El gran reto americano
Siete de las ocho selecciones latinas que jugarán el Mundial acaban de ganar a rivales europeos. Apenas Brasil venció en uno de los diez campeonatos disputados en el continente
Siempre expansivo y locuaz, Yerry Mina llegó a la concentración de la selección colombiana y le contó al mundo una confidencia de la intimidad del vestuario del Barcelona. Allí un coro liderado por Umtiti, que le esperaba con la selección francesa, le había despedido con una sentencia, una broma que seguramente brota de un subconsciente forjado durante décadas: “Es imposible que Colombia gane en Europa”, le dijeron a Mina. Colombia venció este viernes en París (2-3) en una jornada de partidos amistosos que dejó una lectura: los ocho equipos americanos que tienen billete para el próximo Mundial se cruzaron contra rivales europeos. Siete ganaron, apenas tropezó la novata Panamá en casa de Dinamarca (1-0). Además del petardazo colombiano, todas las selecciones sudamericanas llenaron el depósito de la ilusión. Argentina superó a Italia (2-0), Brasil goleó a los anfitriones en Moscú (0-3), Uruguay superó a la República Checa (2-0) y Perú no pasó apuros con Croacia (2-0). Además México fue solvente ante Islandia (3-0) y Costa Rica conquistó Hampden Park para dejar atrás a Escocia (0-1). “Nunca es fácil jugar contra las selecciones americanas”, resolvió el selecionador francés Didier Deschamps.
La América futbolística está ante un desafío a menos de tres meses del undécimo Mundial que se disputará en suelo europeo. Apenas en uno de los anteriores salió el título del continente, en 1958 con la eclosión de Pelé en tierras suecas. Y en siete de los ocho los que se jugaron en suelo americano vencieron combinados de ese continente. Solo Alemania rompió esa barrera en 2014. Los tres últimos campeones del mundo son europeos, pero hay una tendencia en los dos últimos torneos: tanto en 2010 en Sudáfrica como cuatro años después en Brasil, hubo cuatro equipos americanos entre los ocho mejores. Pero en Europa nunca tantos llegaron tan lejos. Ahora la clase media-alta americana parece engrosada y las expectativas se disparan. “Tuvimos carácter de Mundial”, explica José Pékerman tras el triunfo en Saint-Denis. El técnico argentino quiere que Colombia sea más regular, pero le agradó el carácter y la rebeldía de sus futbolistas para sobreponerse a los dos goles que adelantaron a Francia. “No hay que tenerle miedo a nadie”, reflexiona James Rodriguez. “Dejamos atrás los temores”, incide el sevillista Luis Muriel.
Solo Brasil ganó en Europa y Alemania en América
- Campeones en los Mundiales celebrados en Europa
Italia (1934), Italia (1938), Alemania (1954), Brasil (1958), Inglaterra (1966), Alemania (1974), Italia (1982), Alemania (1990), Francia (1998), Italia (2006)
- Campeones en los Mundiales celebrados en América
Uruguay (1930), Uruguay (1950), Brasil (1962), Brasil (1970), Argentina (1978), Argentina (1986), Brasil (1994), Alemania (2014)
- Campeones en los Mundiales celebrados en Asia o África
Brasil (2002), España (2010)
Subyace un respeto que entronca con algo que linda con la tradición y la desconfianza. Y quiere dar el paso América. Con todo, sus equipos a pesar de los últimos resultados aún tienen cuestiones por resolver. Incluso Brasil, que parece la más armada. Tras un proceso de casi dos años con Tite al frente se topará el martes ante un episodio de su pasado más negro, el primer partido contra Alemania tras el 1-7 sufrido en julio de 2014 en Belo Horizonte. “Emocionalmente será importante”, no oculta el seleccionador, que también marca una línea. “Pero esa etapa ya pasó. Ahora estamos construyendo algo”. Brasil tiene mecanismos ya muy probados sobre todo en cuanto al esqueleto defensivo del equipo y ahora busca ya otros ajustes, como el de centrar la posición de Coutinho, acostumbrado a actuar más abierto tanto en Liverpool como en Barcelona. “Necesita un tiempo para evolucionar ahí de manera natural, pero puede hacerlo porque además del talento es un chico educado y competitivo”, estima Tite. En Uruguay el técnico Óscar Washington Tabarez alude a un proceso de doce años atrás, pero se congratula porque encuentra nuevos matices. “Estamos incorporando a muchos centrocampistas que nos dan poseisión de pelota”, explica.
Argentina también está en el laboratorio. A Sampaoli le ocupan más asuntos que a Tite. Parece que descarta a Icardi como nueve en beneficio de Higuain o Agüero y debe completar la compañía de Messi. Ahí le convence Manuel Lanzini, goleador y destacado en el partido contra Italia. Malas noticias para Dybala, que puede quedarse fuera del Mundial porque cuando le ofrecieron el anillo no casó con Messi. El divorcio parece servido después de que su hermano y representante escribiese esta semana un mensaje en las redes sociales que el propio futbolista ayudó a difundir: “Qué lastima, unos dirigentes y unos periodistas armaron el equipo”. Luego lo borró. Hace unos meses el mediapunta de la Juventus lanzó unas palabras que sepultaron su presencia en la selección: “Es difícil para mí jugar con Messi. Trato de dejarle sus espacios, pero no es fácil. Tendré que adaptarme a él”. Apostilló que no quería que se le malinterpretase, pero Sampaoli ya había extraído sus conclusiones. Quiere que en torno a Messi haya futbolistas con los que el astro “tenga piel”. Contra Italia salió satisfecho porque además probó a dos laterales, Bustos y Tagliafico que ayudan desde una posición en la que tiene déficit a cumplir el objetivo de jugar en campo contrario. “Veníamos a buscar certezas”, dijo tras encontrar alguna. Ahora le aguarda una prueba ante España. “Ellos saben a que van a jugar en el Mundial, nosotros lo estamos planteando”, avisa.
El mapa de la esperanza americana se completa con Perú, que con un once armado con siete futbolistas que no juegan en ligas europeas superó a Croacia, que jugó con todo. “Estamos en un proceso de madurez”, advierte el entrenador Ricardo Gareca. O con México, que mostró más contundencia que fútbol frente a Islandia y se medirá ante Gales, Escocia y Dinamarca antes de encontrarse con Alemania y Suecia en terreno ruso. El reto de adaptarse a la exigencia de los rivales europeos sobre todo en cuanto a físico y presión ocupa también a Costa Rica, que tras ganar a Escocia se enfrenta ahora a Túnez, pero que justo antes del Mundial se medirá a Irlanda del Norte e Inglaterra para adaptarse a la exigencia que luego le plantearán Serbia y Suiza.
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