Al Barcelona solo le falta un delantero centro
El club rechaza incorporar a un lateral izquierdo y trata de cerrar la cesión de un ‘nueve’ que oxigene a Luis Suárez
No rebosa dinero el Barcelona, que destina más del 80% de su bolsa para pagar la masa salarial del equipo, copada por Lionel Messi y Luis Suárez, también por Piqué. En verano, por ejemplo, no pudo traer a varios jugadores porque no podía competir con otras entidades mastodónticas con mejor salud económica y, en ocasiones, ni siquiera regateó. Como con Willian, una vez que el Chelsea desatendió a la oferta azulgrana para poner al jugador a subasta. “Por ahí no pasamos”, le vinieron a responder a la entidad londinense al tiempo que se retiraron de la puja. También se escogió hace unas semanas al central Jeison Murillo —en formato de cesión tras cerrar el acuerdo con el Valencia—, por voluntad y por descarte. “Si estuviera jugando, no vendría. Si costara 100 millones, tampoco podríamos. Era una operación en la que no podíamos especular”, aceptaron con reticencias desde el área deportiva. Pero su trabajo no se ha terminado porque el técnico Ernesto Valverde les ha pedido una última incorporación para sellar el equipo. Será un delantero centro y no uno cualquiera porque el técnico quiere decir la última palabra.
Se barruntaba la opción de incorporar también a un lateral izquierdo, toda vez que Miranda —que en pretemporada le ganó la pugna a Cucurella, ahora con caché en el Eibar aunque juegue de medio izquierdo— se ha estancado un poco y no ofrece garantías para el entrenador. “No es así para nada”, defienden desde el club; “la confianza en Miranda sigue intacta y no se va a fichar a un lateral. Si se apostó por él fue por algo y hay que darle tiempo. No vamos a cambiar de parecer en unos pocos meses y partidos”.
Con experiencia en LaLiga
Pero Valverde sí que ha solicitado a un delantero centro y, como con Murillo, ha pedido que conozca LaLiga o que al menos sea un jugador experimentado que ofrezca rendimiento en los minutos que jugará, puesto que Luis Suárez tiene la rodilla derecha frágil y no es conveniente que acumule minutos hasta que (si puede) regenere el cartílago.
Una exigencia, la del entrenador, que no es baladí y que así se vio con la incorporación de Murillo, pues antes estaba atado Rodrigo Caio (Flamengo) hasta el punto de que pasó la revisión médica desde Brasil. Ocurrió, sin embargo, que Valverde dijo que nanay —entre otras cosas porque el Barça tenía muchísimas dudas con su historial de lesiones y su tendencia a sufrirlas— porque ya se dio de bruces con el fichaje de Yerry Mina en el pasado invierno, futbolista que alegró al vestuario con sus bailes pero no a los ojos de los aficionados, que apenas le vieron jugar de azulgrana, por más que despuntara en el Mundial y la operación saliera redonda porque fue traspaso al Everton por cinco millones más de lo que costó. “Ernesto no quiere más sorpresas”, revelan desde los despachos del Camp Nou; “porque sabe que necesita un vestuario más amplio para afrontar el tramo decisivo de LaLiga y también de la Champions”. Así que el Barça mira al área contraria.
“La marcha de Munir al Sevilla ha acelerado el proceso en el área deportiva”, detallan desde las oficinas de la ciudad deportiva; “pero tampoco es una obligación”. Resulta que la secretaría técnica entiende que el equipo, si no logra reforzarse a su gusto, tiene recursos de sobra para paliar las ocasionales ausencias del nueve uruguayo. “Cuando faltó Messi, el equipo se enfrentó al Inter y al Madrid y salió airoso”, cuentan desde la ciudad deportiva. Otras voces en el club, en cualquier caso, cifran en dos semanas el tiempo para cerrar la cesión de un delantero, tanteados como están Morata y Llorente, del mismo modo que Stuani está descartado por completo. “Pero hay otros que no han salido y que también podrían venir”, insisten desde el Camp Nou. Será uno, uno que complete el puzle manufacturado por Valverde.
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