Bale despega en la victoria del Real Madrid en Las Palmas
A tres días de la ida de cuartos de Champions contra la Juve, con sus dos goles, el galés suma ya diez en lo que va de año, su mejor comienzo de blanco
En un partido pensado por Zidane para otro día, diseñado para que el Real Madrid llegara en la mejor disposición al cruce de ida de cuartos de la Champions del martes que viene en Turín contra la Juventus, Gareth Bale se empeñó en seguir amontonando goles para el que es ya su mejor inicio de año desde que llegó a Chamartín: con los dos a Las Palmas lleva diez en tres meses. Abrió y cerró el marcador contra el equipo de Paco Jémez, que se aleja un punto más de la permanencia que marca el Levante, siete por encima tras su empate a mediodía en Girona. La victoria del Madrid, la octava en los últimos nueve encuentros, estabiliza su tránsito por una Liga que se le escapó hace meses, y sobre todo apunta a la efervescencia de un Bale que no se resigna con el tramo decisivo del curso en la mirilla.
Para presentarse en Gran Canaria, el Madrid dejó en casa a Isco y Ramos, tocados, además de a Marcelo, Kroos y Cristiano Ronaldo. En la banda izquierda que dejó libre el portugués se instaló Bale, y allí encontró pista de despegue para lanzarse a la espalda de la defensa a buscar los envíos de Modric. Lo hizo desde muy temprano, y ya a los cinco minutos se plantó por ese camino ante Chichizola, pero disparó fuera. No falló en la siguiente. El croata le puso la pelota al fondo del carril izquierdo, y corriendo por allí Bale se dio vagamente un aire a aquel lateral que hace ya años, con el Tottenham, destrozó desde allí al Inter, o al extremo supersónico que superó a Bartra y marcó para dar una Copa del Rey al Madrid. Alcanzó la pelota, pisó el área y fusiló con un tiro cruzado Chichizola.
El gol terminó de decantar el mando de un partido en el que hasta entonces Las Palmas había tenido también sus instantes con disparos de Calleri, Halilovic y Momo. Los locales, briosos, exploraban sobre todo su flanco derecho, el que tapaba Theo, desconectado en defensa y muy impreciso en ataque. Pero el tanto del galés aplacó aquellos ramalazos esperanzados del cuadro de Jémez, que terminaron de morir diez minutos después con el penalti de Calleri, delantero fuera de sitio que barrió por detrás, de manera casi inconsciente, a Lucas, de nuevo gran agitador del ataque. Benzema agarró enseguida el balón, pero Bale, en pleno despegue, acudió a discutirle el lanzamiento. Lo terminó ejecutando el francés, seco a la cepa del poste derecho. Salvo el ligero respiro de las penas máximas, el nueve, capitán en su partido 400 de blanco, sigue reñido con el gol, y se estrelló después varias veces a solas contra Chichizola.
Después del 0-2, al choque le quedaba ya poco que roer, aunque Jémez trató de agitar los restos al dar entrada en el descanso a Jairo y a Expósito. Les duró el empeño los cinco minutos que tardaron en derribar a Bale dentro del área. El galés sí que veía todavía carne que mascar en el duelo. Esta vez no dio siquiera opción a Benzema a volver a lanzar desde los once metros y anotó su segundo de la tarde. Se lo tomó solo como el paso previo a un triplete que rondó hasta el final de un partido que fue el encuentro fuera de casa en el que más veces ha tirado a puerta (8) desde uno en 2013 en Almería (10).
El Real Madrid, que llegó a Las Palmas bajo el influjo de Turín, salió de Canarias con un Gareth Bale en rebeldía, llamando de nuevo a la puerta del once de una noche grande, con Modric con la puntería afinada como nunca, con buena parte de sus efectivos más importantes descansados y con tres puntos más en el casillero.
La mala noticia la dio el multiusos Nacho, que tuvo que retirarse con molestias durante el primer tiempo. Mientras, el equipo de Jémez tendrá que seguir mirando adelante, a su visita del próximo fin de semana al Levante.
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