El salto pendiente de Lemar
El francés, el fichaje más caro de la historia del Atlético, ha convencido a Simeone por su versatilidad pero el club sigue esperando una actuación acorde a las expectativas
Thomas Lemar (Guadalupe, 22 años) mide 170 centímetros pero su tendencia a inclinarse cada vez que maneja la pelota le confiere una estampa menor. A pesar de este encorvamiento tan típico en los practicantes del fútbol, su cadencia de piernas y una habilidad innata para girar el tronco superior le permiten ser uno de esos futbolistas tan difíciles de perseguir. Los 70 millones de euros que pagó por él en verano el Atlético al Mónaco, si bien no le pesan a la hora de moverse, sí se manifiestan en el ambiente en el momento en el que pone un pie sobre el césped. "Es un chico que quiere crecer, que quiere jugar y todo jugador que llega aquí sabe que para jugar tiene que trabajar. En este equipo no hay individualidades, ni jugadores que no corran. Desde que llegó se quiso adaptar rápido, lo demuestra cada día, y se ve que está comprometido con el grupo", concede Giménez.
Esa temprana aclimatación, tan impropia de los recién llegados al nido de Diego Simeone (con 246 minutos supera a Rodri, el segundo más empleado), le ha valido para ser titular en tres de los cuatro partidos de LaLiga y en la Supercopa de Europa, habiendo completado los noventa minutos de juego tan solo en la victoria ante el Rayo en la segunda jornada y en la conquista del título europeo en Tallín. “Solo puedo decir cosas buenas de Thom”, señaló en sala de prensa Koke. “Es un jugador espectacular y hemos acertado con él en el fichaje. Esperemos que todo lo que hizo con el Mónaco lo haga aquí con el Atlético”, añadió uno de los jugadores con más voz en el vestuario.
En sus primeras intervenciones con la camiseta rojiblanca Lemar ha variado recurrentemente su ubicación en la banda izquierda acercándose al centro del campo en busca de una mayor participación. Algo a lo que ha contribuido con eficacia, entregando un total de 114 pases, 96 de ellos en buenas condiciones. Ese cambio de posición, sin embargo, ha impedido que el Atlético contemple las bandas como lugares específicos para generar peligro, concentrando todo su juego en los carriles centrales, como le ocurriera en el último empate ante el Eibar.
Números discretos
Los números reflejan la escasa producción de su desempeño como extremo: cuatro centros al área y tan solo once regates completados con éxito. Tampoco contabiliza ni dianas ni asistencias de gol. "Tácticamente es un jugador que está trabajando mucho", añade Giménez, que con la baja de Savic podría ocupar de nuevo ante el Mónaco el eje de la defensa junto a Godín.
Lemar solo participó en uno de los siete partidos que disputó Francia para proclamarse campeona del mundo en Rusia. Gracias a esa inesperada contemplación (no llegó a entender su salida del once) comenzó la pretemporada con un desgaste inferior al de otros internacionales como Griezmann, que sigue lejos de su mejor forma, algo que le ha beneficiado a la hora de integrarse en las sesiones de trabajo dirigidas por el Profe Ortega, tan definitorias para Simeone. Su elasticidad y fortaleza sorprenden a sus compañeros, especialmente a la hora de proteger la pelota, sin embargo, desde el vestuario rojiblanco esperan una presencia ofensiva mayor para un jugador que en su mejor temporada con el Mónaco, la 2016-2017, acumuló 14 goles y 17 asistencias.
La posición de interior izquierdo ha absorbido jugadores en el Atlético durante las últimas temporadas. Nico Gaitán y Yannick Carrasco, especialmente este último, fueron dueños de una de las bandas por las que siempre ha acabado progresando Filipe Luis. A diferencia del costado opuesto, donde la presencia de Koke parece haberse convertido en la norma y no la excepción. “El míster sabe que puedo jugar por dentro y por fuera, y en la posición en la que me ponga voy a dar todo lo que tengo para que gane el equipo”, remachó Koke, que aseguró estar especialmente motivado tras su ausencia con la selección española para los partidos de la Liga de las Naciones.
Criado en las categorías inferiores del Caen, Lemar, el Camarón, apodado así por ser este el alimento más conocido de su Guadalupe natal, volverá a tener la oportunidad de mostrarse en el escenario de la Champions ante un Simeone y un equipo que esperan la reacción del jugador más caro de su historia.
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