Hamilton saca tajada de los ‘navajazos’ de Red Bull en el GP de Azerbaiyán
El británico logra en Bakú su primer triunfo del curso, catapultado por las salidas del coche de seguridad tras el choque entre Ricciardo y Verstappen
Red Bull tiene un problema de autoridad con Max Verstappen, un piloto con un talento descomunal y un carácter indomable. La escudería de Milton Keynes ya vivió en el pasado episodios de indisciplina cuando debía manejar a Sebastian Vettel y a Martk Webber, el gran perjudicado de los piques que mantuvieron y que siempre terminaron cayendo del lado del alemán. La pareja que actualmente forman Verstappen y Daniel Ricciardo es la heredera perfecta de aquellos seriales que tantos ríos de tinta hicieron correr. En Bakú, en una carrera que Vettel tenía perfectamente dominada, un incomprensible accidente entre el holandés y el australiano hizo que la prueba entrara en una especie de centrifugado exprés que terminó otorgándole a Lewis Hamilton su primer triunfo del campeonato y, de paso el liderato provisional del Mundial.
La segunda plaza se la ganó a pulso Kimi Raikkonen, que tras verse obligado a realizar una prematura parada en la primera vuelta llevó a cabo una tremenda remontada, mientras que su compañero en Ferrari cuarto. Sergio Pérez cerró un podio inverosímil, del que Carlos Sainz (quinto) se quedó a las puertas. Fernando Alonso, por su parte, cruzó la meta en la séptima plaza, perjudicado tanto por la falta de pegada de su McLaren como por los dos pinchazos simultáneos que sufrió nada más comenzar.
Red Bull ha pasado a la historia por su espectacularidad y eso hay que agradecérselo a la marca del búfalo rojo, por más que en según qué ocasiones, esas escenas sean casi inexplicables. Parece mentira que nadie en el muro de la estructura de Milton Keynes (Gran Bretaña) sea capaz de lograr que un chaval de 21 años juegue en equipo.
Faltaban 12 vueltas para la conclusión, Ricciardo y Verstappen peleaban por la cuarta plaza y el de Perth se disponía a superar a su vecino de taller gracias al efecto del alerón trasero móvil (DRS). En esas que Mad Max dio dos bandazos que hicieron que su compañero se le empotrara por detrás, y como resultado terminaron ambos monoplazas en fuera de juego para desespero de los responsables de Red Bull, completamente atónitos. “Las órdenes de equipo van en contra de nuestra filosofía. No tenemos un número uno y un número dos, pero sí confiamos en que conduzcan con responsabilidad”, se limitó a resumir Helmut Marko, uno de los ejecutivos de mayor rango dentro de la división deportiva de la compañía austríaca.
La inmediata salida del coche de seguridad alteró por completo el transcurso de la cita y dejó a Valtteri Bottas en la mejor predisposición para estrenar su casillero de victorias en 2018, de no ser por el pinchazo que le condenó a tres giros para la conclusión. Ese fue el último golpe de teatro de un explosivo Gran Premio de Azerbaiyán que tuvo de todo, hasta navajazos, que bonificó a Hamilton y penalizó a Red Bull y la mala gestión de sus egos.
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