Semedo, lateral a la fuerza
El portugués del Barcelona era mediapunta hasta que le reconvirtieron, pese a disgusto, en carrilero
Durante varios años, intentó jugar de forma federada, pero no convenció a entrenadores ni clubes, por lo que desistió y decidió divertirse únicamente con los partidos entre amigos que disputaba en las calles del humilde barrio Mira Sintra, en las colinas de Lisboa. Pero Nelson Semedo (Lisboa, Portugal; 24 años) tenía algo y eso lo apreció un directivo del Sintrense, que lo fichó cuando tenía 15 años. Desde entonces, su carrera ha sido meteórica, pero no como mediapunta –que es donde jugaba en sus comienzos-, sino como lateral derecho. Una posición que aceptó porque no le quedaba otra, pero que le llevó al Barça y quizá esta noche a la banda derecha del Olímpico de Roma como siempre ha hecho en esta Champions a excepción del duelo ante el Olympiacos en el Camp Nou y la eliminatoria ante el Chelsea, por sanción en la ida y por lesión en la vuelta.
Tras el Sintrense pasó por el Fátima y apenas un año más tarde, cuando cumplió la mayoría de edad, alcanzó el filial del Benfica. Pero apenas tenía oportunidades y al acabar el primer curso se daba por descontada su salida del club. “Él era mediapunta, pero entendí que tenía una llegada muy fuerte desde atrás y se lo comenté porque pensaba que podía hacerlo genial de lateral”, explica Hélder Cristovão, excentral del Deportivo de 1997 a 2002 que dirige al Benfica B; “al principio no le gustó la idea y parecía dispuesto a aceptar otras ofertas que tenía de equipos menores. Pero le pedí que tuviera confianza en mí y en el club”. El detonante, sin embargo, fue un partido amistoso antes de cerrar el curso con el Benfica Sub-19 en el que se salió con sus carreras y quiebros, amo y señor de la banda. “Se convenció a sí mismo”, admite Hélder. Y aceptó el desafío.
Le costó, sin embargo, ganarse el sitio porque por delante tenía a João Cancelo, ahora en el Inter. “Al principio sufría para mantener la línea de cuatro y atender los huecos a su espalda, pero es un chico muy responsable y aplicado, por lo que pronto dio el cambio”, revela Hélder; “así que en el segundo año se fue Cancelo y Nelson jugó todos los partidos a un nivel altísimo”. Por lo que seis años después de empezar a jugar federado, Semedo alcanzó el primer equipo de las Águilas. Carrerilla para lo que conseguiría después porque Fernando Santos le citó con Portugal para la copa Confederaciones y este verano el Barcelona pagó 30 millones por él, el segundo defensa más caro en la historia azulgrana tras Daniel Alves (36). Aunque ahora se presenta frente a un nuevo reto porque Sergi Roberto ha convencido a Valverde en la Liga –no tanto en Europa- y suma 3.113 minutos por los 1.915 del portugués.
“Quizá no tiene continuidad porque Sergi Roberto es muy bueno y porque en esta temporada se ha asentado más como lateral, pero Semedo sería titular en cualquier otro equipo de Champions. Es muy bueno”, le reconocen desde los despachos del Barcelona, al tiempo que confían en que en el próximo año todavía dé un paso más. El luso lo tiene claro. “Es un orgullo y un honor vestir esta camiseta. Pueden contar conmigo para todo. Me dejaré hasta la última gota de sudor”, resolvió nada más llegar al Camp Nou, feliz por llegar al club que siempre quiso porque así se lo contagió el arte de Ronaldinho y las muchas partidas de la Play en las que se escogía ser azulgrana. Carácter no le falta, como bien acreditó en su primera semana, cuando se las tuvo con Neymar por una entrada a destiempo y no llegaron a las manos por poco. “Me incomodó en un primer momento pero también luego lo conseguí entender. Estaba en un momento difícil, quería salir”, explicó tiempo después Semedo.
Asentado ya en el club, Nelson define su ambicioso objetivo. “En el Barça me gustaría levantar la Champions y ganar todo para, internamente, ser recordado como uno de los mejores laterales de la historia del club”, expone. Aunque todavía le falta recorrido. “Está un poco tímido en el último tercio del campo”, indica Hélder, que hoy en día sigue mensajeándose con su exalumno; “tiene que respetar menos a los rivales y liberarse porque sabe hacerlo muy bien. Aunque estoy seguro de que va a explotar porque es tremendo”. Palabra de Cristovão. En su día, funcionó. “Hélder me convenció y gracias a él estoy en el Barcelona”, admite Semedo. Y también en los cuartos de la Champions.
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