_
_
_
_

Sergio García: “Me siento más reconocido fuera de España”

El golfista castellonense hace balance en esta entrevista de un año en el que ha vivido lo mejor y lo peor

Juan Morenilla
Sergio García, este martes en Valderrama.
Sergio García, este martes en Valderrama.MARIANO POZO (AS)

Sergio García (Castellón, 1980) recordará este 2018 como un año de intensas emociones. En marzo nació su primera hija, Azalea, llamada así como el hoyo 13 de Augusta. En abril falló el corte en el Masters al que llegaba como campeón, el primero de sus cuatro patinazos en los cuatro grandes del curso, una racha inédita en una brillante carrera que se aproxima a los 20 años en la élite. A los malos resultados les acompañaron algunos comportamientos airados dentro y fuera del campo. Hasta que toda esa bola de energía negativa cambió en la pasada Ryder Cup. El castellonense no solo ganó su sexta copa con Europa, sino que se convirtió en el máximo anotador (25,5 puntos) en la historia del torneo. Del infierno al cielo.

Pregunta. ¿Cómo ha vivido este año tan intenso?

Respuesta. Bueno, todavía no ha acabado. Me quedan cuatro torneos y espero hacerlo lo mejor posible. Ha sido un año que empezó muy bien, luego desafortunadamente hubo un bajón, cosas que no salían, muchos cortes fallados por un golpe, que siempre duele más… Eso me indicaba a mí que no estaba tan lejos de jugar buen golf. He seguido trabajando, recuperando la confianza, y los dos últimos meses han ido mejor.

P. ¿Este año se ha desesperado en el campo de golf más que otros?

R. No voy a mentir. En algunos momentos sí me he desesperado más porque veía que la Ryder se me escapaba. Lo tenía bien encarrilado y veía que se me iba por poco. No es que la estuviera pegando con el… que no diera un golpe bueno. Estaba cerquita de hacerlo más o menos bien y no ocurría. Se me escapaba, se me iba. Todo el mundo sabe lo que me motiva la Ryder y había momentos en que pensaba que la vería en el sofá. He pasado momentos complicados. Los he superado con mi grupo y con mi familia.

P. ¿Ha llegado a pensar en tomarse un respiro o un parón como en 2010?

R. Lo hice un poco. Después de Greensboro al no clasificarme para los playoffs me tomé cuatro semanas de descanso que me vinieron muy bien. Así se lo comenté a Thomas [Björn, el capitán europeo en la Ryder] cuando estaba pensando en escogerme. Le dije que me hacía falta eso. Me hubiera gustado poder descansar más en el verano, pero debía jugar. Al parar me relajé un poco, practiqué tranquilamente y descansé. Y en la Ryder me fue muy bien.

P. Después de fallar el corte en el Open Británico, a la pregunta de si había perdido la ilusión respondió “no sé”. ¿La había perdido?

Romanticismo en Valderrama, bolsa de millones en Shanghái

Sergio García es la gran atracción del Andalucía Valderrama Masters que comienza este jueves con el respaldo de la Fundación del golfista castellonense. Lo es por su propio caché y también por la ausencia de otros grandes jugadores nacionales. Jon Rahm, número ocho del mundo, y Rafa Cabrera Bello (el 28; Sergio García es el 31) no están en San Roque (Cádiz) por una cuestión de agenda. La próxima semana disputan el HSBC Champions en Shanghái, un torneo mucho más jugoso. Valderrama reparte dos millones de euros en premios por los 8,6 de la cita asiática. Una razón de peso para que tanto Rahm como Cabrera hayan declinado la opción de jugar en España —participar en Valderrama supondría llegar a Shanghái el martes tras un largo viaje—. El no de ambos no ha sentado bien en la organización, a pesar de entender que pesen más "las razones económicas que las sentimentales". "Es una pena. Creo que los españoles no deben olvidar que han crecido aquí, que han sido las federaciones regionales y los clubes los que han promovido sus carreras. Les pido que no se olviden de eso en el futuro", lamentó este martes el presidente del Real Club Valderrama, el portugués Nuno Alberto de Brito e Cunha, que se comprometió a buscar otra fecha "más apropiada" en el calendario para este torneo, separada del chollo de los campeonatos en Asia.

