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La hora de Icardi, el malquerido

El delantero que golea en el Inter alcanza la selección argentina después de un larga historia de desencuentros

Juan I. Irigoyen
Mauro Icardi, antes del Argentina-Irak que se jugó el jueves en Riad.
Mauro Icardi, antes del Argentina-Irak que se jugó el jueves en Riad.STRINGER (REUTERS)

Las puertas de la Albiceleste se abrieron para Batistuta y Crespo antes de cruzar el charco. Entonces, en los años noventa, la liga argentina no exportaba futbolistas sin pedigrí. Primero había que labrarse la popularidad en casa, para después llamar a las puertas de Europa. En el siglo XXI, todo cambió. A los futbolistas les alcanza con un puñado de buenos partidos en Primera para saltar a Europa. Saviola debutó con Argentina en febrero de 2002, después de fichar por el Barcelona en verano de 2001. Un caso similar al de Agüero: se incorporó al Atlético en mayo de 2006 y su primer partido con la absoluta lo jugó en septiembre del mismo año. A Tévez el salto le costó un poco menos, pues unos meses antes de dejar Boca, Marcelo Bielsa lo llamó para el Predio de Ezeiza. Gonzalo Higuaín, en cambio, lo tuvo complicado: necesito marcar 33 goles en LaLiga para que Maradona lo convocara en 2009. Mucho más difícil lo tuvo, en cualquier caso, Mauro Icardi (25 años).

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Criado en la cantera del Barça, en 2011 se marchó a la Sampdoria. En aquella época, con Messi de falso 9, parecía imposible ganarse un lugar como delantero centro en el Camp Nou. Debutó en el primer equipo de la Samp en mayo de 2012. Por esas cuestiones que tienen que ver más con asuntos burocráticos que futbolísticos, en 2013 le hicieron jugar siete minutos con la camiseta argentina. No era cosa de que España o Italia le robaran a Argentina a uno de sus talentos. Icardi tuvo que marcar 85 goles en la Serie A para reaparecer en Ezeiza.

La larga espera de Icardi no respondía exclusivamente a motivos futbolísticos. Aunque eclipsado por Higuaín y Agüero, en su historial resaltaba una disputa con Maxi López, exjugador azulgrana y amigo de Mascherano: la mujer de López le dejó por Icardi.

A pesar de que los pesos pesados de la selección nunca vetaron explícitamente a Icardi, ningún entrenador se animó a convocarlo. No era cuestión de que se sensibilizaran los egos. Jorge Sampaoli rompió el silencio. En 2017, le dio el 9 de Argentina; jugó 179 minutos, no marcó. Ninguno de los referentes le reivindicó públicamente como sí lo hicieron, por ejemplo, con Higuaín, blanco de las burlas de la hinchada por su falta de puntería. “Es fundamental y tiene que estar”, subrayó Messi.

No acudió a Rusia

Sampaoli no se lo llevó a Rusia. Los atacantes elegidos por el técnico fueron Higuaín y Agüero, dos referentes, miembros de la mesa chica, como se conocía al grupo que lideraban Messi y Mascherano. “Hay bastante diferencia entre su juego en el Inter y en Argentina. Cada domingo demuestra su calidad, pero el tiempo de adaptación es corto y tenemos que priorizar las relaciones en el campo”, dijo Sampaoli para justificar la ausencia de Icardi en el Mundial. Ni Agüero (dos goles) ni Higuaín (cero) se consolidaron como la pajera de Messi, mucho menos en Rusia. Argentina se fue a las primeras de cambio del Mundial y en la AFA ya no había más dudas: era el fin de una etapa para una generación de futbolistas que había llevado a la Albiceleste a tres finales (Copa América 2015 y 2016 y Mundial 2014).

Dos nombres lideraron la nueva etapa, Dybala e Icardi. Del 10 de la Juve aún no hay noticias. Icardi, sí ilusiona. “Todos necesitamos que marque. Pero el hecho de que juegue nos da tranquilidad”, asegura Lionel Scaloni, entrenador de la Albiceleste. Mientras que en Argentina aguardan a que triunfe, en Europa no dudan. “Soy muy fan de Icardi. Si fuese el Madrid lo ficharía inmediatamente. Es un especialista en el área como Cristiano”, apuntó Capello.

Es el momento de Icardi en Argentina, la hora del malquerido. Nada menos que hoy en un amistoso (19.45, Vamos) ante Brasil.

Dybala no se engancha con la Albiceleste

Antes de tomar las riendas de la selección argentina, Sampaoli soñaba con la sociedad Messi-Dybala. “Es difícil jugar con Leo”, se quejó el delantero de la Juve. “O no hemos sabido ubicar a Paulo o él no se adaptó a nuestra idea, que es distinta a la Juve. Le cuesta ensamblarse y tenemos que evaluar si los que están son mejores que él”, soltó el extécnico del Sevilla. Finalmente, Dybala viajó a Rusia. Jugó solo unos minutos ante Croacia. La llegada de Scaloni —y la ausencia de Messi— abrían una nueva puerta para el atacante de la Vecchia Signora. Pero no jugó ante Guatemala en el debut de Scaloni (3-0), participó 36 minutos ante Colombia (0-0) y disputó todo el partido ante Irak (4-0). Nunca destacó. El técnico planea dejarlo fuera del clásico ante Brasil.

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Sobre la firma

Juan I. Irigoyen
Redactor especializado en el FC Barcelona y fútbol sudamericano. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS. Ha cubierto Mundial de fútbol, Copa América y Champions Femenina. Es licenciado en ADE, MBA en la Universidad Católica Argentina y Máster de Periodismo BCN-NY en la Universitat de Barcelona, en la que es profesor de Periodismo Deportivo.

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