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Premier League jornada 12
M. City
M. City
David Silva 11'Agüero 47'Gündogan 86'
3 1
Finalizado
M. United
M. United
Anthony Martial 57'

David Silva manda y el United de Mourinho se desploma

El capitán español del City destaca en la victoria de su equipo en el derbi de Manchester frente a un rival que solo pudo generar una ocasión y un tiro a puerta mediante un penalti

Diego Torres
Silva marca el 1-0 en el Etihad.
Silva marca el 1-0 en el Etihad.Mike Hewitt (Getty Images)

El Manchester United es un club deformado. Retorcido por las prácticas de José Mourinho, que allí ejerce de algo más que de entrenador. Detenta poderes de directivo. Es el estratega cuya política deportiva ha convertido a la sociedad más rica de Inglaterra, un emblema del fútbol más espectacular que han ofrecido las Islas Británicas, en una irreconocible pequeñez. Un drama que en el derbi de Manchester se desarrolló según el orden natural. El City lo arrasó. Al equipo de Guardiola le bastó con hacer un buen partido, sin más, para provocar el derrumbe.

Doblados desde el arranque ante la sabiduría de David Silva, los visitantes del Etihad fueron incapaces de defender con el oficio debido, ni administraron la pelota con criterio ni provocaron un solo contragolpe. Tampoco desequilibraron de ninguna manera a sus oponentes, ni amenazaron en acciones a balón parado, cosa de la que presumen con la nómina de mayor estatura de Europa, ni crearon más ocasión que el penalti. El penalti innecesario que le hizo Ederson a Lukaku, un accidente, fue la causa del único tiro entre los tres palos del United.

Hay jugadiores de momentos. Silva no permaneció ni un instante sin jugar. Protagonista de una actuación integral, inició la maniobra del gol que él mismo metió mano a mano con De Gea, ganándole la espalda a los defensas. Bernardo Silva, que ejerció de extremo y de interior por momentos, lo asistió desde la derecha cuando todo el United se metía en su área. Lo que siguió fue extraño. Apoyado en la ventaja del 1-0 el City dio un paso atrás y contemporizó las jugadas, a ver si su adversario se movía y liberaba espacios. No pasó nada. Los contados intentos de Matic y Herrera por salir jugando acabaron en gimoteos, imprecisiones e indecisión explotada por el sistema defensivo que ha diseñado Guardiola tras dos años y medio de trabajo. Una maravilla de organización repentina que no encuentra resistencia en Inglaterra. Si el United no sabe administrar los partidos, la incapacidad se traduce en miseria cuando va por debajo en el marcador.

La segunda parte discurría igual. De Gea sacó en largo hacia Herrera y Fernandinho se quedó con la pelota. Su pase al Kun fue una forma de relax. El delantero argentino estaba solo. Descuidado entre líneas por Matic y los centrales, se giró a gusto, tiró una pared con Bernardo Silva y remató a la cara de De Gea. El portero apenas dio un manotazo: segundo tiro, segundo gol del City.

El penalti apenas añadió emoción a un partido unidireccional. Mourinho cambió a Herrera y Rashford por Lukaku y Alexis. Del otro lado, Guardiola sustituyó a Agüero por Gundogan. El desenlace fue una jugada sinfónica. Hasta 44 pases seguidos que fueron erosionando el cuerpo y la moral de los jugadores del United, incapaces de cortar una línea de pase, obligados a ejercer de pobres perseguidores, impotentes ante el sortilegio de tanta combinación. El remate de Gundogan, que recibió, controló e hizo la pausa en la raya del área chica, no encontró respuesta ni de De Gea ni de los centrales, que no le vieron venir. El gol cantado acreditó las previsiones de las casas de apuestas que antes del partido ofrecían 9,0 por la victoria del United y 1,3 por la victoria del City.

El United ha dejado de ser un equipo de grandes comportamientos para transformarse en un equipo triste y reactivo. Reactivo ante lo que hace Guardiola. En el campo y en el mercado, a donde Mourinho acudió para comprar a Fred y a Alexis solo para que no jugaran con el rival. Se gastó 100 millones en ficharlos y convirtió a Alexis en el futbolista mejor parado de la Premier: 21 millones de euros. Solo para que no juegue en el City.

Como se vio en el último derbi, a la hora de elegir, Mourinho se inclinó por descartar a Alexis. Lo dejó en el banquillo. Le fue mejor, eso sí, que a Paul Pogba, el mejor futbolista de la plantilla, relegado a la grada por razones médicas que el club no reveló porque, posiblemente, no existan. Es la comidilla de la ciudad: el conflicto entre los futbolistas y el técnico no deja de escalar desde hace un año.

La producción de la televisión inglesa no dejó de enfocar a Pogba en el palco asistiendo impasible a otro desastre del que, hasta hace poco, fue el dominador absoluto del fútbol en Manchester y hoy es un equipo condenado. El United es octavo clasificado en la Premier a 12 puntos del City, que marcha líder.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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