Vázquez: “Isco es el que más me gusta del Madrid”

Franco El Mudo Vázquez (Tanti, Argentina, 29 años) se ha convertido en uno de los referentes del Sevilla, que intenta asaltar el Santiago Bernabéu después de 11 derrotas consecutivas. Este año ha añadido trabajo en defensa a un estilo de juego que le ha generado fieles seguidores y también fuertes detractores. Siempre fue así en su carrera en Argentina y en Italia antes de llegar a España.

Pregunta. ¿En qué momento se encuentra de su carrera?

Respuesta. Uno nunca sabe cómo responder a esa pregunta. Yo me siento bien, pero siempre espero que ese mejor momento esté por llegar. Llevo tres años en el Sevilla, he pasado por un poco de todo y ahora quizás sí pueda decir que me siento un jugador más completo, con mucha confianza y continuidad. Eso es importante para mí. Soy un futbolista que necesita confianza y continuidad. Lo que intento ahora es alcanzar la regularidad, tener un rendimiento estable. En los dos años anteriores jugué muy bien nivel en algunas fases y luego bajé.

P. ¿Y cómo está el Sevilla?

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R. Estamos bien. Progresando de manera adecuada, bien colocados en todos los frentes. Somos más regulares en casa que fuera. No obstante, falta lo más importante, que llegará en el tramo en el que se definen los torneos. Ahí es donde se deciden las cosas.

P. ¿Entiende que su estilo divida a los aficionados?

R. Sí, puede ser. Siempre he dicho que por mi forma de jugar se me quiere o se me odia. Es algo que me ha pasado toda mi carrera y que también me ha tocado en Sevilla en algún momento. Quizás por ese aspecto de jugador que parece que no se tira al piso, que se mueve de una forma distinta y que no tiene ganas de jugar, que parece que no tiene intensidad. A mí me tocó siempre lucharla, pero así es la vida. Sin embargo, las estadísticas dicen otra cosa muy distinta y eso a mí me vale.

P. ¿Qué dicen esas estadísticas?

R. Pues, por ejemplo, que soy de los jugadores del Sevilla que más kilómetros hace por partido. En muchas ocasiones he corrido más de 10 kilómetros por encuentro. Eso no está mal. Aunque no lo parezca, corro mucho.

P. ¿Con qué disfruta más?

R. Disfruto teniendo el balón y manejando los tiempos de un partido. Me gusta saber cuándo hay que acelerar el juego, cuando hay que tranquilizarlo. Este año también estoy descubriendo alguna faceta nueva. Juego como el clásico interior y sé que tengo que ayudar a mis compañeros y defender más. Estoy mucho más implicado en esa faceta. Antes jugaba más cerca del área rival.

P. El Sevilla suele ganar al Madrid en casa, pero nunca en el Bernabéu. ¿Cuál puede ser la razón?

R. Bueno, no creo que muchos equipos suelan ganar en el Bernabéu. Perder allí entra dentro de cierta lógica. En casa es verdad que nos sentimos muy fuertes por el factor de nuestra gente, que es increíble. Hemos hablado sobre el tema. Quizás nos haya faltado fe y ambición, puede ser, pero el Madrid es siempre el Madrid, con muy buenos jugadores. Queremos cambiar esa estadística, sin duda, jugando fuerte desde el principio, sin miedo. Creo que es un buen momento para hacerlo y ganar un partido que nos asentaría entre los cuatro primeros. Respetamos al Madrid, pero no tenemos miedo. Si vas con miedo ya has perdido.

P. ¿Cómo ve al Madrid?

R. Hombre, en estos tres años me he enfrentado a equipos del Madrid en un mejor momento. Sin duda, en mejores versiones que éste. Están con dudas y bajas, pero si algo se aprende en el fútbol es que el Madrid siempre es el Madrid. Tiene muy buenos jugadores, capaces de cambiar un partido en cualquier momento. Es uno de los mejores clubes del mundo y sus futbolistas son elegidos.

P. ¿Con qué jugador del Madrid se siente identificado?

R. A mí el jugador que más me gusta del Madrid es Isco. También Modric. Para mí son dos jugadores diferentes, que tienen la capacidad de pensar un segundo antes que el resto. Eso te da una ventaja increíble. Me fijo mucho en Isco y en Modric.

