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Mbappé clasifica a Francia y elimina a Perú

El solitario tanto del delantero del PSG mete a los galos en octavos (1-0) y le convierte en el goleador más joven de los bleus en un Campeonato del Mundo

Ladislao J. Moñino
Mbappe celebra su gol a Peru que le dio el triunfo y la clasificación para octavos a Francia.
Mbappe celebra su gol a Peru que le dio el triunfo y la clasificación para octavos a Francia.ANNE-CHRISTINE POUJOULAT (AFP)

En lo que va de Mundial, una gris tendencia se impone. Las grandes selecciones juegan como los equipos pequeños y algunos de estos se sueltan el pelo para jugar como los grandes. Las superpotencias o juegan mal, o tienden a racanear cuando se ponen por delante en el marcador. La legendaria y supercampeona Italia no está presente, pero las raíces del calcio brotan por la hierba de los estadios rusos partido tras partido. Se impone la ley de marcar y luego esperar a la contra. Pero sucede que en lo que va de campeonato aún no se han producido contragolpes para ser recordados. Francia, como Portugal con Marruecos, o como España con Irán por momentos, dio por finiquitada su intención de dominar a Perú cuando Kyliam Mbappe remachó el gol que ha certificado el pase francés a octavos. Es grosera la contemplación de tanto pase fallado, de tan poco riesgo con la pelota en selecciones que cuentan con gran parte del firmamento futbolístico más imponente.

El primer tiempo de los bleus tuvo un pase. El segundo, fue un horroroso ejercicio de administración de la ventaja lograda. Los pizarreros resultadistas se agarran a la exigencia competitiva que supone un Mundial. Elaboran sus homilías desde el tópico de que no hay enemigo fácil. También se aferran al puro realismo del marcador que dicta que Egipto, Marruecos y Perú, que han intentado competir con un juego atractivo están ya fuera de la competición. Cierto es, pero también que sus jugadores no tienen tanto talento. La digna Perú de Ricardo Gareca ya es historia, pero al menos, se van con la satisfacción de haber hecho algo por el espectáculo, de que no todo es puro resultado, de haberle hecho sudar a Francia.

Los cambios de Deschamps respecto al estreno con Australia apuntaron en dos direcciones. Prescindió de Tolisso para meter al estajanovista Matuidi por delante de Lucas Hernández. Una cuestión de equilibrio. La entrada de Olivier Giroud tuvo intención de satisfacer los deseos de Griezmann de jugar con un nueve de referencia. Bajo esa fórmula el rojiblanco explotó en la Eurocopa de 2016. Se siente más liberado para mezclar su versión de mediapunta con la como de segundo delantero satélite. También en el Atlético, cuando en enero entró Diego Costa comenzó a firmar su excepcional fin de curso. La composición fue una Francia más fiable y más vertical de inicio, de poco trámite en la sala de máquinas.

Con ese plan, Varane comenzó de cerebro lanzador que saltaba líneas con sus desplazamientos. En el primer cuarto de hora desplegó una retahíla de pases largos a la cabeza de Giroud. El delantero del Chelsea se impuso de inicio en esta batalla aérea que tiene como fin la segunda jugada. Una prolongación suya en un saque de banda mal defendida y peor despejada por la defensa peruana fue perseguida por Griezmann, que la empaló al lateral de la red. Otra dejada del nueve francés, está más clásica, una bajada con el pechó en la frontal del área, la voleó Griezmann con potencia con su pierna derecha. Esa descarga respondió a 15 minutos potables de Francia. Hasta que Perú se asentó en el toque y se sacudió el miedo al potencial físico de Pogba, Kanté y Matuidi, que correr, corren, pero hacer jugar a los suyos poco o nada. Con más poso empezaron a aparecer las combinaciones de los Carrillo y Flores y la astucia móvil de Guerrero. La incertidumbre sobre si podía participar en este Mundial por su caso de dopaje le ha dejado sin una preparación adecuada, pero le dio para un par de maniobras afiladas. En una de ellas, sentó a Umtiti en el área y puso a prueba a Lloris.

Desaparecido Griezmann pese a la presencia de Giroud, fue Mbappe, caído a la derecha, el que retomó cierto gobierno del partido para Francia. Un recorte por allí, un tacón por acá, una arrancada por allá. Buenos detalles que discuten si el liderazgo ofensivo de Francia debe recaer en él o en Griezmann. Su gol fue un ejercicio de oportunismo nacido de una recuperación de Pogba en una salida infantil de Perú con la pelota. Tras el quite, su pase a Giroud fue lo mejor que ha firmado en este Mundial. El remate del nueve francés tocó en un defensa y la parábola que cogió ya entraba, pero Mbappe la aseguró. El tanto supuso que se convirtiera en el jugador francés más joven en marcar en una Copa del Mundo con 19 años y 183 días, superando a David Trezeguet que marcó en Francia 98 con 20 años y 246 días.

El tanto generó el paso atrás de Francia, que ya se estriño poco o nada. Se entregó a la fiabilidad de Varane, Umtiti y Lucas Hernández y al físicpo de sus centrocampistas. Con esto le dio para ganar y clasificarse, aunque un pepinazo de Aquino que astilló la escuadra pudo evitarlo.

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Sobre la firma

Ladislao J. Moñino
Cubre la información del Atlético de Madrid y de la selección española. En EL PAÍS desde 2012, antes trabajó en Dinamic Multimedia (PcFútbol), As y Público y para Canal+ como comentarista de fútbol internacional. Colaborador de RAC1 y diversas revistas internacionales. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Europea.

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