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El Barça se gana a Sudáfrica

El equipo de Valverde doblega sin esfuerzo al Mamelodi Sundowns al tiempo que la afición festeja los goles y la presencia de Messi

Jordi Quixano
Messi, durante el partido ante el Mamelodi Sundowns.
Messi, durante el partido ante el Mamelodi Sundowns.PHILL MAGAKOE (AFP)

El Barcelona, con motivo del centenario del nacimiento de Nelson Mandela, quiso participar en los actos de conmemoración y disputó en Johannesburgo un duelo amistoso frente al Mamelodi Sundowns, uno de los conjuntos más potentes del país. Aunque apenas dio para sacar alguna conclusión -acaso que Aleñá tiene pista por delante para aterrizar ya en el primer equipo, tal y como avanzó Valverde-, el duelo, como amistoso, careció de ritmo. Pero no de fútbol porque los cerca de 90.000 aficionados que acudieron al estadio azuzaron y contagiaron su voluntad a los jugadores, por más que el Mundial esté a la vuelta de la esquina y que a la temporada de clubes le quede un suspiro. Una cita incómoda para los futbolistas -20 horas de vuelo entre la ida y la vuelta-, pero valiosa para el club porque ingresará unos cinco millones de euros.

La animosidad en el adorno se dio sobre todo en Luis Suárez, que trató hacer quiebros complicados, pases imposibles y eslálones a lo Messi que no le salieron. Pero delante de puerta no falla y así lo volvió a demostrar tras un pase de Denis Suárez, muy activo durante todo el partido, siempre entregado a la causa común sin una mala cara de por medio, por más que apenas haya disfrutado de minutos durante el curso. Ese fue el segundo gol de la tarde, tras un error en la composición del Mamelodi. Un tropiezo reiterativo en el equipo sudafricano, que al abrir el telón del encuentro regaló un balón a Dembélé en la frontal del área. El francés, hábil como es con las dos piernas, lanzó el quiebro con la derecha y soltó el latigazo con la zurda, cerca de la escuadra y a gol.

M. Sundowns, 1 - Barcelona, 3

Mamelodi Sundowns: Onyango (Mweene, m. 66); Langerman, Arendse, Soumahoro (Madisha, m. 62), Ngongca; Hekana (Sirino, m. 77), Mabunda, Vilakazi, Zwane; Percy Tau y Billiat (Morena, m. 93). No utilizados: Manyisa, Zulu, Sekotlong, Brockie, Lebese y Ngoma.

Barcelona: Ter Stegen; Semedo, Busquets, Yerry Mina, Digne; Aleñà, Rakitic, Iniesta; Dembélé, Luis Suárez y Denis. En la segunda parte: Cillessen; Sergi Roberto, Piqué, Cuenca, Alba; Paulinho, André Gomes; Aleix Vidal, Galarreta y Coutinho.

Goles: 0-1. M. 3. Dembélé. 0-2. M. 19. Luis Suárez. 0-3. M. 66. André Gomes. 3-1. M. 76. Vilakazi.

FNB Stadium. Unos 90.000 espectadores.

Aunque la posesión quedó más o menos repartida entre los dos equipos, entre otras cosas porque el Barcelona no apretó tanto en la presión avanzada como acostumbra, los quilates los puso el equipo azulgrana. Tampoco le resultó muy complicado porque el Mamelodi fue fiel reflejo de los que se suponen de los equipos africanos, muy físicos pero con escaso orden táctico. Así, dejaban tremendos espacios entre las líneas, la presión era descabezada y les costaba horrores atacar en estático. Pero en la primera parte les alcanzó con un par de pelotazos para Percy Tau –futbolista destacado por su facilidad para tirar el regate, encontrar los espacios y a los compañeros, y armar el disparo-, que descosió a Yerry Mina. El central, de nuevo retratado, parecía desnortado en el campo, lejos de entender el juego hasta el punto de que, pasado de revoluciones, se llevó por delante a Busquets en una ocasión y al linier en otra. Y Tau se aprovechó de la situación para cobrarse un mano a mano con Ter Stegen que venció el portero, del mismo modo que también metió una mano tras una falta lateral que evitó un gol que ya se cantaba en el estadio.

Valverde quiso repartir los minutos entre la expedición y en el segundo acto comparecieron otros 11 jugadores. Siguió el duelo con la misma tónica, con un futbol desbravado del Barça que cogía fiereza en los metros finales y con un Mamelodi corriendo más que jugando. Tuvo su oportunidad el central Cuenca (sobrio, sin problema alguno) y el delantero Galarreta, que por poco no embocó su primer disparo desde fuera del área. Pero el partido perdió hilo argumental, con los jugadores del Barça destensados y los del Mamelodi con la lengua fuera. De ahí que la hinchada no tardara en reclamar a Messi, que aguardaba en el banquillo. A falta de 25 minutos, el técnico le mando a calentar y lo que se encendió fue el estadio, deseoso de ver al extraterrestre del balón. Al tiempo, André Gomes festejaba su gol, de nuevo tras un error en la salida que robó Alcácer y definió el portugués.

Cuando quedaba poco más de un cuarto de hora, Messi entró al césped entre el alborozo general. Chocó las manos con Galarreta –que se estrenaba con el primer equipo- y en la primera jugada ya intervino cuatro veces y por poco no le dio una asistencia de gol a Alcácer, que puso mal el pie y la tiró a las nubes. La réplica y el premio la dio Tau, quién si no, que filtró un pase interior en el borde del área y Vilakazi definió con tino a la red. Y ahí se acabó el duelo, acaso algún detalle del 10, como un pase de 50 metros al pie de Alba, un regate eléctrico, un disparo lejano… Era un amistoso y no daba para más, aunque para Johannesburgo ya fuera mucho por la novedad. Y el Barça, competitivo como siempre, se llevó el partido y seguro que más de un corazón de Sudáfrica.

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