Cuatro clásicos por un ascenso

Cuatro clásicos del fútbol español se miden hasta el domingo por la última plaza disponible en la Liga Santander, cuatro escuadras con historia, ambiciones y urgencias que suman 146 campañas entre la máxima categoría. Todo quedará decidido el 16 de junio. Antes, entre este miércoles y el sábado dos de esos equipos habrán quedado en el camino en un proceso eliminatorio que se disputa por octava vez en la historia de la competición. El Numancia se cruza con el Zaragoza (miércoles 6, a las 20,30 horas en Los Pajaritos y sábado 9, a las 18 en La Romareda) y el Valladolid con el Sporting (jueves 7, a las 20,30 en Zorrilla y domingo 10, a las 20,30 en El Molinón). La ventaja es para los aragoneses, que como terceros clasificados podrían empatar todos sus partidos y subir de categoría. La normativa prevee que haya prórroga en caso de igualada, pero no permite tandas de penaltis sino que en ese caso premiaría al mejor clasificado en la temporada.

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Pero nada está escrito. Desde que en 2011 se implantaron los play-off para discutir el tercer ascenso a Primera División entre cuatro equipos, tan solo en tres ocasiones se llevó el premio el mejor clasificado en el campeonato liguero. Y en dos oportunidades (Córdoba en 2014 y Osasuna en 2016) lo lograron quienes accedieron a las eliminatorias como últimos. “Vamos de víctimas, pero hay que confiar en la magia de los play-off”, apunta Jagoba Arrasate, entrenador del Numancia. Los sorianos entraron en esta coda tras aprovechar una doble carambola, el tropiezo del Cádiz en la última jornada y que Valladolid y Osasuna no empatasen el partido que les enfrentaba.

Con todo, el Numancia es entre el póker de aspirantes el equipo que más jornadas ha estado entre los seis primeros de la categoría, 27 de las 42 que compusieron una tortuosa ruta en la que tres de los cuatro aspirantes han perdido trece partidos. La segunda categoría es terreno selvático. A Rayo y Huesca les bastó ganar la mitad de sus partidos para dar el salto y entre los tres equipos que caían desde Primera apenas el Sporting ha logrado colocarse en disposición de regresar. Granada y Osasuna, que además eran líderes en la clasificación del tope salarial para confeccionar plantilla, se han quedado al margen.

Cada uno llega como puede a este final. El Numancia lo hizo desde la regularidad, pero el Zaragoza desde la escalada. Cuando acabó la primera vuelta era decimoséptimo, a diez puntos de la sexta plaza y a cinco del descenso. El pasado fin de semana llegó a su máxima altura de la temporada, la tercera posición. La apuesta fue tan paciente como delicada: se trata de un histórico que desde los años cuarenta nunca había encadenado tantas campañas lejos de la Primera División, ya va por la quinta. Pero nadie fue mejor que los maños en la segunda vuelta. Sumaron 47 puntos, la tercera mejor rueda de la historia del campeonato tras el tope de 49 puntos marcado por Deportivo y Elche al inicio de esta década. El equipo llega tan lanzado y enfocado en el objetivo que hasta casi se ha pasado de puntillas sobre la filtración del acuerdo firmado por el técnico Natxo González para entrenar al Deportivo la próxima campaña.

“No soy de los que creen en dinámicas”, desmiente Sergio González, el técnico del Valladolid. Pero hace ocho jornadas que se hizo cargo del equipo en sustitución de Luis César Sampedro y apenas ha perdido dos veces, justo contra Sporting y Zaragoza. El equipo castellano no estaba en puesto de promoción desde la jornada décima y regresó a ellos hace tres para no marcharse. La ciudad bulle y este jueves se llenará Zorrilla para recibir al Sporting, con la baja del experto Míchel en la medular, pero con el seguro de Jaime Mata, goleador con cifras de otra época. 33 tantos ha firmado en 38 partidos, a uno de los que logró Baltazar con el Celta en seis partidos más hace 31 años. En toda la historia de la categoría de plata solo el sportinguista Ricardo les supera con 46 dianas en el ejercicio 1956-57.

Justamente en Gijón necesitarían ahora un aliento goleador. El equipo llega tras perder en cuatro de las últimas cinco jornadas y envuelto en un cierto halo de pesimismo porque todo lo que puede salir mal acaba peor. En Córdoba iba a guardar al central Álex Pérez, a una tarjeta de la suspensión, pero debió alinearlo por las molestias de un compañero en el calentamiento. Vio la amonestación y no podrá jugar en Valladolid. Pero los asturianos también saben de vaivenes. A medidados de febrero tras un empate sin goles en Lorca eran décimos. Hoy están entre el póker de aspirantes a regresar a Primera.