El Valencia perdona al Celta en Balaídos
El equipo de Marcelino, desbocado y superior en el segundo tiempo, continúa sin cerrar su presencia en Champions
Ante su última oportunidad, el Celta se desenganchó definitivamente de jugar en Europa la próxima temporada pese al buen partido de su meta Sergio Álvarez, que bloqueó todos los tiros del Valencia. Con el empate a uno, el equipo de Marcelino, desbocado y superior en el segundo tiempo, continúa sin cerrar su presencia en la próxima edición de la Liga de Campeones.
El Celta empezó aguijoneando el sistema defensivo del Valencia por los dos costados donde Pione Sisto en la derecha y Daniel Wass en la izquierda ganaban sus duelos con Vezo y Lato, respectivamente, lo que obligaba a Garay y, especialmente a Gabriel Paulista, a estar muy atentos y muy rápidos para salir al corte. En un partido donde los laterales hacían agua, los centrales valencianistas estuvieron poderosos. El portugués Vezo, un central reconvertido a lateral, repetía en la derecha. “Este entrenador tiene unos códigos y esos códigos no los voy a cambiar nunca”, dijo Marcelino en la previa, defendiendo las siete rotaciones del miércoles ante el Getafe.
Uno de esos códigos afecta al lateral derecho. Martín Montoya juega en Mestalla y Vezo lo hace a domicilio. En las últimas siete salidas, Montoya no ha jugado. En seis ocasiones lo ha hecho Vezo y en una ha actuado Gabriel Paulista. El Valencia cojea por la derecha y el técnico asturiano lleva pidiendo un lateral desde el mercado de invierno. Ante la ausencia de refuerzos, Marcelino repite la fórmula de un lateral diestro en Mestalla y otro fuera. Peter Lim, propietario del club, este sábado estaba en Londres pero el viernes estuvo en Oporto y en el equipo del dragón, en crisis económica, el Valencia tiene dos laterales en el visor: Diogo Dalot y Ricardo Pereira.
La primera ocasión del partido desnudó a los guardianes de los costados. Pione Sisto dejó clavado a Vezo en la izquierda del ataque celtiña y centró al segundo palo donde Wass se anticipó al joven Lato, sustituto del sancionado Gayà, y todavía algo tierno. En esa acción, el zurdito derribó a Wass y cometió penalti. Lato lo tiene complicado para sumar minutos ya que Gayà, como Parejo, lo juega casi todo. Con las caídas a banda del danés Wass y las subidas de Hugo Mallo sufrió. Tiene talento y condiciones pero necesita tiempo para madurar. Paulista lo sabía y permanecía en guardia para auxiliarlo.
El Celta, mejor en el tramo inicial, se cayó con la lesión de Facundo Roncaglia, que obligó a Unzué a cambiar de sistema un par de veces y desequilibró al equipo celeste todo el partido. El técnico, con la primera modificación, le dio el partido al Valencia que dispuso de dos ocasiones. La primera fue de Andreas Pereira, que disparó al cuerpo de Sergio Álvarez cuando Rodrigo esperaba el pase para empujar el balón a gol. La segunda fue para Guedes que disparó su fusil por encima del travesaño celeste buscando el gol que ha perdido en las últimas fechas. Unzué volvió a cambiar la disposición táctica en defensa y acabó, de nuevo, buscando al Valencia. Wass, muy activo, volvió a amenazar a Neto. Brais Mendez, penúltima perla celtiña al que asesora Juan Sanchez, exdelantero del Valencia y del Celta que trabaja para su agencia de representación, enganchaba bien con las alas y con el tanque uruguayo Maxi Gómez.
La segunda parte también fue de alternativas. El Valencia apareció más activo y más intenso , pero el Celta inquietaba a balón parado. Santi Mina, con un potente golpeo de interior con su pie derecho, ejecutó al equipo en el que se formó. La jugada nació en una recuperación de Soler sobre Pione Sisto, que regaló varios balones en la salida de balón de su equipo, y Guedes prolongó el balón sobre Mina para que el punta gallego marcara su gol número doce en Liga. Santi Mina no celebró el gol pero escuchó gritos de “pesetero, pesetero”.
El Celta se levantó temprano. Al saque de una falta lateral desde la izquierda de su ataque, Wass colgó un balón al área de Neto que cabeceó Maxi Gómez a gol. El Valencia se despistó en las marcas y los celestes igualaron el partido. Hasta el final, Wass cabeceó por encima de la portería anticipándose otra vez a Lato y Kondogbia estrelló en el cuerpo de Cabral un rechace en corto de Sergio Álvarez tras un cabezazo de Vezo, que cerró mejor su banda en la segunda parte. El Valencia se desbocó en el último cuarto de hora ante un Celta superado. La ocasión más clara fue para el niño Ferran Torres, que recibió de Vietto y solo delante del gol, tras un buen control, estrelló el balón en el pecho de Sergio Álvarez, el mejor jugador gallego. Soler, minutos después, enviaba fuera otro buen balón.
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