Laso: “Estoy orgulloso del corazón que tiene mi equipo”
El técnico del Real Madrid valora el espíritu de sus jugadores para llegar a la final. “Han cambiado muchas cosas desde la semifinal del año pasado. Lo único que será igual son las camisetas”, explica
Belgrado respira baloncesto y el Stark Arena esconde el tesoro. Mientras en la pista se ensayaba la ceremonia de coronación con el We are the champions atronando por la megafonía, en la sala de prensa del gigantesco pabellón multiusos, Zeljko Obradovic y Pablo Laso jugaban al póker en la protocolaria conferencia de presentación de la final de mañana (20.00, Movistar+). Los dos técnicos escondieron las cartas, compartieron alguna confidencia, compadrearon repasando su anecdotario común y salvaron el compromiso con el trofeo que anhelan a un palmo de ellos. El Madrid disputará la cuarta final en seis años. El Fernerbahçe, la tercera consecutiva.
La Décima está en Belgrado, para el Madrid o para Obradovic. Los blancos llegan a la cita después de llevar imponer su orgullo hasta las últimas consecuencias, superando todas las dificultades en forma de epidemia de lesiones. “No jugamos con corazón un solo partido. Eso ese corazón se tiene o no se tiene y mis jugadores lo tienen. Lo hemos demostrado a lo largo del tiempo. Aunque muchas veces se nos valora por el resultado, como entrenador valoro otras situaciones durante la temporada y estoy orgulloso de este grupo”, analizó Laso. “La primera vez que nos enfrentamos esta temporada, me di un abrazo con Zeljko y le dije ‘ojalá nos enfrentemos muchas veces más, será buena señal’ y aquí estamos. Tengo ganas de que empiece ya la final”, prosiguió el entrenador madridista. "Han cambiado muchas cosas desde la semifinal del año pasado. Lo único que será igual son las camisetas", señaló el vitoriano cuando le preguntaron por el precedente en el que descabalgó el Madrid el curso pasado.
“Esto no es cuestión de un día. Es un camino muy largo. La mayor satisfacción es que el Madrid sea un equipo reconocible y reconocido”, desarrollo Laso antes de hablar del valor diferencial de los dos equipos finalistas. “Tenemos grandes jugadores. Hay pocos secretos. Trabajar cada día y tener la ambición de querer ganar. Estamos aquí dos grandes equipos que han sido capaces de demostrarlo a lo largo del tiempo. Muchos de mis jugadores han hecho grandes temporadas, al igual que el Fenerbahçe en los últimos años”, siguió el discípulo antes de que terciara el maestro. “Todo esto empieza en la planificación del verano. Hay formamos un equipo competitivo y logramos el nivel necesario para ganarnos la posibilidad de estar en otra final”, contó Obradovic.
“Desde el primer día que llegué al Real Madrid, aquellos dos años fueron un aprendizaje continuo. Teníamos un gran equipo. En aquél momento no funcionó la cosa, pero como jugador fue genial tenerle como entrenador. Años después, muchas cosas de las que aprendí con él las he aplicado luego como entrenador”, recordó Laso. “Cada entrenador debe levantarse por la mañana pensando que no lo sabe todo. Los jugadores me enseñan, son los mejores profesores. Ya no he dormido anoche. El Madrid es un equipo muy completo y con mucha calidad. Si te fijas solo en una o dos cosas estás muerto”, sumó Obradovic. “Somos dos equipos que no estamos aquí por el rebote o el tiro exterior. Estamos aquí por ser los equipos completos y no es cuestión de encontrar una lámpara mágica para eliminar virtudes del rival”, remató Laso. “Hay que jugar con corazón y algo más. Hay que dar un plus y ese plus lo venimos demostrando durante todo el año. Ha sido una temporada durísima por ver a jugadores importantes que tenían lesiones graves. Pero, llegados a este momento, hay que disfrutar porque son oportunidades que no sabes si el baloncesto te las va a volver a dar”, cerró Rudy Fernández.
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