El presente sonríe a Kvitova
Tras ser acuchillada a finales de 2016, la checa se ha repuesto y acumula más títulos que ninguna en Madrid (3), y este año (4). Se impone a Bertens en la final femenina más larga: 7-6, 4-6 y 6-3, en 2h 52m
Tiene motivos para sonreír Petra Kvitova, más que de sobra. Después de un pasado reciente truculento, pues a finales de 2016 sufrió un asalto doméstico que bien pudo costarle su carrera, la checa disfruta de un presente feliz y próspero. Atrás quedan las cuchilladas de aquella noche, la mano izquierda destrozada y el miedo; el ahora, el hoy, se traduce en felicidad y títulos, en un tercer trofeo en la Caja Mágica (antes 2011 y 2015) y un cuarto este curso. Es decir, ninguna tenista ha triunfado tantas veces en Madrid ni tampoco esta temporada. Ayer, en una intensísima final, la más larga en las 10 ediciones del torneo femenino, terminó con la resistencia de Kiki Bertens (7-6, 4-6 y 6-3, en 2h 52m) y volvió a soltar uno de sus característicos alaridos de alegría.
El susto quedó atrás y Kvitova vuelve a ser una jugadora intimidatoria. Después de pasar por el quirófano y recuperar la zurda, su mano buena –“llegué a perder la sensibilidad en dos dedos”–, la de Bílovec reingresó en el circuito después de medio año parada. Lo hizo en Roland Garros –“he ganado mi mayor batalla, llegué a pensar que me habían arrebatado el tenis…”– y a partir de ahí fue recuperando el nivel que en el pasado le permitió conquistar en dos ocasiones Wimbledon (2011 y 2014) y la Copa de Maestras (2011), además de alcanzar el segundo peldaño de la WTA.
La escalada fue progresiva. A finales de junio ganó un primer premio en Birmingham y este ejercicio ha levantado otros cuatro: San Petersburgo, Doha, Praga y este último en Madrid, donde ya es la tenista más laureada por delante de Serena Williams y Simona Halep, ambas campeonas dos veces. Poco a poco, el aficionado vuelve a degustar el ofensivo juego de Kvitova, quien a sus 28 años está de nuevo en un pico alto de su carrera. Este año triunfa más que nadie y se ha instalado de nuevo en el top-10; en cuanto a honores figura por delante de Elise Mertens (Hobart, Lugano y Rabat) y Elina Svitolina (Brisbane y Dubái) y pese a todos los avatares sigue demostrando todo su pedigrí, el de una tenista de pura raza. En activo, solo Serena (72 títulos), Venus (49), Sharapova (36) y Wozniacki (28) lucen un palmarés más lustroso que el suyo (23).
Con Roland Garros casi a la vista, en la sala de conferencias se le planteó si se ve con el nivel necesario para conquistar París y la checa respondió con precaución: “Las condiciones allí son muy diferentes a las de aquí y ganar un Grand Slam es muy difícil”, matizó. “Yo sé que puedo jugar bien, porque un año [2012] ya llegué hasta semifinales, pero no me quiero meter demasiada presión porque considero que hay muchas jugadoras que juegan mejor que yo sobre tierra batida”, zanjó Kvitova, ahora en el quinto peldaño de la WTA. Tres veces reina en Madrid. Y con una sonrisa en la boca.
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