Rahm fue el gancho que este abril reunió a 47.000 aficionados en la semana del Open de España. El año pasado no pasó el corte en Valderrama, y este curso no ha acudido, para cabreo del Masters. Jugará en Shanghái y cerrará el curso en Dubái en noviembre, con otros 6,9 millones de euros en premios.

R. No. Para mí la Ryder era muy importante y al ver que se me escapaba por tan poco, estando ahí metido, notaba que no arrancaba. Era frustrante. Solo podía seguir practicando y tener más confianza en mí mismo. Hay veces que no se puede hacer más.

P. ¿Es muy duro psicológicamente aguantar casi 20 años en la élite en el golf?

R. Sí. Si le preguntas a Rafa Nadal o a Roger Federer también te dirán que no es fácil estar tanto tiempo tan arriba, pero es lo que nos gusta y nos motiva. Nos gustaría estar ahí arriba hasta que no pudiéramos andar. Desgasta, sí. Por eso hay que buscar los momentos de recargar las baterías, para estar más tiempo.

P. ¿Le sigue gustando el golf como el primer día?

R. Sí, me encanta. Si no estaría haciendo otra cosa.

P. Cuando no juega, ¿ve golf en casa?

R. Sí, suelo verlo, sobre todo me gusta ver cómo están jugando amigos míos. No solo golf. Soy muy fan de deportes. Veo tenis, fórmula uno, fútbol por supuesto, motos, fútbol americano, baloncesto… Veo de todo. No me canso de ver deporte.

P. ¿Qué tiene de especial la Ryder para usted?

R. Muchas cosas. Es un evento súper especial, en el que juegas de manera diferente, no juegas para ti, sino para Europa y para tus compañeros. Nos animamos entre nosotros. Durante todo el año jugamos unos contra otros. Esa semana estamos uno al lado del otro. Eso me motiva mucho.

P. ¿Hay más esa cultura de equipo en Europa que en Estados Unidos?

R. Es también cómo son los tours. El tour europeo siempre ha sido más familiar, más cercano. El tour americano es más distante, más negocio. Para nosotros a la hora de ser un equipo es más fácil que para ellos. Nosotros, en París, la primera mañana perdemos 3-1 y no había ni una cara de pánico. Todo en el team room era “vamos chicos, no pasa nada, a tope esta tarde”… nada de “qué pasa aquí, no quiero jugar con este”…. Es lo grande de Europa. Cada uno somos de un país, con lenguajes y vidas diferentes, pero la unión entre nosotros es mucho más fuerte. Como Europa, sabemos que si no estamos muy fuertes como equipo tenemos pocas posibilidades de ganarles.

P. Seve Ballesteros se sentía más reconocido fuera de España que en su país. ¿Usted también?

R. Sin ninguna duda, el deporte rey en España es el fútbol. Es el que manda y yo soy el primero que lo ve. Entonces sí que me siento más reconocido en Inglaterra y en Estados Unidos que aquí en España. Es algo normal. España ha mejorado mucho en los últimos años. Tengo mucho fan y la gente me apoya mucho. Pero en lo que respecta a la prensa me respetan más fuera que dentro.

P. ¿Siente que la prensa en España no le ha tratado bien?

R. Obviamente yo he hecho algunas cosas que no debería haber hecho, y la prensa ha aprovechado para hacerse grande en esos momentos. Son cosas que ocurren, han ocurrido siempre, y hay que lidiar con ellas de la mejor manera posible. Hay que intentar ser cada uno como es. Lo importante es que mis fans siempre están ahí para apoyarme.

P. ¿Qué ha cambiado como persona con la paternidad?

R. Te cambia todo. Sinceramente, todavía estoy aprendiendo. Llevo solo siete meses… Intento ser más paciente de lo que era antes. Esperemos que todas estas cosas vayan a mejor.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Juan Morenilla
Es redactor en la sección de Deportes. Estudió Comunicación Audiovisual. Trabajó en la delegación de EL PAÍS en Valencia entre 2000 y 2007. Desde entonces, en Madrid. Además de Deportes, también ha trabajado en la edición de América de EL PAÍS.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_