explica su situación.
Lo contrario que el Athletic, que con Gaizka Garitano tiene un plan, es menos retórico y más directo, a pesar de no contar con los lesionados Aduriz y Raúl García. Sin apenas transitar el centro del campo, los centrales vascos tienen la orden de lanzar directamente hacia el área contraria buscando la referencia o velocidad de Iñaki Williams o las ayudas de la segunda línea de ataque. Por norma, Iñigo Martínez es el lanzador y, en la primera oportunidad que tuvo el exrealista de poner en práctica el procedimiento, a punto estuvo el Athletic de adelantarse con un envío largo a la espalda de Funes Mori que Ibai, vencido el central argentino, remató al poste izquierdo de Asenjo. Un temprano susto para los amarillos.
El segundo fue mortal. Esta vez el Athletic elaboró más el ataque, que acabó en una incorporación de Yuri, cuyo centro raso al área sin destinatario fue empujado a gol por Jaume Costa en el intento de un extraño despeje. Casi sin proponérselo el Athletic, pasado el cuarto de hora, ya mandaba en el marcador aprovechando la histeria colectiva del Villarreal.
Lo que sucedía en el partido obedecía más a la voluntad del Athletic que al desesperado deseo de los de Luis García. Interrumpían el juego los de Garitano y el Villarreal no encontraba continuidad en el despliegue. La ansiedad amarilla se ve reflejada en Gerard Moreno, fallando el catalán controles sencillos, incapaz de marcharse de ningún defensor, lo que justificó su cambio por Bacca en la segunda mitad.
Al Villarreal le iba la vida en 45 minutos. Y Luis García intentó envidar con la entrada de Pedraza, Chukwueze y posteriormente Bacca. Mientras tanto, el Athletic seguía a lo suyo, juntito, provocando o realizando faltas que evitaran que el choque tuviese ritmo, pasando el tiempo sin que nada aconteciese. Pero sucedió que el Villarreal, con más ánimo que intención, consiguió empatar tras una internada de Pedraza cuyo centro milimétrico lo empujó a gol Ekambi. El tanto tardó tres minutos en ser ratificado por el VAR y las protestas de los jugadores del Athletic que reclamaban una mano al borde del área amarilla en la jugada anterior, cuya continuidad concluyó con el gol de Ekambi.
El empate no contentaba a nadie, menos a un Villarreal rebelde con Cazorla como líder y Chukwueze de agitador. Muniain asumía el protagonismo en el ataque del Athletic, que también quería la victoria y la tuvo cerca porque la buscó con más lucidez hasta el final. Y el VAR volvió a intervenir para anular un gol de Williams por un supuesto fuera de juego que no llegó a aclararse y que benefició al Villarreal. Un final polémico y un empate que no satisfizo a ninguno.
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