La Fundación Ángel Nieto estará en Vallecas

El sol calienta menos de lo que solía. Porque hay cosas que han cambiado y de alguna manera debería de notarse. Márquez sigue volando, referencia en Austin y también ahora en Jerez, por mucho que siga cayéndose de vez en cuando como hizo al final del día; Pedrosa sigue disfrutando de su especial relación con este circuito en el que ha subido al podio diez veces, todas menos una; Zarco sigue a la caza de las Honda, dulce su pilotaje, salvaje su ambición; Crutchlow, el más rápido de la jornada, sigue encantado con su Honda; Lorenzo sigue enfurruñado con su Ducati, por mucho que de regreso a su circuito fetiche y en su 31 cumpleaños encontrara más fácilmente sus puntos buenos; y a las Yamaha de Rossi y Viñales todavía les queda camino por recorrer si aspiran a ganar. Carreras, para empezar.

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En la pista las cosas siguen como siempre. Pero en Jerez se echa en falta a Ángel Nieto, fallecido en agosto del año pasado tras un accidente de tráfico. En Jerez, ese circuito que él ponía como ejemplo de lo que significaba tener pasión por el motociclismo –“el domingo a las siete de la mañana hay 50.000 personas sentadas en el campo, y están hasta las tres de la tarde. Si tú haces un partido de fútbol en el que tienes que estar desde las siete hasta las tres de la tarde, probablemente se vacíe el campo antes”–, se le rinden todo tipo de homenajes este fin de semana.

Se celebra el Gran Premio de España y se hace en recién nombrado Circuito de Jerez Ángel Nieto, ahora presidido por un busto del maestro de todos los campeones españoles. Las tribunas, que estarán a rebosar este domingo, como siempre, aplaudirán en el minuto 13 (12+1 para los Nieto y los supersticiosos) de cada carrera. Antes de que la competición arranque, a media mañana, sus hijos Gelete y Pablo darán una vuelta de honor al circuito con la Garelli de 125cc y la Derbi de 80cc con las que Nieto empezó a popularizar las motos en España. Además, este viernes, ambos, como presidente y vicepresidente, presentaron la Fundación Ángel Nieto, de reciente creación, con la que quieren administrar el legado de su padre. Se volcará principalmente en ayudar a las víctimas de accidentes de moto y a sus familiares. Porque “las motos se lo dieron todo, pero también se lo quitaron”, decía Gelete, emocionado, en referencia a aquel accidente en quad que Nieto sufrió en Ibiza.

Los hijos de Nieto —el menor, Hugo, no tiene ningún papel activo en la Fundación pues tiene todavía 17 años— trabajan con la constructora Avintia en la creación del espacio físico para la Fundación y para un Museo, un ambicioso proyecto del que ya tienen los planos, que está previsto que se levante en Vallecas y desde donde se desarrollarán todos los planes que tienen en mente. Que son muchos, la mayoría todavía por concretar. Entre ellos, y además del museo con el que Ángel siempre soñó, los Nieto ya han sacado junto a AGV una edición limitada del histórico casco del piloto 13 veces (o 12+1) campeón del mundo; y contemplan la posibilidad de hacer una película; además, el autor del libro Ángel Nieto, las curvas de la vida (Autor Editor, 2017), Tomás Díaz-Valdés, donará a la Fundación los beneficios obtenidos. Gelete asegura que hace días que empezó a recibir donaciones y que no pensaba que contaría con tantos apoyos. Su intención es ayudar, de la manera en que cada uno lo necesite, a los heridos o lesionados en accidentes de moto. Incluso se han planteado la posibilidad de montar un centro de rehabilitación en la sede de la Fundación.

Además, formados como están tanto Gelete como Pablo en la gestión de equipos (los dos trabajan en las categorías inferiores del Mundial de motociclismo), les gustaría montar una escuela para jóvenes pilotos, para aquellos que no tengan capacidad económica para llegar y con quienes darían sus primeros pasos en las competiciones regionales y el campeonato de España. “Tenemos la obligación de seguir demostrando esa pasión por las motos que él nos enseñó, que él demostró tantas veces”, decía Jorge Martínez Aspar, uno de los patronos de la Fundación, en su día rival del 12+1 y buen amigo de la familia Nieto desde hace años.