Fernando Hierro: “¡Nos vamos sin perder!”
El seleccionador dice que se marcha de Rusia satisfecho por los resultados y explica que su plan fue rematar el partido en la segunda parte con Iniesta
Una horda de rusos disfrazados de oso corrían por el parque olímpico alrededor del estadio Luzhniki cantando la Kalinka cuando Fernando Hierro se presentó en la sala de conferencias y declaró que se iba satisfecho: “¡Nos vamos sin haber perdido un solo partido! ¡Esa es la realidad del fútbol!”.
El balance que hizo del paso por el Mundial el máximo responsable deportivo de la federación resultó asombroso, considerando el poderío de una de las mejores plantillas de la historia de España, el pésimo juego exhibido, y la fragilidad de los rivales enfrentados: 3-3 contra Portugal, 1-0 contra Irán, 2-2 contra Marruecos; y 1-1 contra Rusia. Solo una vioctoria, contra Irán, por la mínima y con un gol de rebote, no debería ser motivo de satisfacción para un aspirante al título.
“Dejé fuera a Iniesta porque creí que era lo que necesitaba el partido”, dijo, cuando le preguntaron por qué había descartado a un jugador simbólico, el más respetado por sus compañeros y el que mejor comprendía el modelo de juego ensayado por el equipo a lo largo de la última década. “Mi más sincero agradecimiento a un profesional ejemplar”, manifestó Hierro. “A él le dije lo que le tenía que decir. Eso queda entre él y yo. Sabíamos que el partido iba a ser largo. Habíamos analizado al rival y sabíamos que a partir del minuto 70 podíamos necesitar otras cosas”.
Hierro vino a decir que pensó que el partido se alargaría, que sería farragoso, y que lo remataría en la segunda mitad metiendo a Iniesta, Aspas y Carvajal, los jugadores decisivos. El argumento resultó inverosímil. Tanto como que la alineación en la que puso a Nacho y Koke contra la voluntad de la mayoría de los veteranos fue consecuencia de la ciencia y el estudio. “Un entrenador toma decisiones porque visiona el partido y examina las características del rival”, dijo, para explicar su apuesta por Asensio en virtud de las cualidades de Rusia. “Tenemos un grupo de analistas y llevábamos cuatro días de análisis para anticiparnos a cada situación. Con Asensio queríamos profundidad y ataque de espacios, desborde y disparo desde fuera del área. Lo pensamos en función del rival”.
El análisis resultó inadecuado: Rusia no hizo transiciones rápidas hasta pasada la hora de partido. De modo que Costa y Asensio se quedaron empantanados mientras Isco y Koke movían la pelota dando demasiados toques en el mediocampo. Como si prepararan un contragolpe imposible.
“La línea entre ganar y no ganar es muy fina”, dijo Hierro, echando mano a una metáfora que le sirvió para encubrir el hecho de que España se quedó sin rematar durante los primeros 45 minutos después de desplegar el peor fútbol desde 2004, en el nefasto ciclo que concluyó en la Eurocopa de Portugal.
“Partido complejo”
Habilísimo administrador de silencios e informaciones, el seleccionador pronunció un discurso sentimental y repetitivo tras la eliminación. “En el descanso les pedía a los jugadores que cuando esto acabara nos pudiésemos mirar todos a la cara”, señaló, como si este detalle explicara sus decisiones; “y os digo sinceramente: nos podemos mirar todos a la cara. Ha sido una gozada entrenarlos y convivir con ellos por su esfuerzo, su compañerismo, su entrega, su honestidad”.
“Sabíamos que íbamos a tener un partido complejo”, advirtió, sobrevalorando unas condiciones de Rusia que ninguno de los analistas independientes consultados considera relevantes en relación con otros equipos modestos del torneo. “Tal y como lo avanzamos", ponderó, "se produjeron fases en donde nos hicieron un fútbol directo. Sabíamos de su potencial en el juego aéreo, a balón parado, en los detalles del segundo balón".
Hierro dio a entender que preparó el partido pensando más en contrarrestar a un rival menor que en potenciar el funcionamiento de España, una de las mejores maquinarias del fútbol mundial.
"No puedo hacer ningún reproche", dijo, con gran cortesía. "Salieron quince jugadores [sic] que se han dejado la vida con sus defectos, sus virtudes, con lo que les gusta... Llegamos muchísimo al área, casi con 19 disparos. Creo que tuvimos oportunidades para ganar el partido y fuimos desgraciadamente a la lotería de la tanda de penaltis”.
“Nos vamos con la conciencia tranquila”, abundó, antes de elogiar el trabajo de su predecesor, Julen Lopetegui. “Nos vamos de un Mundial sin perder en 24 partidos [en todo el ciclo]. ¡Esa es la realidad del fútbol! En estos años se ha hecho un gran trabajo con Julen. Me voy sin rechazar mi responsabilidad. Yo he sido seleccionador a tres días del debut. Yo me pongo a la cabeza! ¡Acepté una responsabilidad y con eso voy a morir!”.
Ramos: "Hemos implantado el juego que todo el mundo quería"
“Como español y como capitán me siento orgulloso”, dijo el capitán Sergio Ramos, negando la evidencia de la degradación del estilo y del juego que caracterizó a España hasta hace unos meses; “ha sido un partido durísimo. Hemos sido once leones dentro del campo. Hemos vuelto a implantar lo que todo el mundo esperaba de su selección. El equipo se vuelve a casa con la cabeza bien alta después de haber hecho todo lo posible ante una gran Rusia que a nivel físico nos ha puesto todo muy complicado desde el primer minuto y nos ha forzado a llegar a los penaltis. No hemos tenido esa pizca de suerte”.
“Ahora no es el mejor momento para hablar de Lopetegui”, concluyó. “Hierro lo ha hecho muy bien. El equipo dio la cara y aseguró el pase a octavos. Puedes perder de muchas maneras pero hoy España implantó su fútbol, su filosofía, incluso en la prórroga. El fútbol a veces sale cara y a veces cruz. Pero nos vamos sin perder después de dos años. Llevábamos dos años sin perder”.
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