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LaLiga Santander jornada 15
Valencia
Valencia
Mouctar Diakhaby 92'
1 1
Finalizado
Sevilla
Sevilla
Sarabia 55'

Diakhaby salva al Valencia pero no evita la bronca de Mestalla

El equipo de Marcelino logra un gol sobre la bocina y deja al Sevilla con las ganas

Vaclik, que impacta en Sergi Gómez, trata de despejar ante Rodrigo.
Vaclik, que impacta en Sergi Gómez, trata de despejar ante Rodrigo.JOSE JORDAN (AFP)

Un gol del gigantón francés Mouctar Diakhaby evitó la punzada del Sevilla en Valencia. Ni siquiera el tanto, que rescató al equipo de Marcelino en el descuento, evitó la pañolada y la bronca de su gente, harta de tanta incompetencia, con Peter Lim en el palco. El Valencia se escurre falto de consistencia, confianza y puntería mientras el Sevilla, que tropezó dos veces con el palo, mantiene una distancia de 10 puntos ante un adversario directo en la pelea por las plazas de la Liga de Campeones.

En el cuadrilátero de Mestalla se dieron de bofetadas dos aspirantes europeos. El dinero de la UEFA estaba en juego y tanto Valencia como Sevilla, por encima de todo, aspiran a lograr ese botín al final de curso. El duelo era decisivo para el horizonte de ambos, aunque Marcelino insistía en la previa que su equipo no disputaba una final porque quedaban 72 puntos en juego.

La mejora del Valencia respecto a la pobre imagen que ofreció en el Bernabéu siete días atrás fue evidente, pero se apagó y no tuvo continuidad más allá de los primeros compases del segundo acto. Mejor juego, mejor actitud, más ritmo y más agresividad. El grupo de Marcelino se echó encima del Sevilla y abandonó su abrigo de equipo conservador. El Valencia ahogaba la salida de balón de Banega y Franco Vázquez pero al Sevilla lo mantuvo con la cabeza fuera del agua el portero Vaclik. Garay remató de cabeza una falta sobre Guedes que sacó Parejo, detuvo el meta checo en una parada llena de reflejos que repitió segundos después para mandar a córner un tiro de Santi Mina, al que la había caído el rechace. Era el minuto dos pero la salida local calentó a la disgustada gradería de Mestalla. Dos minutos más tarde, el VAR revisó sin consecuencias un chut de Carlos Soler que dio en la mano de Kjaer. Luego, a la media hora, de nuevo el VAR dejaría en nada un derribo de Garay en área andaluza.

El Valencia ganó duelos. Y, sobre todo, en la izquierda apareció Guedes. Castigado por una pubalgia desde el choque ante el Barcelona en la jornada 8, el portugués mostró detalles del jugador que fue el curso pasado hasta que se le agotó la batería y lo retiró Marcelino pasada la hora. El tratamiento al que fue sometido el miércoles para combatir su lesión, que consistió en un bloqueo del nervio inguinal que le genera molestias, parece que da resultado. Si sigue así, el de Benavente esquivará el quirófano. La vuelta de Guedes es un alivio para Marcelino, que pena sin su jugador franquicia pero ayer no fue suficiente. Con su sustitución, cuando ya no podía más, el Valencia perdió capacidad intimidatoria. Cheryshev no es lo mismo.

El Valencia recuperó vuelo por las alas con Guedes y con Carlos Soler. El canterano sumó por la derecha donde fue una amenaza para Sergi Gómez y Escudero pero su juego no encontraba continuidad en Santi Mina y Rodrigo, controlados siempre por los tres centrales andaluces, muy seguros hasta la jugada del empate.

Sin alterarse ante el mejor juego local, el Sevilla avanzó lentamente hasta dominar el partido. La tropa de Pablo Machín sólo se desniveló en los compases iniciales ante la salida al abordaje del equipo del murciélago. Consciente de que las prisas por ganar angustiarían a los blanquinegros tarde o temprano, el Sevilla creció pasito a pasito. El gol de Sarabia golpeó en la frágil confianza de los jugadores locales que se desinflaron después de empujar sin resultado en el primer acto. Sarabia cazó un mal disparo de Promes para hacer gol y angustiar al Valencia, que de ahí al final volvió a ser el equipo previsible de toda la temporada.

La segunda parte se la comió el Sevilla, acurrucado detrás para salir y hacer daño. En dos arrancadas, Banega y André Silva dispararon al palo ante un Valencia que empezaba a desordenarse y a escuchar pitos. Los centros laterales de Gayà o Wass eran una bicoca para los centrales de Machín, hasta que en un descuido emergió la figura del gigantón Diakhaby para cabecear en tiempo de descuento un centro espléndido de Parejo desde la derecha al saque de una falta lateral.

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