Fenerbahçe - Baskonia: Obradovic y unos whiskys de campeonato

Después 16 presencias en la Final Four, nueve coronas continentales y 33 títulos en 26 años de carrera, nadie duda de que el libro de instrucciones de la Euroliga está en manos de Zeljko Obradovic. Superar al Fenerbahçe del druida serbio es el reto que afronta desde hoy (19.15, Movistar Deportes 1) en Estambul el Baskonia, al mejor de cinco asaltos, con el factor cancha en contra, y con el recuerdo de los emblemáticos duelos vividos el curso pasado, antes del título turco.

La inopinada derrota del Baskonia en la última jornada de la fase regular ante el colista Efes, rebajó la euforia del conjunto de Pedro Martínez —tras un mes de marzo impecable con 11 victorias consecutivas: 6 en la Euroliga y 5 en la Liga Endesa— y lo abocó a medirse al campeón, junto al CSKA, el coco que todos querían evitar. Todos menos el presidente baskonista. “Se lo dije al general manager del Fenerbahçe en una reunión de Euroliga hace unos meses. ‘Os quiero a vosotros en el cruce del playoff’. Y lo hemos logrado”, confesó Josean Querejeta el pasado sábado durante la presentación del nuevo patrocinador oficial del equipo (Kirolbet). “Estas son las situaciones que nos gustan, las oportunidades que uno quiere tener. Jugar por clasificarte para una Final Four es una cosa muy especial. Somos un adversario complicado. Competimos siempre y no vamos a conceder nada”, completó Querejeta.

Fenerbahçe y Baskonia ya se cruzaron en la semifinal de la Final Four de 2016 en Berlín, con victoria para los turcos, que después cayeron en la prórroga ante el CSKA. Esta temporada, el campeón se impuso 69-83 en el Buesa Arena de Vitoria y 79-74 en el Ulker Sports de Estambul. Pero en la edición 2016-2017, antes de la primera corona continental del conjunto turco, el Baskonia puso dos picas en Flandes ante Obradovic. En la sexta jornada de aquel curso, en noviembre, Zeljko sufrió una de las peores derrotas de su brillante currículo (86-52) en Vitoria. “No muchas veces en toda mi carrera he experimentado lo de esta noche. Hemos jugador realmente mal y debemos reconocer que el Baskonia hizo un excelente encuentro. Intenté preparar a mi equipo para igualar la agresividad del rival, pero nada de lo que pasó se pareció a lo que habíamos entrenado”, confesó Obradovic aquel día, después de que su equipo fuera barrido de la pista.

Tras semejante escarnio, y con la plaza para el top-8 aun por asegurar, Obradovic apuntó en rojo la fecha del partido de vuelta en Estambul: 9 de marzo, el día de su 57 cumpleaños. Pero el Baskonia, entonces entrenado por Sito Alonso, volvió a ganar (74-79) con una gran actuación de Larkin. La noche fue larga, pero no por una de las míticas reprimendas en las que el técnico serbio enrojece hasta el extremo abroncando a sus jugadores.

Esta vez Obradovic cambió de táctica. “No os voy a decir nada. Os espero a las 23.00 en el sitio que sabéis”, espetó a la tropa. Uno a uno la plantilla del Fenerbahçe fue llegando al local de la cita y el propio Zeljko fue ejerciendo de anfitrión. “¿Qué bebéis?”, “Un zumo”, “No bebo”, fueron respondiendo cariacontecidos sus pupilos. “Venga ya. Un whisky para cada uno y uno doble para mí”, soltó al camarero.

El técnico serbio, que preparó la final de 1994 llevando a la plantilla del Joventut al zoo de Tel-Aviv y la del 95 con el Madrid organizando un almuerzo en un mesón y paseando entre huertos en Zueras, a unos 40 kilometros de Zaragoza, volvió a dar con la tecla. La camaradería que se creó esa noche en el vestuario del Fenerbahçe les hormigonó hasta alzar la primera Euroliga de su historia. El Baskonia de Pedro Martínez, sin Granger, inicia el asalto al templo de Obradovic. Desde que está en el banquillo de Estambul, su equipo ha sido un rodillo en las eliminatorias de cuartos: 3-0 ante el Maccabi en 2015, 3-0 ante el Real Madrid en 2016 y 0-3 la pasada temporada al Panathinaikos.