Solari: “De los momentos delicados no se sale ganando holgadamente”
El técnico del Madrid celebra la victoria y no entra a valorar el mal juego de su equipo hasta el accidente que desembocó en el 1-0
Vinicius recibió el balón tras un saque de banda y se metió en el área con el ímpetu ciego que le caracteriza. Remató tan desviado que el tiro iba directo a la grada lateral de Castellana cuando la pelota pegó en Kiko Olivas, el central, y se metió dentro de la portería del Valladolid. Gol en contra: 1-0 a favor del Madrid en el minuto 83. Justo cuando la hinchada del Bernabéu alcanzaba el punto de ebullición. La gente pasó de la frustración a la ovación en medio segundo: "¡Viniciuuuuus...!".
El extremo brasileño, muchacho encantador, lo celebró con sus colegas y se abalanzó sobre su entrenador. De pie en la zona técnica, Santiago Solari se hizo el distante. Mientras el chico le envolvía en su abrazo, Solari aprovechó para darle instrucciones tácticas. Muy serio. En la línea de los discípulos del gentil Vicente del Bosque. En la línea de Zidane.
“Que se atreva, que encare, y que defienda también", dijo Solari, cuiando le pidieron que contara qué le había dicho a Vinicius al oído, antes de que le hiciera saltar al campo en el minuto 73, en sustitución de Asensio. "Porque el trabajo de banda es completo", añadió. "Pero sobre todo que encare, que no hace falta que se lo diga porque es lo que él sabe hacer. Que defienda, en cambio, sí hace falta que se lo diga”.
“Nosotros, los futbolistas y los que estamos dentro, no podemos luchar contra lo que ocurre fuera del campo, en las tribunas o en los medios de comunicación", ponderó el argentino ante la euforia desatada por Vinicius. "Es fantástico que la gente se ilusione. Vinicius tiene 18 años y toda la carrera por delante. Las valoraciones sobre qué jugador será, se tendrán que hacer dentro de 20 años. Ahora es uno más de la plantilla, con sus virtudes, que son evidentes, y sus defectos, que también son evidentes por su corta edad y su casi nulo tiempo de maduración en Primera División”.
Solari debutó en Liga como entrenador. Ocupó el lugar que dejó vacante Julen Lopetegui y lo hizo en el Bernabéu, recinto donde disputó su último partido como jugador madridista en 2005. Cuando entró en la conferencia de prensa se le vio, más que tranquilo, feliz de encontrarse de regreso ante lo que él llama spotlight.
“Me he sentido muy bien", explicó. "Yo ya he estado aquí, ya estoy habituado a este estadio. Sé que este es un cargo de gran responsabilidad, sea por un día, media hora o una semana. No me es ajeno. Llevo 11 años en esta institución en distintos puestos, jugando, entrenando a distintos equipos. Es bastante natural”.
“Necesitábamos ganar, evidentemente", reconoció. "De los momentos delicados no se sale ganando holgadamente eso es pensamiento mágico. Ha sido un partido muy trabajado contra un equipo muy duro, serio, que hace daño a la contra, con lo cual había que tomar recaudos. Enhorabuena a los chicos porque jugaron como debían. Seriamente y peleando los tres puntos”.
Solari no quiso valorar el mal partido del Madrid hasta el accidente que desembocó en el 1-0. “No pongo el foco en lo negativo", dijo. "Me gustaría ganar 7-0 con tres goles de chilena. Pero el fútbol es otra cosa. Hay momentos en que las dinámicas son mejores, hay más alegría y más belleza. A veces las cosas son más delicadas y tiene que haber orden, agresividad, ímpetu, espíritu competitivo… Hoy hemos demostrado eso y hemos ganado”.
Respecto a los pitos que la gente dedicó con fruición a los futbolistas, y en especial a Ramos, Bale y Asensio, el técnico se encogió de hombros. “Son grandes profesionales con mucha experiencia", dijo. "Todos tenemos que manejar nuestras emociones y hay momentos que son difíciles. Porque hay 80.000 personas y el ánimo de los 80.000 se siente. Por eso dije que es importante para este grupo que el público esté y apoye. Por momentos hemos logrado encender al público. Por momentos la gente se pone nerviosa porque quiere ganar y está acostumbrada a ganar. Pero el equipo lo supo manejar fantásticamente. Tuvieron paciencia, orden y perseverancia”.
“La gente expresa el momento", señaló, sobre la pitada a Bale. "Mañana hace un gol y lo festeja todo el mundo. Gareth puede jugar por izquierda, derecha, de centro-delantero, de lateral... Es un jugador con grandísimas condiciones. Hay que recalcar que los partidos duran 90 minutos. El trabajo de Bale, Asensio, Casemiro, fue igual de importante que el de Lucas, Vinicius e Isco, que es cierto que le dieron frescura al juego al final, pero gracias a un trabajo previo de los otros. Los que mueven al equipo son 24 jugadores”.
“Este es un equipo muy maduro", concluyó Solari. "No es un grupo de niños. Ellos encontrándose a sí mismos están bien”.
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