El Betis se da una gran alegría en San Siro

Quizás sobraron unos minutos finales de cierta zozobra. Poca cosa, sin duda, para empañar el fantástico triunfo del Betis en uno de los campos emblemáticos del fútbol europeo. En San Siro, a la sombra de siete Copas de Europa en sus vitrinas, el equipo andaluz se doctoró en la Liga Europa con una magnífica actuación, que será recordada como la primera gran victoria del Betis dirigido por Quique Setién. Es cierto que el Milan no pasa por su mejor momento y que es un mar de dudas, pero también lo es que la alegría que se dieron los 7.000 béticos desplazados a Milan fue monumental. El Betis, en líneas generales, con un Lo Celso en plan líder, fue muy superior a un Milan de mucho más presupuesto y alcurnia. Son los pasos que debe ir dando un equipo que desea aspirar a la grandeza. Con victorias como esta se despejan dudas y se templan los ánimos. Son, sin duda, la base para un crecimiento venidero.

Buen triunfo también de Setién, que supo mover algunas piezas para dotar al Betis de más verticalidad. La entrada de Lo Celso (golazo incluido) lo revitalizó todo, así como la inclusión de dos delanteros, Sanabria y Sergio León, que dieron más mordiente a un equipo algo plano en su anterior cita, contra el Valladolid. El Betis, curiosamente, solo sufrió al principio y al final del choque. Durante buena parte del mismo anotó dos goles, se le anuló uno clarísimo y destiló gotas de un fútbol de alta escuela. El Betis tocó el balón como es habitual en él, pero también supo salir al contragolpe con balones largos y precisos cambios de orientación. Enfrente, el Milan, muy desordenado por Gattuso en la segunda mitad, solo inquietó en el tramo final, cuando hizo un gol que apretó algo el partido. La mayoría del choque fue un equipo que desprendió muy malas sensaciones.

Lo peor para el Betis a la conclusión del primer tiempo, fue, contra todo pronóstico, el mínimo triunfo que atesoraba gracias al gol de Sanabria. Apenas había pasado nada importante en un primer tiempo bastante soso, hasta que Lo Celso decidió que ya era momento de cambiar de ritmo. Su centro al área fue rematado por Sanabria después de un tremendo error de Reina. El gol desató al Betis y mostró todas las carencias de un Milan inmerso en una monumental crisis de juego. Despersonalizado y sin ritmo, el histórico equipo italiano vive momentos muy bajos, ocupando la 12ª plaza en la Serie A. En realidad, el partido pudo quedar decidido en el último tramo de la primera mitad, cuando el Betis descosió al Milan con veloces internadas por la banda izquierda. Junior y Lo Celso pudieron desarmar el rudimentario planteamiento de Gattuso con sus incursiones por la banda izquierda.

A los 33 minutos, el asistente anulaba de manera increíble un gol al propio Sanabria. Sin el VAR, todavía proliferan los groseros errores arbitrales. El Betis fue un pequeño vendaval y Sanabria y el propio Lo Celso tuvieron claras opciones de aumentar las distancias en el marcador. Con menos posesión que en otras ocasiones (tuvo más el Mian al descanso), el Betis usó de manera correcta el juego al contragolpe para desarmar a un apático rival. En el palco, míticos como Maldini o Leonardo se estaban tirando de los pelos.

Gattuso se la jugó con los cambios y provocó que el Betis aumentara su dominio en el centro del campo. Entonces llegó la obra de arte de Lo Celso, que batió a Reina de un disparo sutil por toda la escuadra. Sonaron olés en las gradas de San Siro. Las gargantas de los 7.000 béticos reinaron en el mítico San Siro, donde el Betis escribió una bonita página de su historia. Es de esperar que solo sea el primer capítulo de un libro de lo más brillante que Setién y los suyos desean redactar en un curso que se antoja muy bonito. Por el momento, el Betis se hace con el liderato del Grupo F por delante de todo un Milan. Una alegría de las buenas de las que conviene disfrutar. El domingo, en Getafe, la exigente competición española pondrá de nuevo a prueba a este buen Betis europeo.