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Gana el Barça, pierde el Camp Nou

El club azulgrana mejora el negocio con la venta-compra de jugadores y a cambio compromete su política deportiva: nueve de los 15 fichajes hechos en los últimos tres años han dejado el equipo

Ramon Besa
Alcácer y André Gomes, en una imagen de archivo.
Alcácer y André Gomes, en una imagen de archivo. LLUIS GENE (AFP/Getty Images)

El Barça ha aprendido a manejarse en el mercado después de ser considerado un club tan malgastador como buen formador de jugadores en La Masia. Apremiada por las ofertas del extranjero, la cantera azulgrana ha perdido protagonismo y, por el contrario, ganan peso las operaciones de compra-venta y su saldo positivo: la entidad ha ganado este verano 5,8 millones después de contabilizar el total gastado en las incorporaciones (131,9) y los ingresos obtenidos por los traspasos (137,7).

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No se recuerda un mejor balance económico desde los últimos tiempos del presidente Josep Lluís Núñez (1999). La política deportiva, sin embargo, es más cuestionable si se atiende a la consolidación de los fichajes: en los últimos tres años, nueve de los 15 realizados han causado baja, 12 sobre 22 si se toma como referencia la temporada 2014-2015, antes de la destitución de Andoni Zubizarreta en 2105, cuando cambió la gestión en el FC Barcelona.

Zubizarreta se incorporó al Barça como secretario técnico en 2010 a petición de Pep Guardiola. Sandro Rosell, entonces presidente, reconocido negociador como vicepresidente azulgrana y antes vinculado a Nike, aspiraba a colocar a un técnico de un perfil más bajo y próximo, una persona de su máxima confianza, como era Pere Gratacós. Guardiola, sin embargo, apostó por Zubizarreta, sustituto de Txiki Begiristain, símbolo de la era Laporta, siempre asociado a Johan Cruyff.

Zubizarreta resultó decisivo en la elección de Tito Vilanova, como sustituto de Guardiola, y en la de Luis Enrique, que ocupó el puesto de Tata Martino, técnico propuesto por Rosell. Fue también quien fomentó el área de metodología, creó el COR (Conocimiento, Organización y Rendimiento) y renovó la plantilla en 2014-2015 con Lucho y nueve incorporaciones: Rakitic, Luis Suárez, Ter Stegen, Vermaelen, Masip, Mathieu, Douglas, Bravo y Rafinha. Hoy se mantienen como titulares Ter Stegen, Rakitic y Suárez, a los que hay que añadir Alba, contratado en 2012-2013, sin olvidar que Valverde siempre fue un candidato al banquillo en el mandato de Zubizarreta. Aunque condicionado inicialmente por la personalidad de Guardiola y de Rosell, el criterio de Zubizarreta aumentó hasta que en enero de 2015, un año después de la dimisión de Rosell, fue despedido sorprendentemente por Josep Maria Bartomeu.

La política cambió con el nuevo presidente, más partidario de un equipo de ejecutivos que de un ideólogo como Zubizarreta. Así se explican las apuestas por Albert Soler y Pep Segura, hoy manager del club, y la contratación de un secretario técnico como Robert Fernández, sustituido esta temporada por Éric Abidal y Ramon Planes. Ante la falta de dinero y la alta masa salarial, la prioridad es contratar a jóvenes para que se revaloricen y venderlos bien si no se consolidan en el Camp Nou.

Nueve de los 15 fichajes de los últimos tres años han dejado el club: Arda y Aleix Vidal, incorporados en 2015 cuando el Barça fue sancionado por la FIFA, y André Gomes, Digne, Alcácer, Paulinho, Deulofeu, Yerry Mina y Marlon. Y de los seis que siguen, uno es titular: Umtiti; tres son suplentes —Cillessen, Denis y Semedo—; y Coutinho y Dembélé, las incorporaciones más costosas de la historia del club, llegaron después de ingresar 222 millones por Neymar.

La gestión de Robert ha estado condicionada por el nuevo modus operandi de Bartomeu y el juicio a su labor queda pendiente del rendimiento de jugadores como Coutinho, Dembélé, Arthur o Lenglet, después de la consolidación de Umtiti y a la espera de incorporar a medio plazo a De Jong. Aunque los nuevos han sido bendecidos por Messi, la gestión deportiva, a fin de cuentas, está a expensas de los resultados, mientras que la económica está bendecida, de momento, por los beneficios.

La prioridad es ganar la Champions e inaugurar el estadio Johan Cruyff, una manera de potenciar el fútbol base, pálido por el descenso del filial a Segunda B después de 34 fichajes en dos años y medio; tocado desde que Thiago fuera traspasado en 2013 al Bayern por 25 millones cuando su cláusula había llegado a ser de 90; desmoralizado por la salida de promesas como Robert Navarro, Eric García o Jordi Mbola.

Un balance positivo

Ingresos por traspasos

Paulinho: 50 millones (costó 40).

Yerry Mina: 30,2 (11,8).

Digne: 20,2 (16,5).

Deulofeu: 13 (12).

Aleix Vidal: 8,5 (17).

Marlon: 6 (5).

Arnáiz: 5 (0,5).

Ingresos por cesiones

André Gomes, 2,25 (costó 37 millones).

Paco Alcácer, 2 (costó 35 millones).

Arda Turan está cedido al Basaksehir (costó 34 millones).

Gasto*

Malcom: 41.

Lenglet: 35,9.

Arthur: 31.

Arturo Vidal: 19.

Wagué, del filial: 5.

Balance total

Ingresos: 137,15.

Gastos: 131,9.

*No se incluyen las variables de las operaciones.

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Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

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