Giannakopoulos, una bomba de relojería
El dueño del Panathinaikos radicaliza sus ataques a la Euroliga con la connivencia de sus medios mientras flirtea con la FIBA para un ‘fichaje’ que le costaría 10 millones de euros de indemnización
Viral en todas sus acepciones, el dueño del Panathinaikos, Dimitris Giannakopoulos, se encuentra en una encrucijada. El extemporáneo dirigente quemó su arsenal contra la Euroliga durante la eliminatoria de cuartos de final y, tras descabalgar de la Final Four por sexto año consecutivo, su hoja de ruta ha embarrancado convirtiéndole en una bomba de relojería dentro del conflicto del baloncesto continental. En unos días deberá materializar su reiterada amenaza de abandonar la Euroliga para fichar por la FIBA o desandar el grotesco camino emprendido contra Jordi Bertomeu, presidente de la máxima competición europea.
El próximo fin de semana, el pabellón OAKA de Atenas acogerá la Final Four de la Champions League de la FIBA —en la que AEK, UCAM Murcia, Ludwigsburg y AS Monaco se disputan el título— y, aprovechando su condición de anfitrión, Giannakopoulos se dejará querer por el organismo presidido por Patrick Baumann. La FIBA, que ha celebrado discretamente la veta beligerante abierta por el dueño del Panathinaikos, calibra ahora los beneficios de incorporar al cuarto club más laureado del palmarés continental (6 Copas de Europa, como el Maccabi de Tel Aviv) y los daños de cargar con una figura tan radicalizada.
En dos semanas se abre el periodo de registro para la próxima Euroliga, que definirá su calendario antes de julio. Si Giannakopoulos renuncia a la licencia A de su Panathinaikos deberá pagar 10 millones de euros por incumplir el contrato con Euroleague Commercial Assets (ECA). Ya hay clubes interesados en la plaza y el torneo trabaja con alternativas de dentro y fuera de Grecia. La espantada obligaría a los verdes a redimensionar el proyecto porque el entrenador, Xavi Pascual, y varios de sus jugadores tienen contratos vinculados a la disputa de la Euroliga. Comienza la cuenta atrás para resolver el dilema.
Casi medio millón de euros en multas
A la espera de cerrar alguno de los expedientes que tiene abiertos y de la apertura de otros nuevos por su radical y continuada campaña contra la Euroliga y su presidente, Giannakopoulos ya acumula 446.500 euros en multas. Las sanciones más cuantiosas han sido por incumplir los 12 meses de prohibición de acceso a cualquier pabellón donde se disputaran partidos europeos y por “amenazas verbales extremas” a los árbitros.
Giannakopoulos, que desde hace años denuncia una persecución de la Euroliga y sus árbitros contra él y su equipo, solicitó a mediados de mes el reemplazo de todos los directivos de la competición para, acto seguido y tras quedarse solo en la iniciativa, abandonar la reunión de clubes y anunciar la marcha del Panathinaikos. También amenazó con la retirada de su equipo durante la eliminatoria ante el Madrid, en función de su valoración de los arbitrajes recibidos. “Es una pena hacer un esfuerzo en una competición que no te permite ganar trofeos. Las provocaciones constantes, la anarquía y la falta de respeto por parte de los actuales gerentes de la Euroliga no la hacen una competición transparente y justa. Las dictaduras no encajan con el Panathinaikos”, sentenció tras la eliminatoria.
En estas semanas su Instagram ha sido la catapulta para atacar a Bertomeu —con fotomontajes comparándole con el personaje de El Padrino y hasta con Hitler—, y a los pocos periodistas que se mueven del escenario de connivencia y silencio de los medios griegos. “Es un tema complicado. Vistos sus métodos es mejor mirar para otro lado”, confirman de manera unánime los periodistas que cubren la información baloncestística en Atenas contactados. La discrepancia de la línea que marcan los medios de su propiedad costó hace un tiempo a uno de ellos una paliza a cargo de unos matones. “Que te jodan”, ha sido su último ataque a Bertomeu —acusándole de no respetar el luto por la muerte de Kostas Giannakopoulos (uno de los fundadores del Panathinaikos). “Si no se marcha. No tendremos cabida en esta parodia”, remataba. “Vamos a terminar contigo. Nadie juega con el Panathinaikos”, amenazó hace semanas.
Sobrino de Thanasis Giannakopoulos —famoso por arrojar un fajo de billetes sobre Bertomeu en la Final Four de 2009— y nieto del fundador de Vianex —la farmacéutica familiar que cimenta su fortuna—, Dimitris creó como plataforma la empresa DPG, el grupo líder de medios de comunicación digitales en Grecia. En 2012 se hizo cargo del Panathinaikos, coincidiendo con la salida de su odiado Obradovic, y desde entonces no ha pasado de cuartos.
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