Las horas extra de Benzema
El francés, más exigido que nunca para el gol por la ausencia de Cristiano, completa un plan específico de entrenamientos
El 15 de julio Francia se proclamaba campeona del mundo en Rusia sin Karim Benzema. El delantero del Madrid, apartado de la selección desde el escándalo del presunto chantaje sexual a Valbuena, terminaba sus vacaciones el día que sus excompañeros levantaban en Moscú el trofeo más preciado. Cuentan en Valdebebas que esa noche el delantero de 30 años entendió que no es el ombligo de nada. El día siguiente, a la vuelta al trabajo, se encontró por primera vez en nueve años sin Cristiano Ronaldo. El portugués, que firmaba el 40% de los goles del Real Madrid, jugará este año en la Juve.
Ante la decisión del club de no fichar a ningún delantero para reemplazar a CR, Benzema está ahora solo ante el peligro. Tendrá que asumir el peso del ataque del equipo. Sabe que su edad ya no le permite hacer experimentos y que se le acaba el tiempo. El Bernabéu nunca ha sido muy condescendiente con él. El delantero francés, cuentan los que le ven entrenarse a diario, ha captado que tiene que espabilar (la pasada temporada anotó apenas 12 goles en 47 partidos). Sin los goles de Cristiano y con el 9 a la espalda ya no se le va a contemplar como el gran asistente del portugués. Queda por ver si la decisión del club de no contratar a un nueve le supondrá un espaldarazo o una presión añadida. Mucho de lo que le pase al Madrid esta temporada va a depender de él y es consciente. Queda por descubrir cómo reaccionará ante esta nueva situación.
En sus nueve temporadas en el club blanco, donde llegó en 2009 junto a Cristiano, los goles de Benzema nunca han sido más del 20% del total del equipo. Aportaba otras cosas y el peso del ataque recaía en las piernas y en la cabeza del portugués. A partir de este miércoles, con el primer título de la temporada en juego (la Supercopa de Europa contra el Atlético) las cosas cambiarán.
Rebajar la presión
Durante estos días, Julen Lopetegui intenta quitarle presión. El sábado, después del trofeo Bernabéu (victoria por 3-1 contra el Milan con un gol del francés) dijo que le ve contento. “Ha entrenado muy bien, está en un estado de forma óptimo, con muchas ganas e ilusión. Nos ayudará en todos los apartados del juego, no sólo en el gol porque aporta muchas cosas”, explicó el técnico.
Al Igual que Gareth Bale, que tampoco disputó el Mundial al no haberse clasificado Gales, Benzema es de los que empezó la pretemporada desde el principio. Incluso, más pronto, porque dos semanas antes de terminar las vacaciones siguió un plan de entrenamiento específico en el que se fijó unas cotas de trabajo que tenía que cumplir sí o sí. De ahí que en Valdebebas le hayan visto llegar con el cuchillo entre los dientes, dispuesto a pelear en un escenario nuevo para él, acostumbrado a jugar más al servicio del equipo. “Quiere goles”, dicen desde la Ciudad Deportiva. En los cuatro amistosos de pretemporada ha marcado dos.
Carlo Ancelotti, ahora técnico del Nápoles, le llamó dos veces durante las vacaciones para intentar convencerle de que se fuera con él. La insistencia de Carletto hizo pensar al agente del jugador que el club blanco lo había puesto en venta y llamó alarmado a las oficinas del Bernabéu. Le dijeron lo de siempre: “Benzema no se vende”.
Físicamente ha trabajado como el que más durante la pretemporada. Ya sea en Valdebebas o en la gira en Estados Unidos. Cuando todos se retiraban del entrenamiento para ponerse en manos de los fisios, Benzema se iba al gimnasio a trabajar una media de 40 minutos más. La Ciudad Deportiva, dicen en el Madrid, empieza a ser más su segunda casa: le ven pasar allí muchas más horas, con más intensidad y más dedicación. De él ahora se esperan también más goles.
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