Un atasco para llegar a la Fórmula 1
Muchos jóvenes pilotos españoles con una prometedora carrera se ven obligados a dejar a un lado los coches por falta de dinero y patrocinios.
En uno de los países con más afición por el motor, ¿por qué hay nueve pilotos españoles que compiten en el Mundial de Moto GP, como Márquez o Viñales, y solo dos, Fernando Alonso y Carlos Sainz, lo hacen en la Formula 1? Son varios los factores que provocan que haya más pilotos españoles compitiendo en el deporte de las dos ruedas. Por ejemplo, la diferente manera de trabajar de las dos grandes estructuras encargadas de hacer que los jóvenes pilotos del mundo del motor vayan subiendo de categoría hasta llegar a las competiciones más destacadas.
En primer lugar, Dorna es la empresa que controla todas las categorías que llevan al mundial de motos y es la que organiza el Mundial de MotoGP. También dirige el Campeonato del Mundo de Supercross y el Campeonato Mundial de Superbikes. Pero esta compañía administra y promociona otros eventos como el Campeonato de España de Velocidad o el Campeonato Británico de Superbikes. Además, con la creación de plataformas y campeonatos como la Red Bull Rookies Cup, la Asia Talent Cup o la British Talent Cup intenta promocionar jóvenes talentos. En España, la Real Federación Motociclista Española (RFME) ha impulsado, junto a Dorna, las categorías inferiores para que los niños puedan competir desde pequeños en velocidad.
Por otro lado, Liberty Media es la empresa que dirige la Fórmula 1. Y la Federación Internacional del Automóvil (FIA) es la encargada de regular y organizar los campeonatos de automovilismo más importantes del mundo que son considerados previos a la categoría reina del automovilismo, como la Fórmula 4, la Fórmula 3 y la Fórmula 2. Estas dos organizaciones llegaron a un acuerdo hace un año para crear una estructura en forma de pirámide para los jóvenes pilotos que empiece desde el karting y que vaya subiendo hacia F4, F3 y F2 hasta llegar a la Fórmula 1. Este hecho haría emular los estratos que ya hay en el motociclismo, como explicó el director deportivo de la F1, Ross Brawn, que dijo que el automovilismo debe ofrecer más espectáculo. "Me gustaría que las categorías inferiores formaran parte del show y que los pilotos pudieran ascender a la Fórmula 1", explicó Brawn.
El dinero es otro de los factores que influye tanto en el motociclismo como el automovilismo, ya que son deportes que unos pocos se pueden permitir debido a los gastos que se deben afrontar. En las etapas iniciales la mayoría de familias, con un gran esfuerzo, invierten lo necesario para que sus hijos puedan competir, pero a medida que van subiendo de categoría se encuentran con muro económico demasiado alto. Por eso, si no aparecen patrocinadores, muchos pilotos ponen fin a sus carreras.
Xavi Lloveras, actual piloto de la Eurocup Formula Renault 2.0, asegura que cuando llega el punto en que la familia no puede soportar los gastos es cuando los patrocinadores son claves. “Si has demostrado un cierto talento es muy posible que alguien que confíe en ti. Por suerte, yo tengo el apoyo del Circuito de Barcelona-Cataluña y del RACC. Sin ellos ahora mismo no podría estar corriendo”, explica.
El subcampeón de España de karts y participante en pruebas europeas con monoplazas, Marc González, asegura: “Hay muchísimos pilotos que tienen talento y no llegan a ninguna parte porque probablemente no estaban en el momento adecuado para que nadie les ayudara”. “Para ser piloto es esencial que, si tu familia no tiene el dinero necesario, un patrocinador muy grande apueste por ti y te ayude a acceder y a enseñar lo que vale cada uno. Yo tuve la suerte de que un empresario me ayudó a conseguir patrocinios”, señala Albert Costa, actual piloto de Jaguar y Lexus, campeón de la Fórmula Renault Europea 2.0 en 2009 y del Europeo Mégane Trophy en 2012.
En el automovilismo todo es mucho más caro. Con unos 100.000 euros es posible competir en Moto GP, pero en los coches con ese dinero no se puede hacer casi nada. Para competir en la Fórmula 1 hay pilotos que pagan cantidades millonarias para tener un asiento. En la Fórmula 2 se empieza a pagar a partir de un millón de euros. En la Fórmula 3 Europea, 600.000 o 700.000 euros de media. Y para los campeonatos nacionales de la Fórmula 4 se necesitan unos 150.000 o 200.000 euros para correr. Por esta razón los pilotos que no han tenido la suerte de llegar a estas competiciones no pueden permitirse pagar estas cifras astronómicas.
Hace años que se oye hablar de la ley de mecenazgo para impulsar este tipo de deportes a través de empresas que contribuyan en la financiación de actividades de interés general. En Francia, por ejemplo, cuando quitaron toda la publicidad de alcohol y tabaco, muchas empresas empezaron a pagar una parte de sus impuestos destinados al deporte, y eso provocó una mejora.
El gerente de la Federación Catalana de Automovilismo, Ramón Izquierdo, cree que en España se dedican muy pocos fondos a estos deportes. “No es sencillo porque hay mucho dinero de por medio, pero hay que tener cuidado en la manera en la que se ayuda a los jóvenes pilotos. Desde la Federación es desalentador ver cómo jóvenes talentos lo van dejando y que no podamos hacer nada porque nuestro presupuesto es menos de la mitad de lo que necesita un piloto para correr”, destaca Izquierdo.
Albert Costa añade: “Ahora hay más ayudas, pero me gustaría que se hicieran más esfuerzos para que la cantera española tenga más facilidades”. En cambio, Marc González cree que debería haber más voluntad de promocionar este apasionante mundo por parte del Estado, de la Federación y de las empresas. “Si las fórmulas inferiores no son mediáticas y no atraen a la prensa ni atraen al gran público los pilotos no podrán subir. Y esto quien lo debe impulsar es la Federación”, concluye.
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