El Athletic se despide de Europa ante el Olympique de Marsella
El cuadro de Ziganda es superado por el equipo francés en un partido marcado por la violencia ultra con dos personas heridas
Para lo que tenía que ocurrir en el campo, el Athletic aplicó sentimentalismo, esperanza, campañas de imagen, el llamamiento a la diferencia para entre tanto desvanecer la escuálida realidad de su fútbol. O ganaba con el corazón o no ganaba. Y el corazón, tan requerido siempre por la esencias, no bastó, no ya para golear sino ni siquiera para intimidar al Olympique y bombear algunos litros de sangre para alimentar la esperanza. Para lo que no tenía que ocurrir en el campo, los cuerpos de seguridad extremaron las medidas aunque no pudieron evitar la agresión sufrida por dos vigilantes de seguridad. Uno de ellos recibió un ataque con arma blanca en el cuello aunque al parecer su vida no corre peligro. Fue el momento más grave de los incidentes que se redujeron respecto a lo sucedido frente al Spartak de Moscú.
En esta ocasión, la Ertzaintza controló el viaje desde la frontera francesa hasta Bilbao de los autobuses que trasladaban a los radicales franceses (en torno a 800), según se informó en la reunión organizativa previa el jueves por la mañana. Una vez en Bilbao, los radicales del OM fueron ubicados en la península de Zorrozaurre, en obras, el enésimo megaproyecto de transformación de la ciudad. “Estamos en medio de ninguna parte” escribieron algunos radicales franceses en las redes sociales. Pero a lo largo de día se repartieron por la ciudad creando algunos incidentes, entre ellos la agresión a un periodista de El Correo.
Durante el encuentro también se vieron, en menor medida, algunas bengalas, aunque la Ertaintza tuvo que entrar a la tribuna para evitar que la cosa fuera a mayores. Lo uno y lo otro se produjo de forma sorprendente. Los dos guardas de seguridad fueron agredidos por arma blanca, uno en el cuello y otro en la mano y fueron trasladados al cercano Hospital de Basurto aunque sin que se temiera por su vida.
En lo deportivo, los temores del Athletic se materializaron demasiado pronto. Un penalti de Lekue a Payet no solo aumentó la diferencia del OM sino que elevó la figura del delantero que firmó un partido memorable, una especie de aviso al seleccionador francés que de momento no le ha convocado ara el próximo partido de los bleus. El resto fue un pasar el tiempo, dando por hecha la eliminación y rezando para que nada ocurriera entre ultras, policías, etc. Y nada ocurrió, salvo otro gol del argentino Ocampo y un último, el de la honrilla, a cargo de Williams para despedirse de Europa. Europa se acabó para el Athletic, una mala noticia deportiva, pero quizás una magnifica noticia social. Las dos últimas eliminatorias se han zanjado con incidentes graves (un ertzaina fallecido por un infarto) y dos guardas de seguridad heridos por arma blanca. ¿Fútbol?
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