P. ¿A veces es mejor un pase atrás que muchos hacia adelante?

R. Y tanto. A veces un pase atrás te permite dar 10 hacia adelante. Si estás de espalda, con un rival atrás, la tienes que dar de cara. Hay veces que quieres llegar demasiado rápido al campo rival y te acabas estrellando. Y luego está la pausa. La pausa es muy importante en el fútbol y un pase atrás te puede aclarar mucho, claro. No hay muchos jugadores que tengan esa capacidad.

P. ¿Le enseñó Gattuso en el Palermo a tener esa pausa?

R. Bueno, con Gattuso no estuve mucho tiempo. Fue una experiencia corta en el Palermo. Era muy joven, recién comenzada su carrera como entrenador. Lo recuerdo en el día a día como fue como jugador, con mucha intensidad, siempre encima del futbolista. Se enfadaba mucho cuando no entrenábamos como quería. Ahora está en un grande como el Milan y seguro que se habrá hecho mejor entrenador.

P. ¿Qué le parece que Machín haya dicho de usted que es un “súper futbolista”?

R. Se agradece. También demuestra que uno se va ganando el respeto. Ojalá le pueda seguir respondiendo en la cancha con mi juego. Ahí es donde tenemos que hablar los futbolistas y no fuera de ella. Tampoco me siento demasiado bien cuando se dicen esas cosas de uno de forma pública. No obstante, yo a veces necesito apoyo y cariño para rendir.

P. ¿Qué le aporta Machín?

R. Implicación defensiva. Pero no solo a mí. Creo que todos en el Sevilla estamos más responsabilizados en esta faceta con respecto a la temporada pasada. Hay una conciencia general de que tenemos que ayudarnos en el campo. Eso nos hace a todos mejores. Empecé la competición jugando muy adelantado y luego el entrenador cambió y me colocó de interior junto a Sarabia. Con Banega de mediocentro, es importante que él, Sarabia y yo estemos juntos para combinar. Y luego, nuestros dos delanteros son los primeros en defender.

P. ¿Hay muchas diferencias entre Sampaoli, el técnico con el que llegó al Sevilla, Berizzo, Montella y Machín?

R. Cada uno es diferente. Con Jorge [Sampaoli] solo íbamos hacia adelante y prácticamente no hacíamos nada en defensa. Él quería arrollar al rival y jugar siempre en su campo. Pablo [Machín] es un entrenador que concede mucha más importancia al aspecto defensivo. No renuncia a atacar, pero cree que los equipos se construyen desde la solidez. Con Berizzo no nos adaptamos a su idea de juego. Nos pedía una cosa y no salía. Es cierto que no hubo malos resultados, pero no nos adaptamos. Montella apostó por la vía de la Copa y la Champions. La Liga se nos hizo demasiado larga, no teníamos frescura. Pero llegamos a la final de Copa y a cuartos de la Champions.

P. ¿Cuál cree que es el secreto del Sevilla?

R. Llevo tres años y sin duda el mayor éxito es que el vestuario es una auténtica familia. Ha habido momentos malos, como después de perder la final de la Copa ante el Barça, pero nos ayudamos y logramos salir adelante. Me hundí un poco después de esa final, fue fea, pero nos levantamos. Es curioso, porque el vestuario cambia mucho de gente, pero se mantienen los valores y el buen ambiente. Y luego está nuestra afición en los partidos de casa. Tengo muchas ganas de lograr un título con el Sevilla. Ya he perdido cuatro finales en este tiempo y cada final que he perdido es una cicatriz.

P. ¿Por qué le llaman Mudo?

R. Bueno, lo primero que me dijeron fue pachorra. A mi hermano le decían El Mudo y luego, a mí, El Mudito. Es por mi forma de ser, por mi carácter reservado, soy así. En mi vida y en el vestuario no hablo mucho. Me gusta mostrarme dentro del campo. Fuera de la cancha soy muy tranquilo. Mi familia, mi novia y ver fútbol. Me apasiona ver fútbol. Y me gusta ir a la playa.

P. ¿Cuáles fueron sus referentes como futbolistas?

R. Siempre tuve dos: Riquelme y Zidane. Luego, me gustó mucho el juego de Özil y de Isco. Jugadores con talento, que llevan el control del partido.

P. ¿Cómo le gustaría ser recordado como futbolista?

R. Como un profesional que siempre intentó darlo todo. Un tipo honrado, que intentó aprender y progresar, ayudando a todos los equipos donde estuve.